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¡Estaba frente a las cascadas de Iguazú!

No podía creerlo, a pesar de que todo el día me enteré de cosas increíbles, esto es realmente sorprendente. No es lo mismo solo escucharlo que vivirlo y esto, es simplemente asombroso.

–Vaya, este lugar es hermoso – mencionó la pelinegra sacándome de mis pensamientos, hasta ese momento no me di cuenta de que ella estaba a mi lado– tienes muy buenos gustos, ¿ya habías estado aquí?

– Sinceramente no, pero siempre desee venir. – no podía dejar de sonreír, estar en este lugar de verdad era increíble— ¿de verdad estamos aquí o es una ilusión?

–jajaja eres tan linda, ¿en serio crees que es falso todo ésto? – me encojo de hombros, la verdad no lo sabía— deberías acercarte y comprobar si es real

Dudé un poco, pero me acerqué al agua que había debajo de la catarata, estiré mi mano y la toque, parecía real. Me quite los tenis y las calcetas para meter los pies, realmente era genial, voltee a ver a  Hyori, ella me sonreía con ternura. 

– ¿cómo volveremos?– la verdad no quería irme de ahí pero había trabajo que hacer, saque mis pies del agua y los sacudí para  secarme— supongo que cuando antes empecemos mejor ¿No?

– exacto, y si ya estás lista podemos irnos ya. – termine de vestir mis pies y me levante–  toma mi mano, regresaremos a mi oficina.

Tome su mano y de un momento a otro ya estábamos en aquella habitación de antes.  Sentí un ligero mareo y además mucha hambre, demasiada. Hana se acercó a mí y me entregó la comida que había en el carrito.

Ahora entiendo por qué la trajo.

– come también los postres, perdiste energía y vas a necesitar algo de azúcar para reponerte– Hana me acercó una charola con chocolates y pasteles, comí algunos junto con lo demás.

–que sigue entonces– pregunté– ¿Ese entrenamiento del que hablaban?

–Así es Nina, pero para eso necesitamos ir a un lugar especial. Veras, necesito que aprendas coreano y lo hables fluidamente, por lo que ví ¿sabes inglés no? — asentí en silencio– bueno, eso es una ventaja, pero también debes aprender taekwondo, es un requisito que pido a todos mis elegidos, deben saber defenderse de cualquier problema y poder defender a otras personas de ser necesario. 

-¨el problema es que necesito que aprendas todo esto lo antes posible así que te llevaré a la "cabina del tiempo" , ¿lista?

Terminé de comer lo que me quedaba y la acompañé a la puerta. Al salir nos dirigimos a la habitación de al lado, era bastante amplia, mucho más que la anterior, del tamaño de un departamento. Había todo tipo de objetos para entrenamiento y ejercicio, también una mesa con varias sillas, una pequeña cocina y algunas puertas. No sé por qué tengo la impresión de que me van a dejar viviendo aquí

– bueno, por tu expresión creo que entiendes un poco sobre esto no, –Hyori me miró pero no supe qué responder– veras, en este lugar el tiempo no transcurre, puedes vivir aquí por años, siglos y jamás vas a envejecer, pero afuera el tiempo tampoco correrá. El plan es que te quedes aquí, el tiempo necesario para que el entrenamiento sea más rápido, tendrás a los mejores maestros, gente que yo misma he capacitado, ellos están acostumbrados a vivir de esta manera – se acercó a las puertas y las abrió una por una mostrando el interior– cómo puedes ver hay algunas habitaciones para ti y tus maestros, así como un baño. Vas a tener que compartir departamento

– ¿qué va a pasar con mi trabajo? Mi jefe es bastante severo con las faltas y tengo mucho trabajo pendiente – el edificio donde trabajo es una empresa de marketing, yo soy fotógrafa profesional. Pero para mí desgracia solo me dan trabajos mediocres, solo fotografió productos, fruta, hamburguesas, refrescos. Nada que valga la pena, no para mí al menos. No me molestaría renunciar, el problema es que nadie quiso contratarme por qué no tengo experiencia, por qué acababa de graduarme, por qué soy mujer etc. Sigo ahí para tener más experiencia y poder cambiar de empleo.

–por eso no te preocupes querida, no vas a necesitar más ese empleo. – Hyori me sonrió, siempre se muestra muy sonriente– Todo se resolverá no te preocupes, una vez que salgas de la habitación del tiempo empezará tu misión y te explicaré todo lo que debes saber. 

– una pregunta – la mire y ella me asintió para que prosiguiera – ¿Si el tiempo no corre una vez que entre ahí, eso significa que ustedes desde afuera me verán entrar y salir? 

– exactamente pequeña. 

Vaya todo esto es de verdad extraño.

– bueno, ya es hora – la pelinegra se giró hacia la puerta y avanzó – en la primera habitación hay todo lo necesario para ti. No dudes en usar lo que quieras ¿de acuerdo?  

– está bien, nos veremos pronto supongo – ambas chicas sonrieron y se despidieron. Ellas ni lo van a notar pero seguro fue un acto de cariño hacia mi.

En cuanto ellas salieron dos personas entraron. Una era mi profesora de Coreano y el otro un maestro en taekwondo.

[...]

Lo siguiente fue difícil, bastante, me costó mucho adaptarme al ritmo que llevaban los maestros. Poco a poco todo mejoró y se me hacían más fáciles las clases.

Otra cosa que no había contemplado era la comida. Mis maestros eran coreanos así que ellos sabían cocinar platillos de ese país. Todo el tiempo que estuve ahí solamente consumimos comida de Corea. No se que me fue más difícil, la comida o el aprendizaje, yo estoy acostumbrada a ciertos platillos y sabores. Pero por el bien de mi alimentación debía acostumbrarme

No tenía idea de cuánto tiempo estuve ahí de no ser por el calendario que había en mi habitación. El tiempo no ocurría así que los relojes no servían, pero ambas personas encerradas conmigo parecían tener una noción del tiempo muy buena, gracias a ellos no me volví loca. Según lo que me decían y confiando en el calendario, había pasado un año ahí dentro. Un día, ellos ya no tenían nada más que enseñarme, así que decidieron finalizar las clases.