Bailando bajo la lluvia

Destino caprichoso

Mariana:

— Luego del susto que me lleve ayer donde casi me arroyan por estar de distraída en la lluvia, estoy lista para empezar mi primer día en el estudio juridico, estoy muy emocionada ya que eso hará que tengas mas oportunidades dentro del ámbito laboral, a pesar de todo no dejo de lado mi otra pasión, el baile, ya que ademas de disfrutar y desconectarme de todo cada vez que me subo al escenario esto me ayuda también a solventar mis gastos en la gran ciudad. 

Empiezo a elegir el vestuario que usare para hoy, así que tomo un pantalón negro, un top blanco y el saco a juego con el pantalón, decido que hoy llevare los labios rojos ya que siempre lo pinto de ese color en ocasiones especiales y hoy no podia faltar. Después de tomar un rico desayuno y terminar de arreglarme coloco todo lo que necesito en mi bolso cuando me doy cuenta que me falta lo mas importante... mi celular. Trato de hacer memoria y me doy cuenta de que el chofer del auto lo pude tomar al momento de ayudarme, y en ese momento mi mente recuerda al hombre con el ceño fruncido que estaba dentro del auto, aquel hombre de ojos marrones claros y mirada penetrante, se ve que es un hombre de clase alta, amargado y frio solo me basto con mirarlo diez segundos para saber como es, lo que no voy a negar es que es bastante atractivo.

Utilizó el teléfono de mi casa para llamar a mi celular y me contesta un hombre con voz ronca.

- Buenos días, soy Mariana Ramirez, el día de ayer tuve un accidente con su auto debido a lluvia— esperé a que la persona contestara cuando oigo un grito— ¡Carlos, vamos a la empresa ahora mismo!.

— Hola, hola sigue ahí? — escuche del otro lado de la línea.

— Si, disculpe le estaba diciendo que soy la chica de ayer y usted tiene mi teléfono, por favor podría brindarme una ubicación para recogerlo.

— Oh si, buenos días srta. Soy Carlos Ferragi claro que me acuerdo de usted, soy el chofer del auto con el que choco, le brindaré una dirección para encontrarnos y entregarle su teléfono.

— Aquel hombre tenía un acento extraño era medio italiano, deje de lados mis pensamientos y respondí— Si claro, dígame la dirección y en transcurso del día lo llamo cuando esté cerca.

— Está bien, apunte la dirección — respondió aquel hombre con voz ronca.

— Gracias nos vemos más tarde, que tenga buen día. 

Luego de terminar la llamada coloqué lo que faltaba en mi bolso para ir rumbo al bufete, ya en el taxi saco el papel donde apunté la dirección para encontrarme con aquel hombre y me llevo una sorpresa cuando me doy cuenta que es la dirección de la empresa donde empezaré a trabajar, que casualidad más extraña quizás el hombre trabaja de chofer para uno de los socios. 

Después de unos minutos llego a la empresa y voy camino a recepción, cuando veo que un auto está por estacionarse y veo bajar a el hombre más sexy que vi en mi vida, lleva un traje a medida, zapatos bien lustrados y unas gafas negras que van acorde con su atuendo. Tiene el cabello ondulado y hasta aquí puedo oler su rica fragancia.

De pronto veo a su chofer bajar y me doy cuenta que es el mismo sujeto de ayer, le ayuda llevar una pequeña maleta al hombre sexy y pienso no creo que sea el mismo hombre con el ceño fruncido que miro como bicho raro por estar bajo la lluvia. Dejo de lado mis ideas y me acerco al chofer cuando veo que el hombre al cual ayudaba ya ingreso a la empresa.

— Buenos días— toco el hombro del señor cuando este voltea— no debe tener mas de cincuenta años aunque tiene algunas canas que relucen en su cabello.

El hombre voltea y me queda observando— Buenos días srta. …

— Ramírez — respondí — hablé con usted hace poco no pensé que la dirección que me entregó sería la misma del lugar donde empiezo a trabajar hoy.

— Trabajará aquí ? — pregunto sorprendido 

— Si, hoy es mi primer día y no quisiera atrasarme más — el hombre me miró con un toque de diversión y no entendía porque.

— Mmm con respecto a su teléfono no lo tengo yo sino mi jefe, ya que debido al retraso de ayer llego tarde a una comida familiar y odia la impuntualidad, y cuando se entero que se contacto conmigo dijo que el mismo le daría el celular a la persona inconsciente que le hizo perder el tiempo y llegar tarde a su cena. Es un hombre un tanto cuadriculado con ciertas cosas— explico aquel hombre parado frente a mi.

— Podría brindarme el nombre de su jefe para buscarlo — le pedí tranquilamente .

— Claro, pregunte por el sr. Alexander Vanicci 

— Vanicci, debe ser uno de los socios principales ya que tiene el apellido del bufete — pensé — y quien sabe mi nuevo jefe ya que solo me dijeron que sería asistente del sr. Vanicci más no me dieron el nombre.

Le agradecí  para luego ir hacia recepción, le brinde todos mis datos a la encargada y cuando vi los datos de mi nuevo jefe no lo podía creer, Alexander Vanicci…. 

 




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