Bailando Hacia Ti

Capítulo XXXI

── No es que me queje de lo que pasó, pero… me inquieta la manera en que lo hiciste.

Me mordí el labio, apenada.

── ¿Te asusté? ──Pregunté con timidez.

── Solo me tomaste por sorpresa. ──Dice── Llegaste furiosa, creí que me ibas a golpear.

Negué con la cabeza, divertida ante ese comentario.

── Sabes que no lo haría. ──Aseguré.

── Por supuesto, pero no negaré que me decepcionó que no lo hicieras.

Reí con ganas al escucharlo.

── No seas tonto. ──Digo besando su pecho desnudo── Lamento haberte asustado.

── Bueno, es la primera vez que drenas tu molestia conmigo y no con una parte del apartamento que consideras sucia. ──Comenta── Podría acostumbrarme, puedes usarme todo lo que quieras.

── Deja de decir eso, me avergüenza.

── Lo lamento, pero solo puedo pensar en que ojalá vuelvan a molestarte para que llegues de nuevo a arrancarme la ropa.

── Cristian… ──Dije en tono de advertencia.

── ¿No te gustó dominarme acaso? ──Pregunta con picardía.

Oculté mi rostro en su pecho.

── Sí me gustó. ──Admito.

── ¿Ves? Es mutuo. ──Besa mi cabeza── Deberías estar arriba más seguido.

Sonreí ante la idea.

Repasé en mi mente todo lo que pasó en cuanto llegué, él me había saludado con una sonrisa y yo fui directo a quitarle la ropa. Estaba sorprendido e intentó detenerme, solo que no se resistió mucho cuando le mordí el labio. Lo desnudé por completo en el sofá cama, al tener las cortinas abiertas el sol le daba de forma espectacular, resaltando su cabello rojo, solo que no pudimos seguir allí porque no teníamos la protección a la mano.

Él me tuvo que cargar hasta la habitación, porque no dejaba de atacarlo.

── ¿Ya me contarás lo que pasó? ──Su voz me saca del trance.

De solo recordarlo, volví a enojarme.

Sin pensarlo, me senté a horcajadas de él, decidida a volver a usarlo justo como él me lo ha pedido.

── Oye, espera. ──Pidió rápidamente── Si vas a hacerlo de nuevo, primero cuéntame.

── ¿Y luego puedo hacerlo? ──Pregunté con una voz más profunda de lo normal, ni yo me reconocía.

── No, luego quiero que me pegues.

Me atraganté con una risa.

── Eres un tonto. ──Me sonríe con ternura. Suelto el aire y continúo hablando── Me encontré con mamá y….

── Olvídalo, no me cuentes, no quiero que se me pasen las ganas. ──Sonreí divertida── Pasemos a la parte donde me pegas.

En un movimiento rápido lo tomo y me siento con él dentro.

── ¡Hey! ──Exclama completamente sonrojado. Lo veo sacar con dificultad un envoltorio del gabinete de la mesa de noche y me lo tiende── Tienes que… ponerlo antes de…

Pero me estaba balanceando, distrayéndolo. Veía como su mirada se perdía y disfrutaba el movimiento, eso me gustó tanto que comencé a ir más rápido. Su mano cae sobre la cama, sin fuerzas.

── Rebeca si sigues así… ──Di un pequeño salto y él volvió a perderse── ¿Qué?

Me encanta ponerlo así, normalmente es al revés.

── ¿Mmm? ──Suspiré, disfrutando.

Cristian al verme se tensó.

── Sácalo. ──No hice caso y seguí con el balanceo, tomó mi cintura, pero no me detuvo, parte de él quería que siguiera. Entonces volvió a reaccionar── En serio, por favor, sácalo… ¡Sácalo!

Hice lo que me pidió.

Él se muerde el labio con fuerza a la vez que tomó la sábana bajo sus manos, estaba completamente tenso. Luego de unos segundos, respiró profundo.

── No me hagas esto. ──Pide con clara suplica.

── ¿Qué cosa? ──Sonreí como si nada.

── Sabes bien que, Ballerina. ──Respiró hondo y me pasa el envoltorio── No es que no quiera tener hijos contigo, pero debo ser responsable, todo a su tiempo.

Me sonrojé al escucharlo.

── Tonto. ──Murmuro algo avergonzada, aun así, tomo el preservativo.

── ¿Te atreves a avergonzarte tú? ──Pregunta sin aliento── Me tuviste al borde, con un descaro que desconocía en ti. Ahora pon esa cosa y termina con lo que empezaste.

── No sé ponerlo.

Él me indica pacientemente cómo debo hacerlo, y asiento dejando toda vergüenza atrás para poder hacerlo sin problema.

Cuando lo puse en la punta, comencé a deslizarlo empleando algo de fuerza.

── Espera, lo estás haciendo muy rápido. ──Dijo incorporándose un poco, su mano intentó tomar mi muñeca, pero le pegué, alejándola.

── Te he visto ponértelo más rápido que esto.

── Porque lo hago yo, esta es la primera vez que me lo pones. ──Dijo con la respiración acelerada.

Me detuve por un momento, solo que no dejé de tocarlo en la base.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.