Capitulo 5 Even Hell
Este fin de semana seria algo particular. Solo había pasado 24 horas desde que mis padres se marcharon y sucedieron cosas que ni en un mes pensé que me sucederían a mi.
Estos eran de esos días que agradecía que Harlow apareciera, bueno digamos que la mitad de su motivación era por ver a Hassel y lo restante para saber de su mejor amiga, ósea mi persona. Al menos ella estaba aquí y no tendría que estar abajo mirando como ellos juegan videojuegos.
Le hice la ley del hielo a mi hermano esperando que al menos eso sirviera y de esa manera el me explicara las varias razones de llevarme a esa fiesta. Estaba segura esa información no la obtendría por parte de sus amigos ya que eran leales entre ellos.
Las chicas que han salido con estos chicos en el instituto tampoco entendían esa lealtad tan propia de ellos. Al menos Harvey no estaba aquí para sumarse al equipo de «guardamanos silencio » y dudo que Makenzie lo hubiera permitido hacer eso a su novio. Ella era la única que entendía un poco la manera de pensar de estos chicos.
Mi ley del hielo no duro mucho tiempo porque debía pedir permiso para salir. No iba a ir tan lejos solo a la casa de Harlow que era nuestra vecina. Tuve que negociar con mi hermano, Jared, para que me dejara salir y el tiempo que podía pasar fuera porque según él luego iríamos al supermercado a buscar las cosas de la lista. Sinceramente no me apetecía estar atrapada en casa con ellos.
Sin embargo, al salir de casa, una especie de alivio me invadió, como si estuviera escapando de una jaula invisible. Este fin de semana estaba siendo raro.
Antes de irme tome mi teléfono y las llaves de mi mochila mientras Harlow esperaba abajo en la sala. Daba igual si tenia que volver en dentro de diez minutos al menos tenia la llave conmigo y no tendría que esperar a que uno de los chicos me abriera la puerta.
—¿Crees que pueda ir con ustedes mas tarde? – pregunto mi amiga – Creo que mama necesita un bote de mantequilla de maní para las galletas de Harriet.
Rei porque sabia que se trataba de un pretexto, la mama de mi amiga siempre compraba dos botes de reserva al igual que mi mama porque a Liesel mi hermana pequeña también le gustan.
— Claro – sonreí – también podemos comprar algo de helado.
A pesar de que el camino a la casa de Harlow era corto sentí un escalofrió como si alguien nos observara, bueno mis vecinos estaban ni siquiera nos prestaban atención así que no podrían ser ellos. Solo había una persona en mi lista y podía ser mi hermano ya que Jared hizo demasiadas preguntas para asegurarse de que iría directamente a la casa de Harlow. Mi amiga se giro para ver algo.
— ¿Adivina a quien pille mirando en nuestra dirección? – pregunto ella con diversión.
No iba a girarme para ver como mi propio hermano desconfiaba de mi.
—No lo sé, ¿Jared? – respondí con la respuesta mas obvia.
— Es Trevor – ella agito su mano y alzo un poco su voz – En dos horas volvemos.
Ella se despidió agitando su mano. Pensé que se tratara de Jared y ni siquiera se me ocurrió que podría ser su amigo Trevor o Hassel.
—¿Acaso Jared piensa que vas a ir a otro sitio que no sea mi casa? – pregunto Harlow. – Solo fue conciencia ver a Trevor en el porche de tu casa.
— ¿Solo coincidencia? —repetí, levantando una ceja mientras seguíamos caminando—. Con Jared no hay coincidencias. Si Trevor está ahí, es porque quizás mi hermano se lo pidió.
Harlow me miró de reojo, con esa expresión suya entre curiosidad y fastidio. Era como si hubiéramos retrocedido en el tiempo cuando fuimos a nuestra primera fiesta y mi hermano nos vigilo toda la noche.
—No entiendo por qué tu hermano aun necesita tener a sus amigos vigilándote. ¿Le hiciste algo a Trevor?
Negué con la cabeza, tampoco le podía explicar a mi mejor amiga lo que paso anoche porque conociéndola ella me convencería para llevarla a ese lugar. Sentí otro escalofrió.
— No, no directamente. Pero desde que son pequeños los cuatro son como sombras. Donde esta uno también el resto de los chicos.
Llegamos a la entrada de su casa. Harlow abrió con su llave y me dejó pasar primero. El aire cálido y familiar del interior me tranquilizó un poco.
—Bueno – dijo mientras cerraba la puerta detrás de nosotras—, si van a vigilarte, al menos que lo hagan desde lejos. Aquí estas a salvo.
Harlow me dio un abrazo y revolvió mi pelo. Me senté en el sofá y me dejé caer hacia atrás, suspirando.
— Ojalá pudiera quedarme aquí mas de dos horas.
Harlow me lanzo una mirada seria esta vez.
— ¿Y si no volvieras hoy? – ella tomo asiento a mi lado.
La mire, sin entender muy bien del todo.
—¿Y si te quedaras aquí esta noche? —insistió—. Le escribes a Jared diciéndole que te quedaras conmigo. Mi madre estará feliz de saber que no me quedare sola en casa mientras lleva a mis hermanos al cine. – propuso su plan – Seguro que no le da un infarto por no tenerte vigilada por una noche.
Sonreí, pero la idea flotó en el aire, más tentadora de lo que quería admitir. Podía quedarme aquí y mi hermano podría salir con sus amigos a donde quisieran, así nuestro fin de semana no se arruinaría del todo.
Hasta ahora no me había percatado que nadie se encontraba en la planta baja. Un par de voces y un poco de ruido provenía de la parte de arriba, se escuchaba la voz de la mama de Harlow y de sus dos hermanos, Harriet y Henry.
— Hassel es lindo – dijo ella – muy aparte de la actitud de tu hermano. Ver a Hassel es la única parte positiva. Lastima que solo pueda verlo cuando viene a tu casa.
—Deberías buscar otra manera un poco mas casual – respondí – y fuera de mi casa.
Cambiar de tema era algo bueno.
— Lo siento por el ruido – señalo las escaleras – esta salida al cine los tiene emocionados.
—Lo entiendo —respondí, encogiéndome de hombros—. Yo también estaría emocionada si me llevaran al cine con dulces ilimitados.
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Editado: 07.05.2025