Bajo el Muérdago

Capitulo XII

Aitana

No debí comentar "prometido", pero era la única manera de alejar a esa mujer de aquí, bueno, tal vez habría otra manera, pero eso fue lo primero que se me ocurrió.

—¿Cómo es posible que aún estés así, embobado, a pesar del tiempo? —cuestiona Maritza mirándolo con una sonrisa.

—¿Y cómo no estarlo?, hermana. No ves que ella es una mujer hermosa, inteligente, encantadora, con carácter, es fascinante. —responde él sin dejar de verme. —Y es una maravillosa madre.

¿Por qué tenía que decir todo eso y delante de ella? Yo lo miro toda embobada, y acelera mi pobre corazoncito al escucharlo adularme de esa manera. Hace tanto tiempo que no me sentía de esta manera que me resulta imposible de creer que me pase.

Ella se le acerca y le da un abrazo.

—Bien guardadito tenías que te ibas a casar, hermanito. ¿Cuándo pretendías decírnoslo? Pero de verdad me alegro, tu felicidad es importante para nosotros. Deja que nuestros padres se enteren, estarán más que felices. —ella sonríe y él también.

Cuando pienso aclarar las cosas no puedo porque en ese momento aparecen las niñas con varias muñecas en brazos.

La mañana y la tarde la pasamos hablando, riendo, jugando, comiendo, contando anécdotas junto a las niñas y Maritza que se quedó, y me pidió que no le llamara así, que prefiere que le digan Mary ya que seremos familia, no dije nada para no hacerla sentir mal y arruinar el momento.

Paola es un encanto, Jimmy se quedó corto cuando la describió, es tierna, amable y muy risueña, tiene parecido a mi niña y en lo que más se parecen es que hablan mucho y las dos juntas son un torbellino.

—¿Recuerdas que te dije que ambas se iban a conocer y que se llevarían de maravilla? —me dice Jim con una gran sonrisa, asiento tratando de no reírme. —Se ha cumplido y estoy seguro de que de ahora en adelante no habrá quienes las separen. Como en nuestro caso, el destino nos ha unido, mi bella Aitana, y nada ni nadie me alejará de ti, haré lo que sea para que no te apartes ni un momento de mi lado.

Escucharlo ha hecho que mi corazón se acelere, y sienta que mi cara se sonroja. Ambos nos vemos a los ojos y puedo ver un brillo en los de él. Yo aún no puedo creer que él aún siga enamorado de mí, ¿cómo es eso posible? Tengo que hablar de eso con él, pero de mi boca no sale palabra, me he quedado cautivada por su sonrisa tan encantadora, que me emociona.

Puedo ver cómo se va acercando a mí, sé que me va a besar, no niego que es lo que quiero, lo deseo, pero recuerdo que no estamos solos, me levanto de golpe del sofá que hace que él me mire confundido. Me alejo caminando hacia la cocina.

Mientras estoy en la cocina tomando agua para calmar todo lo que él me ocasiona, nerviosismo, calor, más nervios. Veo entrar a Paola y mi hija. Ambas se miran con complicidad.

—Aitana, ¿vas a volver a visitarme? —Paola me mira con una gran sonrisa.

Cuando termino de tomarme el segundo vaso de agua, me agacho para quedar a su altura.

—¿Quieres que vuelva a verte? —asiente con emoción. —Está bien, pero tendrás que visitarme tú también. —aseguro con una sonrisa.

—Siiii, papi me va a llevar, y llevaré mis muñecas para jugar con Aury, que será mi hermanita, ya que tú y papi se van a casar. —Paola sonríe, se lanza a mis brazos y me abraza con fuerza.

Me quedo sin palabras ante lo que comenta, miro a mi hija y ella sonríe con mucha emoción, seguro ella le mencionó ese detalle. ¿Qué haré con ella?

—Corazón, ¿quién te dijo eso de que me casaré con tu padre? —pregunto dejando de abrazarla y viéndola con preocupación.

Su sonrisa es enorme, me mira con ilusión. Y es obvio que no pienso contradecirla en nada, no le voy a romper el corazoncito tan cruelmente.

—Aury dijo que mi papa será su papa, eso quiere decir que tú te vas a casar con él, entonces, tú serás mi mama. ¿Quieres ser mi mami? ella nos dejó, por eso quiero que tú lo seas. —me responde con una gran sonrisa.

—Sí mami, por favor, tú puedes ser su mama, y Jimmy será mi papa, así seremos hermanas. —sucumbe mi niña con una sonrisa mientras que abraza a Paola.

Cuando pienso en responderles aparece Jim, haciéndome sentir aliviada, qué bueno que apareció, me ha salvado de decir una tontería que arruine todo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.