Los miraba a ambos de forma inquieta, no sabía cómo interrumpirles para hacerles saber de mi pequeña mentira. Había creado una enorme confusión y me sentía de lo más culpable.
── Lisa, primero. ──Dijo Cristian en un tono más serio── A ella no le hables de esa manera. Segundo, deja de opinar de mi vida como si te perteneciera. Y tercero, ¿Qué es una locura? No lo entiendo.
── ¡Te estás acostando con tu prima!
Cristian comenzó a toser, profundamente sonrojado.
── ¿Qué cosas dices? ──Preguntó al contener su ataque de tos.
── ¿Me lo piensas negar? ──Le recrimina, vuelve a mirarme con desdén por un momento antes de volver la mirada hacia él── ¿Por qué no me comentaste la última vez que ella es tu prima?
── ¿Cómo que mi prima?
Entonces ambos me miraron.
Diablos.
── Es que… ──Comencé a decir.
Ahora, justamente como la última vez, Cristian no dejaba de reír al escucharme y Lisa estaba totalmente avergonzada por haber dicho todas esas cosas. Yo solo quería que la tierra me tragara y me escupiera muy lejos.
── Eres completamente adorable, Ballerina. ──Murmuró entre risas.
Lisa le dio una mala mirada ante eso.
── Deja de burlarte. ──Me quejé.
── ¿Por qué dijiste eso? ──Cuestionó con diversión, entrecerré los ojos al verlo disfrutando todo esto.
¿Con que estas tenemos?
── ¿Quieres que hable de May? ──Le reté.
Él dejó de reír de inmediato, celebré secretamente mi pequeña victoria.
Entonces Lisa, volvió a dirigirse a Cristian.
── ¿Desde cuándo? ──Lo preguntaba de una manera que pareciera que le exigía explicaciones.
Cristian lo notó, pero no dijo nada al respecto.
── Mm, unos cuatro meses.
── ¿Y ya viven juntos? ──Volvía a cuestionar.
── Lisa…
── De esto si no estará de acuerdo tu mamá. ──Dijo ella con satisfacción.
¿Qué tiene ella en mi contra?
── Hablo en serio. ──Respondió Cristian de forma tajante, es el tono más grosero que le he escuchado hablar── Te digo que no te metas. Además, ¿Por qué mencionas tanto a mi mamá?
── Siempre has sido muy ingenuo, Cristian.
── Claro, así como fui contigo cuando me usaste.
Vale, tal vez no debo estar aquí si ellos tienen temas por resolver. Sintiéndome incomoda, me levanto para irme, solo que no pude dar ni un paso cuando Cristian toma mi muñeca.
── Cristian… ──Murmuró Lisa.
── Mira, agradezco tu preocupación por mí, si todo esto de verdad es preocupación. ──Dijo── Pero dudo mucho que te tenga que dar explicaciones de como estoy viviendo la vida.
── ¿Si acaso la conoces?
── ¿Por qué hablas como si ella no estuviera aquí? Te pido por favor que la respetes.
Sentí vergüenza.
── Cristian, no creo que… ──Comencé a decir en un intento de parar esta discusión. Pero ella volvió a hablar, interrumpiéndome.
── Eres tú el que no dijo nada desde un principio de que estabas con ella.
── ¿Y es que debía pedirte algún tipo de permiso?
El aire me falla, no me gustaba estar en medio de esta discusión, solo quería irme.
── Tú y yo nos estábamos viendo hasta no hace mucho, idiota. ──Escupió── ¡Fue hace una semana! ¡Pasamos la noche juntos! ¿Cómo pudiste olvidarlo?
Levanté la mirada y los observé, Lisa estaba esperando impaciente una reacción de mi parte y Cristian se veía completamente enojado.
Me quedé en blanco, procesando sus palabras, ¿lo había dicho con mala intención?
Porque no le creí ni un poquito.
Además de que la mentira le salió terriblemente mal, Cristian había estado conmigo cada noche, incluyendo la semana pasada.
Con eso en mente, entendí que ella efectivamente si tenía toda la mala intención, lo dijo con todas las ganas de crear discusiones entre nosotros. Solo que ella no contaba con toda la confianza en la que Cristian había trabajado duro para forjar entre nosotros, él había sido tan abierto y honesto conmigo, me había ayudado en cada paso que estaba dando y me cuidaba tanto. Que mi cabeza simplemente rechazó la idea de que él estuviera engañándome.
No le hubiese creído incluso si Cristian no hubiese estado conmigo.
No sabía si estaba siendo tonta, pero confiaba en él de una manera completamente ciega.
Apreté los labios, no queriendo discutir. Porque siempre que lo hacía no solían escucharme.
Solo que…
── Lisa, no digas estupideces. ──Gruñó Cristian.
── ¿Estupideces? ──Chilló, levantándose── ¿Eso significó nuestra noche para ti?
── Deja ya de decir esa tontería.