Dániel
Estaban hablando a mi alrededor, las personas iban y venían pero yo no podía reaccionar a nada, había estado en shock desde lo que paso hace unas horas, las personas corrían para ayudar a las personas heridas, intentaban restaurar la seguridad de la academia.
¿Y yo? Estaba sentado en la sala de espera de el centro medico mirando la puerta por donde se la llevaron.
Me mintió.
La única persona a quien le confié mis sentimientos, me mintió y jugo conmigo, todo lo que hizo ahí afuera... mentiría si dijera que no tuve miedo, nunca había visto algo tan poderoso, sus ojos ya no eran sus ojos, no eran grises, estaban oscuros y la llama jugaba en ellos, su cabello era otra cosa, el fuego la rodeaba como si fuera una diosa.
Los mato a todos apenas moviendo su mano.
No me había movido de aquí desde que la trajeron, quería verle la cara, quería que me dijera por que carajos me mintió, me sentía tan herido y traicionado.
Robert y la mujer pelirroja que ahora sabia que era la madre de ella estaban sentados a un lado, los gemelos también estaban ahí, Robert había intentado hablar conmigo pero lo ignoré, Connor me veía mal pero su hermano no tenia ninguna expresión.
—Mamá —llama un hombre entrando, es un Mork y se acerca a la mujer pelirroja.
—Cariño —dice esta y se lanza a llorar a sus brazos.
—¿Como está Alisson? —pregunta y sus ojos pasan sobre mi y lo noto ligeramente sorprendido.
—Estable pero no despierta —responde Robert dándole un pequeño abrazo a este.
—Adam, se supone que la cuidarías —dice Connor yendo a su lado, aprovecho ese momento para levantarme ganándome sus miradas pero me daba igual, seguí hasta abrir la puerta donde se encontraba.
Pensé que me detendrían pero no lo intentaron, menos mal por que no estaba para tolerar a nadie.
Pase a la habitación y la vi en la cama, inconscientemente me acerque hasta llegar a su lado, ella no sentía dolor, solo estaba inconsciente.
Mi mano busco la suya e intente ayudarla a despertar, estuve como 1 hora intentando hasta casi me duermo recostado a la silla.
—¿Niel? —escucho su voz débilmente y levanto la cara.
Lo primero que noto son sus ojos, no habían cambiando, seguían siendo oscuros y el fuego estaba ahí, recordándome todo la rabia que tenia dentro de mi.
—Por favor, escúchame... —dice intentando incorporándose y buscando mi mano pero me alejo.
—Dime algo, ¿pensabas decírmelo? —pregunto pero no responde— ¿Querías seguir con este juego por toda la vida? ¿pensabas que nunca me iba a enterar que eras un maldito monstruo? —pregunto con la rabia cegandome— Te abrí mi corazón, Alisson, te entregue todo de mi, ¿y tu que? ¿me pagas con mentiras?
—Déjame explicarte ... —dice llorando.
—No quiero tus explicaciones, ya te he dado suficientes oportunidades para que me dijeras la verdad y no lo hiciste, pues yo no te quiero escuchar, no te quiero ver más nunca ¿me entiendes? Se acabó — termino y voy hacia la puerta pero esta me sigue.
—Dániel, yo te amo de verdad, esto nunca fue un juego para mi, yo tenia miedo —dice rápidamente tomando mi mano con fuerza inhumana.
—¿Miedo? Joder, Alisson, te pedí matrimonio, quería todo contigo, lo has jodido.
—No me dejes, por favor, perdóname, me quiero casar contigo y amarte, por favor —suplica con las lagrimas cayendo por su rostro.
—Yo también lo quería — digo acercándome y tomando su mano donde estaba el anillo— pero el balance se rompió —saco el anillo de su dedo y lo apretó en mi puño haciéndolo cenizas en segundos.
La observo aun con esos ojos raros tenia la mirada tan expresiva, lo notaba todo, el dolor, la pena y el miedo.
—¿Te has visto en un espejo? —pregunto burlón, quería que sufriera como yo lo estaba haciendo en este momento— pareces un monstruo, tus ojos no son más que una horrible danza de fuego ¿crees que me quedaría con alguien como tu? —termine y no espere respuestas, salí de ahí sin mirar a nadie.
Fui al salón principal donde estaba mi familia, no dijeron nada al verme solo nos fuimos a nuestra casa, no quería estar aquí, no quería estar cerca de ella.
Keyla había llorado cuando se dio cuenta de que Alisson estuvo mintiendo todo el tiempo, estaba molesta y no quiso ni ir a verla al igual que el resto de la familia.
Me sentía destruido, en todos estos meses había amado a alguien que era una falsa, una pantalla a lo que realmente era, el dolor lo tenia en todo mi ser.
Al llegar, notamos que la puerta principal estaba abierta y mi padre fue rápidamente, pero se detuvo abrutamente en la puerta.
Damian estaba saliendo de esta con Natalie.
Mi hermano estaba aquí.
Todos estábamos congelados viendo a mi hermano, por el que tanto habíamos luchado, estaba aquí, ahora...
Corrí hacia el y lo abracé, mi padre se nos unió y poco a poco estábamos todos juntos apretando a Damian, un lagrima corrió por mi mejilla y ni me molesté en apartarla, mi hermano estaba aquí, a salvo.
—Mi niño ¿como es que... ? —mi madre dejo la pregunta en el aire cuando un gran sollozo se le escapo.
—Logramos escapar —dice este le toma la mano a la chica a su lado— Espero que no se hayan olvidado de Natalie —dice.
—Claro que no —dice mi madre y la abraza también.
Todo era lagrimas y abrazos en todo el rato, pasamos y Damian nos contó donde estuvieron y que paso durante todo este tiempo, lo torturaron, lo tenían como un banquete para los demon, al igual que Natalie, con el tiempo se volvió tan poderosa con Damian, ya tenían su balance...
Alisson...
No volvió a su casa, no intento comunicarse con nadie de la familia y menos por el vinculo que para mi ya era como una maldición. Al caer la noche salí de la casa y me senté en el pórtico, estaba feliz por mi hermano pero no podía quedarme y ver a Natalie, una humana que según explicaron se vinculo por que la familia de su padre era Lys pero ella no lo sabia hasta hace poco, me recordaba a Alisson.