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Capítulo 1 – Puertas que se abren

La música del set vibraba en el aire. Las luces se movían como si acompañaran los latidos acelerados de quienes estaban por entrar a La Casa de los Famosos México. Afuera, el público gritaba, coreando nombres con una energía contagiosa.

Elaine Haro respiró hondo antes de dar el primer paso. El vestido caía delicado sobre sus hombros, su sonrisa se mantenía firme… aunque en el pecho sentía un torbellino.

—Aquí vamos —murmuró para sí, cruzando la puerta.

Los abrazos, saludos y primeras bromas llenaron la sala. Entre tantas caras, una voz cálida y segura se coló detrás de ella.

—¿Eres Elaine? —preguntó un chico alto, con mirada intensa y sonrisa despreocupada.

Ella giró. Cabello rebelde, porte confiado: Aarón Mercury.

—Sí. Y tú eres Aarón, ¿verdad?

—El mismo —respondió él, estrechándole la mano—. Encantado.

No fue un saludo común. Hubo un segundo de más en ese contacto, una chispa silenciosa.

Más tarde, durante la presentación grupal, sus miradas se cruzaron varias veces. Elaine no lo buscaba… o eso quería creer.

En la cocina, horas después, él apareció junto a ella.

—Dicen que aquí es el corazón de la casa —comentó Aarón, apoyándose en la barra.

—Espero que sepas cocinar —dijo ella con una sonrisa traviesa.

—Depende… ¿prefieres postres o cenas elaboradas?

—Prefiero las sorpresas —replicó, y se alejó con paso ligero.

Aarón la observó irse, mordiéndose el labio. Tenía la sensación de que esos días no serían nada aburridos.