Bajo el poder de un mafioso

Capítulo 9

Señor A.

Luego de ir de compras fui directo a mi habitación a ducharme y mientras me jabonaba recordaba la pequeña escena de celos que me hizo Renata.

Sonreí.

El agua caía por mi musculoso cuerpo desnudo ¿Será que en realidad fueron celos, o todo lo malinterprete? Suspire por tercera vez al día, esa chica revuelve mi mente, mis emociones... Luego de un par de minutos ya había salido de la ducha y me encontraba con mi sastre quien acomodaba mi traje para la gran gala de esta noche, Hellen estaba sentada a mi lado mientras parado frente al espejo me encontraba.

—¡Estás advertido, no quiero shows esta noche! —aclaró Hellen tomando champán. Estire mis brazos para que el sastre me acomodara las mangas—Hacer shows es mi especialidad y contra eso no puedes oponerte, deberías tenerlo claro. —le repliqué usando mi maldito tono egocéntrico. Hellen se levantó elegantemente del sofá terminado todo su champán, camino hacia la puerta de mi habitación y se detuvo mirándome. —Lo tengo más que claro, solo pensé que quería comportarse ante Renata como una persona normal y buena.—Dijo con sinceridad y ¡Ouch! Siempre sus palabras dan justo en el blanco. Hellen tenía por milésima vez razón, hoy debo comportarme además estaré con el gobernador de la ciudad y mi comportamiento debe ser impecable si quiero pertenecer a su círculo social. Pienso asociarse por las buenas o malas con todo el gabinete del Estado, necesito libre acceso a los países bajos... Quiero expandir mi imperio y para hacerlo necesito el sello del gobernador de Nueva York para que mis barcos naveguen sin ningún problema. La gala de hoy es una simple fachada pues solo es planeada para someter al gobernador Henry, algunos de mis socios estarán pues quieren estar presente cuando estreche la mano del gobernador y mi imagen salga a la luz como un CEO multimillonario desde el comienzo nunca mostré mi rostro... Todos hablan  del hombre más peligroso y buscado, de un tal Andrés Allan Garrity pero nadie sabe como luce en realidad.

~*~

Todo está listo y las personas comienzan a llegar, estoy en el tercer despacho que me permite perfectamente visualizar quién va entrando al salón... Mandé a contratar a un violinista, la música clásica siempre me hace relajar. No he visto a Renata durante horas y se me comienza a notar el deseo de querer estar con ella, aun no supero que haya tenido celos hoy por mí.

Miraba por la ventana pensando en Renata y a la misma vez viendo quién iba llegando.

Tocan la puerta del despacho y doy permiso para que entren.

—¡El gobernador ha llegado! —indicó Hellen luciendo un vestido negro holgado con un collar de perlas. Luego vino hacia mí y acomodo mi corbata de lazo, sorbo un largo trago de mi vino dejando vacía la copa y salgo rumbo a encontrarme con el gobernador.

Me dirigí hacia el salón, apenas me vieron llegar todos comenzaron a saludarme... Les sonreía falsamente pues no conocía ni la mitad de personas que estaban hoy aquí, llegue al gobernador estirando mi mano mientras él hipnotizado la ignoró. Me enfurecí inclinando mi mirada que reflejaba odio. Dirijo mi vista a donde él estaba viendo y era a donde estaba Renata quien con su carita de ángel entraba inocentemente nerviosa y sonriendo al salón... Inmóvil quede apenas mirarla, lucía hermosamente espectacular con ese vestido rojo sensual... ¿Por qué siempre debe contradecirme? Le prohibí que comprara ese vestido.

¡Joder!

Me encontraba hipnotizado viendo hasta que él habló y al instante toda mi atención él capturó.

—Debes presentarme a esa puta, la quiero hoy en mi cama.—me expresó  el gobernador sumamente asqueroso sin quitarle la mirada encima a mi Renata.

Apreté fuerte mi mandíbula para controlar mis deseos de volarle los sesos en este momento, mis dedos se retorcieron pues mi mente me ordenaba que lo matara aquí mismo delante de todos.

Reí falsamente enloquecido.

—¿Qué tal si pasamos a mi despacho, gobernador? —le pregunté conteniendo mi ira y él asintió yendo conmigo al despacho sin prestarle atención a mi mirada desquiciada. Uno de sus escoltas lo acompañó y desgraciadamente hasta ahí llego pues, ordene que lo mataran silenciosamente apenas entramos al oscuro pasillo que conducía hacia la bodega de tortura donde acostumbro castigar a los que me traicionan.

Teníamos varios minutos caminando.

—¿Está muy lejos su despacho señor A? —indicó sin saber que su escolta murió.

—Sí, la mansión es muy grande ¡Debo disculparme por eso! —el gobernador caminaba detrás de mí, y detrás de él estaba uno de mis hombres.

—¡Oh! Descuide, me suele pasar lo mismo con la mía—rió. Sin imaginarse que estaba a punto de volar al más allá.

Minutos después había llegado al destino, y no, no era mi despacho sino al sótano donde asesino personas desleales conmigo y cualquier otra que se cruce en mí camino. Aunque eso ya te lo había dicho.

Cerré las puertas violentamente y el gobernador asustado se colocó.

—¿Qué hacemos aquí? ¿Pensé que iríamos a su despacho?—miró a su alrededor y vio que todo estaba completamente oscuro y solitario—¿Dónde está mi escolta? —preguntó temeroso.

Me quite el traje y recogí mis mangas.

—¿Le ha gustado la chica del vestido rojo? —pregunté serio y cortante.

—¿De qué habla? ¡Ordenó que me saqué de aquí!—vino a mí violentó y saque mi arma al momento, lo apunte en su puto rostro y se detuvo temblando. —¿Le he preguntado si la chica le ha gustado? —volví a repetir mirándolo fijamente serio.

 —Solo me ha parecido linda.—expresó nervioso.

Deje de apuntarlo, caminé en círculo alrededor de él y me detuve cercanamente enfrente de su cara.

—¡La has llamado puta y has dicho que te la quieres coger! —Mi mirada estaba en blanco y el gobernador temblando—¡Arrodíllate! —ordene y no me obedeció—¡Arrodíllate! —le grite furioso y enseguida bañado de orina asintió.—¡Por favor, no lo hagas! ¡Te lo suplicó! —llorando me pidió mientras mi arma lo apuntaba, me encontraba putamente cejado por la ira. —Has llamado puta a la mujer que amo—lo miré fijamente—Y eso no lo puedo permitir.—¡Plommm! —Del gatillo directo a su cien jalee.



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En el texto hay: mafia, drama, amor

Editado: 02.07.2023

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