Alisson
Si mis hermanos se enteraran que de verdad iré a una "cita" con un chico seguramente ya lo hubieran matado, nunca fui a una, nunca le llamé la atención a un chico lo suficiente, o simplemente solo me veían como un monstruo que es lo más probable.
Fue una de las razones por las que acepté salir con Dániel, y estaba demasiado nerviosa, nunca tuve esa atención de parte de nadie y se sentía demasiado bien.
A las 5:30 ya había retocado mi maquillaje unas 5 veces y cambiado unas 10, incluso acudí a una videollamada con Jax para que me recomendara que vestir, aunque no le dije que iba a una cita. Bajé a sentarme en el cómodo sofá para esperarlo mientras le respondía mensajes a mis hermanos y padres.
Al parecer Collins había conocido a una chica y Connor afirma que está enamorado, cosa que dudo, ninguno de mis hermanos está casado ni tienen novias, son unos jugadores, totalmente.
Los extraño, pero no como para volver a casa y ellos entendían mi decisión, aunque papa me dijo que no me sorprendiera si un día lo conseguía aquí, y no quisiera eso, con mi creciente amistad con Key no me gustaría que el viniera, sé que haré que hagan muchas preguntas y no quiero eso, aquí me tratan como una chica más y no quiero arruinarlo.
Ya eran las 6:10 y aún no había llegado, quizás estaba siendo paranoica y se aparecería en cualquier momento, la verdad me esforcé para estar linda, a pesar que solo era pizza y cine, quise estar un poco a su altura.
Utilizaba jeanes claros con un crop top blanco sencillos, con mis tenis y chaqueta de cuero, llevaba el cabellos suelto y liso (si, dure como 2 horas planchándolo) quería dar una buena impresión.
Se hicieron las 6:30 y aun nada, no quise pensar en nada excepto que solo se confundió con respecto a la hora, pero pasaron las 7, y seguían en la sala, con hambre.
A las 8:30, me digne a que no llegaría, no sabía si estar triste o enojarme, opte por las dos, supongo que solo me tomo de estúpida y quería dejarme esperando, nada que no me hayan hecho antes, pero esta vez me dolió, se vio muy sincero al invitarme, incluso llegue a pensar que la pasaríamos bien ya que esta tarde entre bromas y charla estábamos bien. Solo jugo conmigo, y yo se lo permití, no se en que estaba pensando.
Subí a mi habitación, quite el maquillaje y me cambie, no esperaría, me puse mi pijama y trence mi cabello, luego baje a ver que hacía de comer.
Todo el rato que estuve en la cocina me la pasé viendo por la ventana que daba al frente, su carro estaba ahí, así que probablemente seguía ahí.
Me dispuse a no seguir pensando en el, comí y me fui a mi habitación, me dormiría y mañana esto habrá sido solo un mal sueño.
Me dormí casi al instante.
Me desperté por el ruido de mi teléfono en algún lugar de mi habitación, me tuve que parar a buscarlo, me paso por la cabeza que podría ser Dániel, pero nunca habíamos intercambiado números.
Cuando por fin lo conseguí vi que era mi madre, a las 7 de la mañana, era sábado así que no tenía clase.
—Hola, madre —digo contestándole, ella es la única amiga que he tenido aparte de Keyla, mi madre era la mejor dando consejos y éramos muy unidas.
—Mi niña, ¿Cómo estás? —pregunta con su tono dulce.
—Bien, nada especia ¿y tu? —me resistí de decirle de Dániel, pero no quería sintiendo lastima por que me dejaron plantada.
—Todos estamos bien, solo quería recordarte que Adam cumple años el próximo fin de semana, esperaba que fueras a visitarlo— Adam es el mayor de mis hermanos, es el único por parte de mi mama, Connor y Collins son gemelos pero no son hijos de mi madre, aunque ella los trate así, su madre es una perra, mi papa la dejo antes de conocer a mi madre, Adam hace mucho tiempo no vive con nosotros se mudó a una ciudad vecina de donde estoy, tengo unos cuantos meses sin verlo— No quiero que este solo —Se por el tono de voz de mi madre que está a punto de llorar.
—Tranquila, mami, pienso irme el viernes en la tarde, estaré con el hasta el domingo por la mañana.
—Está bien, dime, ¿Qué has hecho? Cuéntame —dice y procedo a contarle un poco a mi madre de las últimas semanas dejando de lado a cierta persona que me dejo plantada.
Cuando por fin corto el teléfono voy al baño hacer mis necesidades y luego bajo a buscar que comer, aunque quisiera ya no podría volver a dormir.
Cuando llego abajo tocan el timbre y voy a ella, Dániel estaba ahí con una pequeña de bolsa papel y con cara de arrepentimiento.
—De verdad perdóname —dice apenas abrí— anoche mi padre necesitaba mi ayuda en algo y no me pude negar, ya estaba listo para salir cuando me solicito —se veía tan sincero.
—No importa, ya que —le digo indiferente, no quería molestarme solo que, por Dios, eso fue humillante.
—Si importa, sé que debí venir a avisarte, pero no me dio tiempo —dijo aun arrepentido.
—Bueno, está bien —dije sin ánimos de apartarme de la puerta e invitarlo a pasar.
—He traído las mejores empanadas del mundo para recompensarte —dice alzando la bolsa— Esperaba desayunar contigo.
—No era necesario —respondí ya resignándome y dejando que pase y me siga a la cocina.
—Perdón, de verdad.
—No es la primera vez que resulto plantada, Dániel, deja de disculparte —digo un poco fría, mientras me volteo a preparar el café.