── Rebeca, ¿puedo hablar contigo?
Trago saliva con fuerza al escuchar la voz de mi entrenadora.
── Claro. ──Dije, tensa.
── Quiero comentarte que… pues, no me decepcionaste ni mucho menos cuando te caíste en tu primer solo.
── No sé si quiera hablar de eso…
── Debemos hacerlo. ──Dijo con firmeza── Quiero decirte, estas chicas se han olvidado del baile, se han tropezado, se les ha caído parte del traje, y aun así allí las ves. Siguieron adelante.
── Entiendo. ──Murmuré algo avergonzada a que eso me siga afectando.
── Por lo que, quiero comentarte algo. ──Se cruza de brazos── Lo hablé con las chicas antes de decírtelo, y todas estamos de acuerdo a que tengas el siguiente solo.
── No creo que lo merezca, ellas se han esforzado tanto y tienen más tiempo que yo.
── Rebeca, tanto ellas como yo, confiamos en tu talento. Sabemos que puedes ganar.
── Aun así…
── Esta es importante, de verdad quiero que bailes en esta competencia que viene.
── ¿Qué tiene de importarte?
── Pues… es en la capital. ──Me mira expectante, como si tuviera que captar un mensaje oculto entre sus palabras, solo que no lo noté.
── ¿Unas regionales en la capital?
La entrenadora niega con la cabeza.
── Son las nacionales, Rebeca. ──Siento como mi cuerpo entero se tensa── Quiero a lo mejor de lo mejor en esa competencia, y tú eres la mejor, sé que, al haberte caído, solo te hizo levantarte con fuerza. Así que… quiero que hagas el solo en las nacionales. Puedes escoger la canción si quieres.
── Pero…
── Si me dices que no, lo entenderé. ──Me interrumpe── Pero si me dices que no, quiero que sea porque no quieres, no porque tengas miedo a hacerlo.
***
Cerré la puerta del apartamento y noté todo en silencio, Cristian me había comentado que iría a visitar a sus padres al salir al trabajo por lo que aún no había llegado.
Fui caminando pesadamente hasta la ducha, aun procesando el entrenamiento de hoy.
Me sentí tan ansiosa que luego de bañarme, tomé un cepillo y comencé a fregar el suelo de la sala de estar, intentando calmar el caos en mi mente, sin importarme volverme a ensuciar con el agua.
Entonces llega Cristian.
── ¿Pasó algo? ──Cuestiona al verme.
Lo veo un segundo antes de volver mi mirada a mi tarea.
── No, bueno, no lo sé…
── ¿Qué sucede? ──Pregunta arrodillándose a mi lado.
── Pues, como sabes ya tengo fecha para la defensa.
── Sí, en dos semanas. ──Dijo viendo su celular── Debo organizarme con eso.
── ¿Por qué?
── Porque luego de eso, tienes la graduación, estoy ahorrando para pagarla y así puedas obtener la medalla y esas cosas.
── No es necesario. ──Odiaba que él tuviera que pagar esas cosas.
── Sí lo es. ──Cristian suspira, algo pensativo── Me preocupa que no pueda estar allí, pero confío en que esta vez tus padres irán.
── ¿Mis padres?
── Sí, aunque no nos emocione la idea, debemos ir a hablar con ellos. Quiero que se organicen desde ayer para que puedan estar contigo ese día.
── ¿Por qué no puedes estar tú?
── Es una posibilidad, más que todo por el horario que suele tener ese evento. ──Chasquea la lengua── Disculpa, me desvié del tema, ¿estás así por la defensa y la graduación?
Volví a cepillar el piso con fuerza.
── En parte.
── ¿Qué más te preocupa?
── La entrenadora habló conmigo hoy.
── ¿Todo bien?
── Sí, sí… ──Suspiré, soltando el cepillo── Dijo que en mes y medio son las nacionales.
Cristian sonríe emocionado.
── ¿Iras a las nacionales?
── Sí.
── ¡Eso es genial!
── Es en la capital. ──Dije, preocupada.
── No te preocupes, lo resolveré, irás, eso seguro.
── Pero tú…
── Lo resolveré, estaré contigo y ese día será genial. ──Suspiré al escucharlo y eso llamó su atención── ¿Sucede algo más?
── Haré un solo en las nacionales.
Y eso es todo.
Cristian se sienta en el suelo sin importar que se moje en el proceso con el agua enjabonada que estaba usando para limpiar, me atrae a sus piernas y me besa con fuerza.
── Ballerina, no sabes lo feliz que me hace esa noticia, es lo que siempre has querido, no sabes lo orgulloso que eso me pone.
── ¿De verdad? ──Digo sintiéndome pequeña ante la idea de hacer un solo.