Park Sora

Park Sora

“Dicen que no hay dolor más grande que aquel que provoca el perder a un ser amado, que el
dolor de su pérdida puede marcar tanto nuestra vida que puede haber un antes y un después."

Perder a un padre amado cuando apenas tenía diecisiete años marcó la vida de Sora para siempre. Su madre era una artista de corazón que adoraba tocar el violín cada noche para su adorada familia, pero, que estudió veterinaria porque además era una amante de los animales. El padre de Sora era un médico cardiólogo que amaba salvar vidas tanto como amaba a sus hijas. Sora tan solo era mayor para su hermana menor, Yuwon, por apenas cuatro años.

Sora fue nombrada una de las mejores patinadoras sobre hielo jóvenes de su generación pues había patinado desde que tenía cinco años porque a su padre le encantaba tal deporte, y ella terminó amándolo más que él. Yuwon, al contrario, había aprendido gimnasia artística desde los seis años. Se podría decir que su vida era lo más cercano a un cuento de hadas, hasta que su querido padre falleció en un accidente de tránsito. Jamás pudo recuperarse de tal pérdida debido a que, para ella, él era su persona, con la que se sentía feliz a cada instante, y perderlo fue el golpe más duro de su vida. Así que optó por dejar su vida en Finlandia atrás y volver a su natal Corea del Sur.

Ella nunca se lo confesó a nadie, no obstante, su mayor sueño además del patinaje, era convertirse en una cantante y actriz famosa. Su padre siempre le decía que cantaba como los mismísimos ángeles, y al volver a Seúl se encontró con un mundo que la dejó perpleja. La industria del entretenimiento en Corea se había convertido en algo parecido a Hollywood, con grupos que bailaban y cantaban a la perfección. Sora se quedó en casa de su abuela paterna mientras investigaba sobre las mejores empresas que lideran la industria, notó que RV Entertaiment era el número uno en el mercado desde su fundación en 1995 con grupos como MUSE, Voyance y UNIQUE liderando la escena. Decidió prepararse antes de llevar a cabo
una audición y a principios de 2012, se atrevió a presentarse y como era obvio, terminó obteniendo un contrato como trainee en dicha empresa. Había empezado un nuevo capítulo en su vida y no buscaba arrepentimientos, solo deseaba convertirse en una estrella que brillara en lo más alto del cielo. Tenía veinte años y para muchos, ya se le consideraba bastante adulta para debutar, no obstante, ella sabía que las reglas se habían hecho para romperse y era tan obstinada, que nada ni nadie iba a hacerla cambiar de opinión. Así que con su asombrosa voz y su determinación se propuso debutar en un grupo que estuviera a la altura de su talento.