La contaminación del suelo y el agua
Debido a la basura electrónica es un problema grave y creciente a nivel mundial ya que los dispositivos electrónicos contienen metales pesados y sustancias químicas peligrosas como plomo, mercurio, cadmio, arsénico y retardantes de llama bromados. Cuando estos residuos no se gestionan adecuadamente y se desechan en vertederos o se incineran, las sustancias tóxicas pueden filtrarse al suelo y contaminar las fuentes de agua subterránea y superficial.
En los vertederos abiertos, la exposición a la intemperie provoca la degradación de los componentes electrónicos, liberando partículas tóxicas que contaminan el suelo. Además, la incineración de dispositivos genera gases tóxicos que se dispersan en el aire y residuos sólidos que se depositan en el terreno, afectando la calidad del suelo y el agua circundante. Esta contaminación puede perdurar durante décadas y afectar grandes áreas geográficas.
Problemas de salud asociados:
El contacto directo o indirecto con residuos electrónicos puede provocar graves problemas de salud, especialmente en comunidades cercanas a vertederos de basura electrónica o en trabajadores que se dedican al reciclaje informal. Algunos de los problemas más comunes incluyen:
Daños neurológicos: La exposición al plomo y al mercurio puede afectar el sistema nervioso central, provocando problemas cognitivos y motores, especialmente en niños.
Trastornos respiratorios: La inhalación de gases tóxicos durante la quema de dispositivos puede causar enfermedades pulmonares crónicas y asma.
Problemas renales y hepáticos: El cadmio puede acumularse en los riñones y provocar daños irreversibles, mientras que otras sustancias afectan la función hepática.
Alteraciones endocrinas: Algunos componentes electrónicos contienen sustancias que pueden interferir con el sistema hormonal, provocando trastornos reproductivos y problemas de desarrollo.
Cáncer: La exposición prolongada a ciertos metales pesados y productos químicos aumenta el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente en personas que manipulan residuos sin protección adecuada.
Casos emblemáticos a nivel mundial:
Agbogbloshie, Ghana: Uno de los vertederos de basura electrónica más grandes del mundo. Los residuos electrónicos, principalmente provenientes de Europa y América del Norte, son quemados para recuperar metales valiosos, liberando sustancias tóxicas que afectan gravemente la salud de los recicladores y contaminan el suelo y el agua.
Guiyu, China: Conocido como el mayor centro de reciclaje electrónico del mundo, donde miles de personas trabajan en condiciones insalubres desmantelando dispositivos electrónicos. Las concentraciones de plomo en el suelo superan hasta 400 veces los niveles considerados seguros.
Nueva Delhi, India: Los desechos electrónicos se manejan principalmente de manera informal, exponiendo a los trabajadores a riesgos graves de salud y contaminando el agua subterránea con metales pesados y químicos peligrosos.
Lagos, Nigeria: Recibe grandes cantidades de residuos electrónicos de países desarrollados. Muchas veces estos dispositivos no pueden repararse y terminan siendo quemados en vertederos abiertos, liberando sustancias tóxicas que afectan la salud pública.
Estos casos muestran cómo la gestión inadecuada de la basura electrónica puede provocar una crisis ambiental y de salud pública, especialmente en países en desarrollo que reciben residuos de naciones más industrializadas.