Balance (trilogía Mørke lys I)

Capítulo 39

Alisson

Cristine Blackmad era muchas cosas, hermosa, valiente, fuerte y honorable pero la que más la hacia digna de admiración era el amor por sus hijos. 

Hoy todo había salido de maravilla gracias a ella, tuvimos un gran almuerzo con toda la familia, entendía el gran amor que sus hijos tenían por ella, anhela ser como ella, pero se que era imposible. 

Soy una mentirosa, débil y no puedo tener hijos. 

Algo que desde muy temprana edad ya sabia, era imposible para mi quedar embarazada bajo cualquier circunstancia, no obstante, el anhelo no se va. 

Observo el maravilloso hombre a mi lado y me doy cuenta lo afortunada que he sido todos estos meses, esta gran familia me ha abierto las puertas de su casa, y de su vida, y yo los amo, a todos, y se que tengo que hacer algo para recompensarles por mi mentira, les regresaré a Damian, lo encontraré, esta familia merece todo lo bonito de la vida. 

—Ven cariño —llama Dániel para que vuelva a subir en su espalda, todos los demás se habían adelantado y yo bien obediente hago lo que me pide y empieza a correr 

¿Como le explico a mi prometido que yo puedo correr mucho más rápido que el? ¿que tengo 0% de sangre humana en mi cuerpo? por que ya esto no se trata de odiar a los mork o no, por que ya me ha confesado que piensa que no todos son malos, esto será por el sin fin de mis mentiras, ya había tardado demasiado, joder me propuso matrimonio y le dije que si, sabiendo que guardo algo tan gran que lo más probable es que no se me quiera acercar más nunca en su vida. 

Esta siendo egoísta, lo sé, pero yo me puse en este camino, ahora solo tomaré el tiempo para encontrar a Damian y hablaré con el. 

—Te noto callada —dice cuando llegamos al otro lado del bosque donde esta la carretera, aun están todos ahí. 

—Solo estoy pensando —respondo bajando de su espalda y dándole la mano para caminar a donde se encuentran los demás ¿ahora que planearan?

—Iremos a la casa de nuestros padres a una pequeña fiesta, aun es temprano —Dice Hunter. 

—Tenemos planes... —dice Niel dejando un poco la pregunta en el aire, quería ir al apartamento pero se notaba que quisiera un poco más de tiempo con su familia. 

—Iremos —respondo por el. 

—Perfecto, pongámonos en marcha —dice Cristine pero justo en ese momento una refaga de viento  nos golpea, aun es temprano pero empezó a oscurecer de una forma fantasmal y espeluznante, muy de repente como para ser un cambio de clima normal. 

—Hay un mork aquí —Dice Dániel confirmando mis sospechas— Nena, entra al auto y no salgas —me dice y dudo un poco— Por favor —pide y no me queda otra opción que obedecer.

Entro al coche del Artur y espero sin hacer ruido, todos se habían quedado paralizados esperando, ansiosos. 

Lo sentí sin previo aviso, me moví un poco para ver mejor lo que pasaba y mierda. 

Demon 

Habian unos 10 demon viniendo, Bri y Sara se apresuraron al auto donde yo me encontraba y entraron asustadas cuando los demás empezaron a actuar contra ellos, era un ataque directo y quien sea el mork no podía dejar que me viera. 

—Nunca había visto tantos juntos —susurra Brithany con la mano en su abultado vientre. 

—Los chicos los detendrán —dice Sara viendo por la ventanilla al igual que yo, Hunter fue el primero en atacar, de su mano salio una gran fuente de energía flamante golpeando a uno de los Demon, este intento atacar de vuelta pero lo paralizo cuando saco una daga de cuarzo y la enterró en su pecho. 

Los demás estaban peleando a su manera, Keyla, Rose y Cristine atacaban a lo lejos lanzando bolas de energía de tonos azules y blanco junto a ellas estaba Artur y Jonh intentando desviar los aros de fuego que lanzaban los demon, a la distancia Thomas peleaba con dos al igual que Mike, ambos rápidos y ágiles, pero no tanto como Dániel, el ya había matado a dos, sus manos al igual que las de sus hermanos estaban de un tono azul brillante, mataba a todo el que se le metiera en el camino. 

—Ay dios —dice Sara tomándose el hombro, enseguida volteo a ver a Jonh, le habían dado en el hombre y Artur lo cubría, Jonh volvió a levantarse y volteo a ver a Sara, tenia su cara de angustia y miedo por su esposo — El esta bien, ya no duele — aclara. 

Cuando pensaron que ya habían acabado con todos, caen de la nada otros 10 a mitad de la carretera y vuelven a la lucha, Rose y Keyla seguían luchando y ayudando, Dániel estaba rodeado por tres más, yo no podía con todo esto, debería estar ayudando no aquí. 

—¿Que carajos haces? —exclama Bri cuando ve que tengo la mano lista para abrir la puerta— No puedes salir —dice duramente. 

—Pero... 

—No, quédate tranquila, estarán bien, estoy segura —dice Sara mirándome preocupada pero antes de poder responder la puerta a mi lado se abre. 

—Un gusto verlas a todas —dice una voz desconocida haciéndome girar encontrándome cara a cara con un demon. 

Cuando me ve me toma con fuerza la mano sacándome de un tirón a pesar de los gritos de las chicas.

—A el jefe no le gusta que te metas en sus asuntos —dice en mi oído antes de tomarme mi cabello y lanzándome al piso— Vamos, ¿aquí no eres tan valiente? mataste a mi hermano —me provoca. 

—No se de que hablas —respondo. 

—Lo sabes perfectamente, lo mataste con tus flechas, maldita —espeta e intenta acercase otra ves pero un fuerte rayo de luz se le clava en el pecho.

Niel. 

Estaba concentrado en el demon que tenia al frente, torció un poco su mano y el rayo se envolvió en cuello de este ahorcándolo poco a poco hasta que se desvaneció en nada más que polvo.

Se acerca a mi a la velocidad de la luz en me levanta, revisándome. 

¿Estas bien?

Si, solo me halo el cabello, pero estoy bien —respondo en su mente y reviso que paso con los demás, ya no habían más demon, Mike y Jonh están sacando a las chicas del auto que cuando me ven se lanza a abrazarme las dos embarazadas haciendo retroceder a Niel.




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