¿Encuentro?
Que hermoso se había sentido tener todo el cuerpo bajo el agua, con peces nadando a tu alrededor y aleta en ves de piernas. Ya habían pasado 2 días desde la luna llena y de verdad añoraba volver ir al océano.
Los ojos me pesaban demasiado, no había dormido en la noche por culpa de unas aves que estuvieron golpeando la ventana, y no sólo eso, también estaban graznando y haciendo demasiado escándalo.
Tal ves el oxígeno en la tierra me estaba haciendo daño o sonara demasiado ridículo querer volver a dormir cuando dije que no era necesario que durmiera en 2 o 3 días, pero era verdaderamente agotador cuidar a un adolescente que se estaba convirtiendo en un tritón. Y eso que aún no asistía a la escuela. Era acompañar a Emiliano a todas partes; que al súper, que a la cafetería y que al baño.
Preferiría estar atendiendo la cafetería con mi hermano en ves de estar ayudando al humano. Por Poseidón que necesito dormir.
-¿estas bien Caelena? No has tomado nada de tu café el día de hoy, y eso es preocupante.
Los ojos obscuros de Emiliano me miraban fijamente claramente preocupados ya que había estado viendo a la nada, creo.
-Si estoy bien, pero sigo sin entender que fue lo que paso en la luna llena.
Emiliano comenzó a reírse para luego pasar la mano sobre su cabello peinandolo hacia atrás.
-Sigo sin entender como no has entendido si te lo conté ayer 2 veces- dice- pero si necesitas una tercera ves te lo diré.
-Gracias.
-Ayer cuando me dejaste entre en la casa y cerré todas las ventanas y mi madre me miro como sí fuera un loco, después me encerré en mi cuarto y no salí de el en una hora, hasta que mi hermana me grito que bajara a cenar y baje las escaleras, no me di cuenta cuando mi hermana caminaba hacia mi y choco contra mi cuerpo retrocedió unos pasos y choco con una ventana accidentalmente, esta se abrió y mire a la luna, sin más me negué a cenar y volví a la parte de arriba corriendo encerrándome en el baño abrí la llave y comencé a llenar la tina de mi casa, abrí la ventana para que entrara la luz de la luna, me metí en ella y me sumergí durante 20 minutos.
-Eso acelerara tu cambio.
-Lo se- afirma- pero no pude evitarlo vi a la luna y pues....
Se alzó su playera negra un poco y pude ver como unas pequeñas escamas aparecían, este tema estaba comenzando a darme miedo y por sí fuera poco jamás había visto a un humano convertirse en un tritón, y mucho menos evolucionar. A pero el abdomen marcado que tenía Emiliano era para chuparse los dedos. Espera, que estoy diciendo, es un humano y yo una sirena.
Mire el café que tenía en frente y lo bebí de un trago y no dudé en pararme rápidamente y apresurarme un salir de la cafetría, no podía pasar ahí más tiempo sentada y quieta como una almeja marina, necesitaba moverme o si no me quedaría dormida.
-Oye!! Espérame.!!
Emiliano salió detrás de mi y llego rápidamente a mi lado dando traspiés y con la respiración agitada, no terminaba de entender como era que los humanos se cansaban con tan sólo trotar un poco, lo de caerse ya lo había entendido, me había caído demasiadas veces en estos días y mira que ya tengo claro que es demasiado complicado tener un par de pies.
-¿Estas lista para el instituto mañana?
Ya lo había olvidado, hoy era domingo y mañana Lunes Emiliano regresaría a sus clases en el instituto de los humanos, que era parecido a las clases que tomaba con mi tutor en por así decirlo el palacio del invierno.
-Puede ser
-Sólo que hay un pequeño problema....
Emiliano se plantó frente a mi y detuvo mi torpe caminar, tomo uno de los mechones de mi cabello y lo levantó dejando al descubierto mis marcas de sirena.
-No permiten tener tatuajes a los estudiantes.
Era de esperarse, de hecho, Chris y Estibaliz habían mencionado algo parecido y por ende compraron el día de las compras un maquillaje del tono de mi piel, que al parecer era el más blanco que había, ups.
Ya me había acostumbrado a las emociones humanas en la calle y algunas veces de lugares cerrados, a lo que me preocupaba que pasaría al estar en un salón con otros 26 o 30 estudiantes adolescentes hormonales con las emociones más fuertes y desesperadas , caracoles marinos no era algo para lo que estaba lista.
-E comprado un bote de maquillaje, tranquilízate.- cuando e terminado de decir esto hago que suelte mi pelo al agitar un poco mi mano y moverme a un lado para poder seguir andando.
-Vale, vale sólo me e preocupado un poco-sabía que el ya se había girado y comenzado a caminar para quedar a la mía-ya que, pues, el director es bastante estrictos en ese aspecto y sería muy malo que entrarás a la dirección el primer día.