No sé si te ha pasado que has estado en un lugar toda tu vida, donde todo lo que te rodea es perfecto, casa, escuela, amigos inclusive el chico de tus sueños te corresponde, hasta que un día todo se desmorona, tu madre dice que se mudan a otro lugar bueno a otro lugar no suena tan mal, hasta que comprendes que, ese otro lugar está a miles de kilómetros de distancia, separados por un gran océano.
Thania mi madre había encontrado un nuevo empleo en otro país, esto significaba que teníamos que cambiar de residencia, en su nuevo lugar de trabajo le habían conseguido una casa en una de las zonas residenciales más exclusivas y caras de Londres y hogar de muchos residentes prominentes. "Primrose Hill" al norte de Regent's Park. Desde donde hay una vista clara del centro de Londres.
- Mamá yo me quedo aquí, realmente no quiero irme -le imploré-
- Sophy no puedes quedarte mañana llegan los nuevos inquilinos. -Aseguró-.
-No importa yo me quedo en casa de Ceci, su mamá no vio ningún problema de que yo me quede allí con ellos, solo que... que hablara contigo a ver qué decías tú. -Le comente-.
-Sophie no me hagas perder la paciencia, Toma una bocanada de aire. -¿Qué te hace creer que te voy a dejar aquí?
-Quiero terminar el bachillerato con mis amigos. -Le inquirí-.
-Harás nuevos amigos allá no te preocupes. -Dice comprensiva mente-
-¿Quién te dijo que quiero amigos nuevos? -Le pregunte- -Yo quiero a los mismos ¿no puedes entenderlo?
-Ya basta Sophie, No te voy a dejar aquí y no voy a dejar atrás esta oportunidad, vamos a poder tener una casa propia y un mejor ingreso, entiende hija es por nuestro bien. Aquí ya no hay lugar para nosotros...
-Querrás decir que no hay lugar para ti.
-Ya basta Sophie te he tolerado mucho, pero ya es suficiente. Nos vamos y es mi última palabra. -Dijo mi madre con un tono de voz alto y alterado como su estado de ánimo-.
-Aghrr arruinas mi vida -le reproche-
-Lleva esto al carro ordenó Thania señalando unas cajas y ten mucho cuidado con eso ya que es frágil. Yo me encontraba tras el mesón de la cocina, el teléfono sonó y ella contestó.
-Hola amor ¿llegaste? Desde el otro lado del auricular le respondió Ricardo, no tengo la menor duda de que es él con quién ella habla ¿Qué te pareció la casa? preguntó ella. Aquella casa que a un no conocía pero ya se había ganado mi desprecio con todo lo que le pudiera rodear.
- Sophy por favor haz lo que te pedí ¿sí?... No aquí tiene un drama continuo. Tome una caja y salí al auto y coloque aquella caja con la pesada en la parte de atrás del coche. Al ver más allá estaban Am y Ceci se podía ver en ellas la esperanza viva en sus rostros, Cecilia camino rápido a mi encuentro dejando atrás a Mariam.
-¿Le dijiste a tu mamá? Pregunta Cecilia con un tono de voz esperanzador, algo que caracteriza a aquella chica de piel tostada y cabellos oscuros que junto a Am era mi mejor amiga desde la infancia.
- Si le dije, pero no me va a dejar quedarme aquí, su ego de "Buena Madre" no se lo permite. -Deja que yo hable con ella -comentó Mariam-.
-No le digas nada Am, a si venga el mismo Papa a pedírselo, ni por ser muy buena amiga de tu madre no va a cambiar de opinión.
-No quería esto Sophy, no quería que te fueras ¿ahora qué vamos a hacer sin ti? -Pregunto Ceci-
-¿Que más amiga? continuar, siguen siendo chicas inteligentes, hermosas y muy talentosas, para dónde vayan siempre la frente en alto. Otra cosa no me voy a otro planeta. -Dije restándole importancia al asunto-
Am saco una pequeña cajita azul brillante de uno de los bolsillos de sus jeans. -Esto es para ti recuérdenos. Tome la pequeña cajita -No lo veas ahorita lo ves cuando estés allá.
- Prometido -le aseguré-
Thania salió de aquella casa que guardaba tantos recuerdos gratos cerrando de un portazo tras ella.
-Hija ya no queda nada en la casa... Mariam, Cecilia que alegría verlas.
-Hola señora. Thania -dijo Ceci-
-Señora Thania hola -murmuró Marián-
-Se portan bien y mucho cuidado con los chicos... Abrazó a Ceci y luego a Am. -Cecilia por favor llévale esto a tu mamá entregando un manojo de llaves. Ella sabe qué hacer.
- No se preocupe ahorita mismo se las entrego, adiós Sophy adiós Señora Thania
- Adiós chicas -le respondió-
- Vamos Am.
- No es un adiós es un hasta luego. Murmuré en un tono de voz casi inaudible.
Se desvanecieron en la distancia. Mi madre ya se encontraba en el asiento del copiloto en el corola de Frank amigo de Ricardo tocando la bocina para que me subiera enseguida.
A partir de este momento comenzó mi nueva vida, suspiré al ver todo lo que dejaba atrás, quiero ser fuerte para no llorar en este momento soy fuerte, mi vida aquí había terminó, ya no podría estar con mis amigas, mis compañeros y hasta con el chico q me gusta. Ya todo quedaba en el pasado.
Mi mente vagaba a lo lejos, estaba perdida en un mar de pensamientos, los cuales iban y venía esporádicamente.
Descargamos las maletas en el aeropuerto y varias cajas que llevamos demás
-Adiós Frank.
- Cuídate Sophy -dijo- estrechándome entre sus brazos
Coloque la mochila sobre mis hombros tome una caja con un brazo y con la otra arrastre mi maleta. Entre al aeropuerto internacional Simón Bolívar, caminando por el largo pasillo con aquella obra de arte de Carlos Cruz Diez el cual baña de color el suelo de este recinto donde innumerables venezolanos y extranjeros Han caminando por él, ahora me tocaba a mí junto a mi madre. ¿Volveremos algún día a este hermoso país caribeño?
Llegue al control de la aerolínea con la cual viajaría, mientras esperaba a mi madre que venía junto a Frank que la ayudaba con el equipaje, cuando llego nuestro turno ella pasó.