Mason, a quien había estado intentando ignorar durante toda esta presentación, se sienta junto a nosotros, viendo con una sonrisa descarada a Cristian.
──No puedo culparte, yo tampoco podría contenerme con esos gestos teniendo a Rebeca a mi lado.
Quiero hacer una mueca ante ese escenario, pero me parece de muy mala educación.
──Bueno, toma nota y aprende de mis errores ──dice Cristian con un tono forzado a sonar amable.
Mason se encoge de hombros y me observa.
──Quería saber si quieres ir a mi casa para…
──No ──interrumpo.
La expresión de Mason me hace sentir culpable.
──¿No quieres ir?
La verdad no. Ese barrio me dejó de lo más inquieta aquel día, y no quiero exponer a Cristian a malos recuerdos.
──Tengo que ir con Frank a su casa a corregir todo lo que nos dijeron hoy.
──¿Y después?
──Y después se va conmigo a nuestro apartamento.
Miro de reojo a Cristian cuando dijo esas palabras, claramente no queriendo que sepa que estaba en la academia.
Y luego de pensarlo un poco, tampoco quiero que se entere. Las pocas semanas que trabajé en la cafetería, era habitual verlo por allí. Y, aunque siempre se mostró de lo más amable, lo cierto es que estar bajo su mirada constante me ponía nerviosa.
──¿Crees que puedas otro día?
Me muerdo una uña, inquieta.
──¿Qué necesitas? ──curioseo.
──Bueno, me gustaría estudiar contigo.
──¿Como a una cita de estudio o algo así?
──Tal vez.
La imagen de May viene a mi mente, esto me incomoda a mí, incomoda a Cristian y no quiero estar envuelta en esa situación.
──Entonces, no ──respondo.
Mason alza las cejas ante mi negativa.
──¿Por qué?
──Pues, tengo novio. ──La última palabra la digo casi sin aliento, creo que es la primera vez que digo esas palabras.
Cristian vuelve a poner su brazo sobre mis hombros.
──Pero… ──Mason parece querer insistir en el tema, pero es interrumpido por una bola de papel en la cabeza.
Al seguir el origen de aquella bola de papel, vemos a Mario. Quien está tapando su rostro, pero por las sacudidas de sus hombros se nota que está riendo. El pobre parece luchar por mantener el silencio.
Un profesor nos observa con atención.
──¿Quién lanzó esa bola de papel? ──pregunta y su mirada va hacia Mario de forma casi automática──. Ochoa, mejor…
Salto en su defensa.
──¡Fui yo! ──El profesor se sorprende──. Es que… iba a botarla y se me cayó.
Que mentira más patética.
──Ah… ──murmura más calmado──. De acuerdo, no hay problema. ──Se dirige a Mason──. Mason, ¿qué haces allí? Recoge esa bola de papel y bótala, por favor. Ve con tu grupo y anota todo lo que ves, cuando te toque no quiero que cometas todos los errores que presentan los que expusieron hoy.
Frank y yo hicimos una mueca.
──Voy. ──masculla Mason antes de irse.
El profesor ve con clara advertencia a Cristian, quien vuelve a quitar su brazo.
Casi quiero quejarme por eso, sus brazos son lo único que me calma.
──Bueno, ignoremos ese incómodo momento con ese chico ──Habla Frank──. Conmigo sí vendrás, ¿verdad?
──Sí, no te preocupes. ──Le sonrío.
Me acurruco contra Cristian, ayudándolo con su proyecto con lo que puedo, para que él no tenga que vivir esta pesadilla.
Gracias al cielo cuando terminaron las defensas, Mason se fue sin volver a acercarse, quitándome una preocupación de encima. En parte me sabe mal por rechazarlo de esa manera, pero May tiene razón, debo ser honesta con lo que no me gusta y ya está.
No fui grosera, ¿o sí?
Esa idea me está preocupando.
Al final de las clases, salgo junto a Mario y Cristian. Y solo es poner un pie afuera cuando el rubio tonto comienza a hablarle a mi pelirrojo para pedirle un favor o algo. Así que me dirijo a Mario, quien parece analizar algo de su interés dentro del edificio.
──¿Todo bien? ──Él reacciona y me mira. Asintiendo──. Estás muy callado.
Ríe.
──Tranquila, no es nada.
No puedo contenerme de nuevo.
──¿Qué piensas de May?
Agh, ella va a matarme.
La respuesta me sorprende.
──Es una muñeca hasta que habla, ¿por qué? ──Me pongo nerviosa y él lo nota──. ¿Qué sucede con May? ──Observo a Cristian en busca de ayuda, pero él parece estar explicándole algo a Rafael. Y Mario malinterpreta mi silencio──. ¿Ahora quién fue el idiota que le hizo daño?
Eso me hace verlo de nuevo con total sorpresa, parece molesto ante la posibilidad de que alguien hiera a May.