Bajo la llave de la ilusión

Capítulo 6- 03 de marzo del 2022, poema

Habían pasado tres días desde que pasó aquel evento en el que Christopher volvió a poner mi estabilidad mental de cabeza. Diversas cuestiones, dudas, incógnitas, nacieron e hicieron tumulto en puertas de razón y respuesta. Todas y cada una provenían del mismo lugar, un lugar que, a decir verdad, yo desconozco por completo, entonces, ¿cómo podría responderles yo?, ¿cómo cuando no conozco su lugar de origen?, me encontraba desarmado, y no sabía qué hacer para calmar su hambre y sed de respuesta.

Llegué al lugar en donde desempeño mis prácticas y los demás aún no llegaban, así que, se me ocurrió algo para mantenerlas ocupadas, narrar aquel día, en un poema. Recuerdo que ese día no se me asignaron tareas con anterioridad, y la persona encargada de mí llegaba dos horas después a mí, de manera que tenía tiempo para escribir, y así lo hice, trayendo a la vida el siguiente poema:

 

¿Qué pasó el lunes?

¿Qué pasó el lunes?

El cielo desterró sus nubes,

dejando al sol brillar,

sobre el mar de agua salada en tu mirada.

 

Una charla ordinaria,

almacenándose como extraordinaria;

giraste en el pasillo,

espontáneo y cruelmente preciso,

para pasar por delante mío.

 

Traté de actuar normal,

contenerme y no mirar,

a la silueta de tu cuerpo,

que ante mis ojos sigue siendo la de un dios griego.

 

Perdí la batalla,

y mis ojos encontraron tu mirada,

hiciste que el corazón se me parará,

dispuesto a hacer solo nada,

impidiéndome saltar la valla,

que me separa de tu vida anhelada.

 

Tus pies redujeron la velocidad,

casi creyendo que te detendrías a charlar,

anhelándolo y temiéndolo,

aún sigo en medio del valor y el miedo.

 

Llámame loco si quieres,

ríete de mí a creces,

pero algo dentro de mí repite,

que algo querías decirme;

ese mirar no fue ordinario,

apuesto a que necesitas decirme algo,

odio o amor,

da igual, te sugiero demostrar valor.

 

Seguiste tu camino,

mas la tensión se quedó conmigo,

reemplazando al oxígeno,

dentro de mi pecho oprimido.

 

Ella se giró a verme,

estaba tan desconcertada como yo,

¿qué es lo que busca al mirarme?

solo me orilla a sentir más dolor,

la incertidumbre comienza a embargarme,

sigo sintiendo igual de fuerte tu atracción,

pretendo convencerme de que intentarlo una vez más puede derrumbarme,

osado me adelanto y entierro este hoy.

 

He decidido que no voy a pensar en ello,

si ha de pasar algo se lo dejo a él y al tiempo,

no voy a hundirme de nuevo en este mar desierto,

de tu atención y amor incierto.

 

No entiendo cómo es que sigo escribiéndole cosas como estas, aún me debato entre si es lindo, o pendejo, más de algo estoy sumamente seguro, esta es la forma en que yo expreso lo que siento, es la manera en que lo saco, en que no dejo que me consuma cuando hay ausencia de oídos ajenos a los míos.  

<<Señor>> me llaman de repente

<<Dígame>> respondo con autoridad, con sofisticación

<<Está capturado señor>> mi expresión se altera

<<Así que lo han capturado ya>> repito con una sonrisa

<<Mm algo así señor>> titubea y el desconcierto vuelve a mí

<<Explíquese>> le ordeno de inmediato

<<Mejor acompáñeme señor>> resopla levemente




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