Capítulo 9

Los movimientos fluían con una naturalidad inesperada, muy diferente de los ensayos llenos de precisión y técnica. Anna se sorprendió de lo relajado que se sentía todo, como si, por primera vez en mucho tiempo, el baile no estuviera cargado de expectativas ni presión. Sin embargo, a medida que sus cuerpos se movían en perfecta armonía, Anna no podía ignorar la familiar atracción que surgía desde su pecho. El calor del contacto con Kael, la forma en que la hacía sentir tan ligera y segura, despertaban en ella emociones que había intentado enterrar. Cada paso torpe pero intencionado de Kael provocaba en ella una mezcla de diversión y algo más profundo, algo que intentaba bloquear para no complicar su relación.
Kael, por su parte, se dejaba llevar por la música, improvisando movimientos que sacaban sonrisas y risas espontáneas de Anna. La observaba mientras ella lo miraba, divertida y encantada, pero en sus ojos podía ver algo más, algo que Anna intentaba ocultar. La forma en que su expresión cambiaba de repente, cómo sus gestos se volvían más esquivos y su sonrisa más contenida. Kael empezaba a notar esa sutil barrera que levantaba entre ellos.
¿Por qué? Se preguntaba Kael.
Anna tenia la respuesta, pero no podia decírselo.
Ella quería reprimir lo que sentía, convencida de que no podían mezclar su conexión en la pista de baile con algo más. ¿Cómo podría arriesgar lo que tenían? El miedo a perder la perfección de su relación profesional era mayor que el deseo de explorar lo que sentía por él.
Y por otro lado Kael sentía algo especial por ella, algo que iba más allá del baile, pero la actitud esquiva lo confundía. Cada vez que se acercaba emocionalmente, ella parecía retroceder, y eso lo hacía preguntarse si Anna solo lo veía como su compañero de baile, y nada más.
A pesar de la unión que tenían, ninguno podía ser sincero con lo que les pasaba, haciendo crecer una distancia que no tenía sentido.