Lo que conozco sobre el amor

Alexander:

Luego de una larga charla con mi padre decidió que me haría cargo del bufete en NY puesto que ya había vivido un año en esa ciudad debido a que teníamos diversas propiedades pero yo tenía mi propio penthouse en donde pasaba mi tiempo libre haciendo ejercicio, utilizando la sala que acondicione como cine y por supuesto pintar.

Esta noche sería la cena que mi madre organizó por mi nuevo nombramiento en el bufete, no tenía ganas de asistir sobretodo porque Grecia también iría ya que es mi prometida, la verdad me siento cómodo con ella y no porque exista alguna conexión de amor ni nada por el estilo sino por el hecho de que no tengo que dar explicaciones, ni tampoco ser romántico debido a que ella sabia que no existía ningún tipo de sentimiento de por medio y todo se trataba de apariencias.

Dejo de lado mis pensamientos cuando tocan la puerta de mi casa, no espero visitas ya que soy un hombre antisocial, abro la puerta y del otro lado está mi hermano Luca Vanicci un hombre de 36 años que es completamente lo opuesto a mi, el si cree en el amor para siempre el romanticismo y todas esas cosa. Hace poco terminó su relación de 2 años puesto que su ex novia lo engañó con su jefe, no se que es lo que pasa en esta familia que los engaños nos persiguen.

— Buenas tardes hermanito, si no vengo a verte no se de ti— dice con una sonrisa de lado.

— Sabes que no soy de las personas que llama cada cinco minutos para saber que estás haciendo— respondo un poco arisco.

— Uy! alguien esta de mal humor, bueno nada nuevo— dice cuando ya está dentro y caminando hacia la sala.

— Muy gracioso, supongo que ya te enteraste de la cena de esta noche— digo rodando los ojos.

— Por tu tono supongo que no tienes ganas de ir, deduzco que iras con Grecia— me responde haciendo una mueca al final.

— Sabes que si, con quien más iría si no es con mi prometida adorada— digo en un tono sarcástico.

Lucca se me queda viendo por un momento hasta que empieza hablar de nuevo.

—Alexander, piensas vivir siempre así? — pregunta en un tono cauteloso.

— Así como? — respondo sabiendo el rumbo que toma esta conversación.
— En una relación frívola, basada en el que dirán y en sexo vacío— me dice analizando mi reacción.

— Si— respondo con un tono arisco debido a que ya me está hartando esta conversación.

Es lo único que me enseñaron todo este tiempo  que las apariencias y cuidar el prestigio de nuestro apellido es lo más importante, ¿el amor? creí en eso una vez y me hicieron mierda, ese día me jure a mi mismo que jamás dejaría que nadie se burlara de mi ni mucho menos pase por encima mío. 

— Pero por que? — me pregunta irritado, ya pasaron muchos años desde que pasó lo de Sandra, deberías darte una oportunidad de abrir tus sentimientos otra vez— me dice casi perdiendo los nervios.

— Lucca, sabes perfectamente que para mi esa mierda del amor dejó de existir el día que encontré a mi mejor amigo en la cama con la que iba a ser mi esposa un día antes de la boda  enserio no entiendo como puedes ser tan romántico y esperar cosas de la gente sabiendo que ahora el amor es algo frívolo y comercial— le respondo amargamente.

— Si, esta bien, te engañaron personas a las cuales querías mucho. Pero debes entender que no todos somos iguales y no todo el mundo va a fallarte, desde que paso lo de la boda te metiste en una especie de caparazón y no dejas acercarse a nadie, te volviste un hombre frío y enfocado en el trabajo— me dice dándome una mirada calmada.

— A lo mejor me convertí en eso porque cuando amé de verdad y confie me hicieron mierda— le respondo ya harto de esto.

— Alexander, no te cierres a enamorarte otra vez, ya verás que cuando menos lo esperes aparecerá esa persona que te haga querer salir temprano del trabajo solo para verla, esa persona a la cual querrás estar abrazado todo el tiempo ya que cuando las cosas estén un poco difíciles te dará calma.— me dice con ilusión.

Se a lo que se refiere porque ya tuve eso una vez pero no fue real porque me engañarón y les importo un carajo mi amistad y mi amor, se a lo Lucca se refiere porque hay pequeños momentos en donde anhelo tener a alguien con quien compartir mi día a día, alguien con quien tomarme de la mano y pasear viendo los atardeceres, alguien con quien acurrucarme cuando haga frio y compartir una taza de chocolate caliente, pero sobretodo alguien que me de paz al estar con ella. Antes creía que eso era el amor pero estaba completamente equivocado porque lo que del amor es que es un juego peligroso que puede hacerte mierda cuando menos lo esperes.