Bajo el poder de un mafioso

Capitulo 26

Luego de esa noche perfecta junto a él amaneció con un enorme y radiante sol anunciando así nuestra boda. No había estado nunca antes tan emocionada, al principio cuando Andrés me dijo que nos casaríamos me asuste, creí que entraría en duda como lo hice con Lucas pero estoy segura de dar este paso tan importante con el amor de mi vida.

A penas desperté Andrés se había ido de mi lado, él creí firmemente que “El novio no debe ver a la novia ante de la boda” Así que se levantó muy temprano y me lo dejo saber con una carta que vi a mi lado.

“Mi amada Reni...

Hoy es nuestro gran día, hoy te convertirás en mi mujer hasta envejecer porque no pienso soltarte tan facil... Te has convertido en mi luz, la luz que ilumino mi vida cuando estaba en la oscuridad, espero que hoy en el altar veas en mí el amor que siento por ti, porque pequeña jamás había mostrado mis sentimientos antes por una mujer hasta que llegaste tú.

Te amo.”

¡Dios! Morí de amor ¿Cómo no hacerlo, no?

Suspire.

Tocan mi puerta y me dirigí abrir, a penas abro sobre salto un poco de impresión pues miles de personas se apoderaron de mi habitación.

Armaron un estante con miles de maquillajes, tenían mi vestido colgado en la pared y Alison enseguida tomo mi mano jalándome hacia un enorme espejo donde me sentó. Estaba estática, me estaban tratando como una reina y no sabía cómo reaccionar hacia tanta atención y lujos.

Un chico con mucha carisma y hablando genial se acercó a mi cara para maquillarme. —¡Quedarás  fabulosa querida! —expresó muy carismático y le sonreí.

—Eso es lo que quiero. —le comenté muy feliz.

Él no dejaba de sonreír  y de colocarme maquillaje, nunca antes había usado tanto.

Mientras me colocaban muchos cosméticos, los demás se movían rápido...Algunas personas preparaban mi vestido el cual aún no he visto, otros se encargaban de la comida y los demás preparaban en las pelucas el diseño de peinado que me iba a presentar

Alison monitoreaba a todos pero al ver mi cara de preocupación por el espejo se acercó enseguida a mí.

—¿Qué sucede? Es tú gran día, no deberías tener esa mirada. —Dijo.

Alce mi mano para detener  todo un momento, el chico que me maquillando los parpados, se detuvo y al instante fije mi mirada en Alison. —¿A qué te refieres? ¿Cual mirada tengo? —le pregunté confundida hasta donde yo sé estaba sumamente feliz por este día.

Alison suspiró.

—Tienes la mirada triste, como si hoy fuera tu juicio de muerte.

Me sorprendí por lo que dijo.

—¡Vaya! ¡No! —mis ojos se expandieron—No es lo que quiero transmitir, hoy  es el mejor día de mi vida, hablo en serio estoy muy feliz—exprese sonriente.

—Ok. Solo mantén esa sonrisa hasta el final... —pidió dulcemente y siguió en su trabajo.

Tiempo despues habían terminado con mi maquillaje, pensé que no me gustaría pero me equivoque, el chico me había hecho un hermoso, casual y sencillo maquillaje donde resalto mis profundos ojos.... Mis labios los hizo ver natural con un rosa pálido mientras mis mejillas destacaban con un suave colorete para verme sensual.

Luego unas chicas se acercaron a mí con el vestido de novia,  tenia nervios no sabía que vestido me había escogido Alison.

Me metieron al probador con los ojos tapados y cuando estuve ahí me dejaron verme.. Mi... ¡Oh! Por. Dios. ¡Wow! Espectacular vestido tallado a la cintura con un fabuloso descote de espalda baja y el encaje en las mangas me fascino.... Llore de alegría. Unas lagrimas a parecieron por mi rostro, siempre había soñado con uno así.

Estaba perdida en mis emociones viendo el vestido.

—No llores arruinaras el maquillaje. —me susurraron y me seque enseguida las lagrimas con cuidado.

Después me tomaron y me ayudaron a colocármelo, fue algo difícil, el vestido pesaba mucho... Me colocaron mis tacones y estaba casi lista.

“Solo desearía que mi familia estuviera aquí” —murmuré.

Suspire nostálgica.

 Señor A.

Estaba listo desde hace varios minutos, me encontraba en mi despacho esperando que me dijeran para salir hasta el altar... El corazón me late fuerte y mis manos sudan, jamás había estado tan nervioso y mírame ahora, muriendo de nervios por mi boda.

Suspiré.

Miraba a los invitados por mi enorme ventana que daba hasta el patio y tomé un sorbo de whisky que tenía en mi mano.

Tocan mi puerta y expresó–¡Adelante!

Giró al escuchar la manilla moverse y entra una hermosa mujer... Charlotte.

Quedé sorprendido.

Camino sensualmente hacia mí.

–Espero ver llegado a tiempo... –su voz siempre calmada y erótica uso.

–Aun no ha comenzado. –Fije mi mirada neutral hacia ella– Además el evento es afuera ¿Qué haces aquí? –le pregunté, ella siempre hace las cosas por algo, si esta aquí en mi despacho es porque quiere algo.

Me miró y sonrió de forma picara. Se mordió suavemente los labios mientras miraba el cierre de mi pantalón.

–Solo quería verte antes de que te casarás. –se dio la vuelta y camino hacia la puerta–Nos vemos en el altar aunque no sea como marido y mujer. –expresó riendo y se marchó.

Estaba mujer está loca, mi padre siempre tuvo razón menos mal no me case con ella.

Suspiré.

Me encontraba junto al padre esperando la llegada de Renata, veía a todos y estaban felices, Hellen sonreí  y pocas veces lo hacía, mis empleados lloraban y eso me asustaba no sabía que les importaba tanto.  El lugar había quedado hermosamente simple y glamuroso, la combinación de blanco y dorado jugaba bien con las rosas escarchadas...

Mis nervios se fueron incrementando minuto tras minutos, no sabía nada de Renata desde hace horas y mientras más espero más nervioso me colocaba.

¿Cuándo llegará? –la pregunta se repetía como disco rayado por toda mi mente.



#873 en Novela romántica
#325 en Chick lit

En el texto hay: mafia, drama, amor

Editado: 02.07.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.