Behind the Mask: Vivir el sueño

Capítulo 2

Seola

—¿Qué fue lo que te hiciste esta vez? —Sora le interrogó a Hyori, quitándole la venda que la última llevaba en el brazo. A las demás les sorprendió ver la confianza que existía entre ambas.

—Un tatuaje de una rosa...Quiero decir, lo hecho, hecho está y un tatuaje no se puede borrar. —La ahora líder le respondió con descaro. —Y se puede cubrir con maquillaje, aunque como está recién hecho decidí cubrirlo así para que cuando alguien más se dé cuenta ya sea demasiado tarde. No porque quiera debutar tengo que actuar como una marioneta.

—Siempre tan rebelde, Lee Hyori...Más te vale comportarte ahora que vas a ser nuestra líder. —Quién según Minji era Sora, y por suerte no se equivocaba, le dio un golpe en el hombro a Hyori.

Sin duda para la más nueva, la líder era quien llamaba la atención; con su peculiar forma de hablar, sus marcadas expresiones y su actitud descarada. No podría olvidarse de ella ni en mil años.
—¿Crees que ser líder me va a cambiar? —la chica ruda se burló—. Nadie va a quitarme mi personalidad, aunque para ustedes actuaré como una madre.

—Ya sabes, si me rompo una pierna es tu responsabilidad. —Sora volvió a molestarla—.Uy, Lee Hyori, ahora tendré todo el tiempo del mundo para molestarte.

—Ya, ya, calla loca. Si me molestas, no dudes que te voy a dar un puñetazo. —Eran tan para cual, tal vez eran muy cercanas porque sus personalidades congenian muy bien. —Minji, es un gusto conocerte.

—También es un gusto para mí conocerlas a todas ustedes —apenas pudo decir, de pronto se sentía tan nerviosa y tímida que casi no podía hablar.

—Eunji sé que solo hemos hablado un par de veces y aun así creo que eres una muy linda chica, espero podamos compartir más ahora que somos un mismo grupo. Hana, me alegra saber que ahora también entrenarás con nosotras y Minji, espero que puedas llevarte muy bien con todas nosotras.

—Bueno, estar aquí con ustedes significó decirles a mis padres que no pienso volver a casa nunca más...Ustedes saben mejor que nadie que ellos no apoyan mis decisiones, sobre todo Haewon. —La chica de flequillo y cabello largo mencionó, Minji la reconoció como Hana.

Minji se mantuvo en silencio puesto que apenas conocía a las chicas. No deseaba decir algo que estuviera fuera de lugar, pensó que no debería incomodar a sus compañeras. Ya saben, la primera impresión es la que cuenta.

—Al menos no soy la única que tuvo que dejar a su familia de lado para estar aquí...—Sin darse cuenta, terminó confesándose en voz alta. La vida de Min-ji no había sido tan tranquila los últimos meses.

—¿En serio? Oh Minji, es que apenas sabemos nada de ti...—Hana murmuró, era una chica muy risueña y joven a pesar de todos los problemas que esta tenía en casa. Y es que ser hermana de Haewon, una famosa actriz, nunca había sido algo fácil de lidiar.

—Es que mis padres son abogados y son del tipo de persona que cree que la música no es algo que se considere un trabajo de verdad, y cuando supieron que fui aceptada en esta empresa prácticamente me dijeron que no vuelva puesto que el tiempo me enseñaría que me estaba equivocando al tomar esta decisión. Agachó la cabeza sintiendo que su pecho se oprimía. Es difícil entender que tu familia prefiere quedarse con sus prejuicios a entender la forma en la que eres.

—Pues, mi único objetivo es que este grupo resulte siendo tan famoso como mi hermana para poder demostrarles a todos los que me han juzgado y han menospreciado mis habilidades. Ellos no entienden que la actuación no es para mí, sin embargo, quieren que me dedique a ello. Nadie es dueño de mi vida, solamente yo. —Hana farfulló con ira.

—¿Tu hermana es realmente famosa? Disculpa la pregunta, he vivido en Estados Unidos los últimos diez años de mi vida. Apenas conozco a los grupos de música más famosos. —Se excusó con una sonrisa.

—Oh, sí, la hermana de Hana es una actriz bastante reconocida en Corea.

—¿Lo definirías así? Si todo mundo la conoce y la llaman la reina de la actuación.

Hana rodó los ojos, quizá su hermana no le agradaba demasiado.

—Haewon es muy buena en lo que hace, no voy a negarlo —susurró con desgano—. Pero eso no quita que es una falsa e hipócrita de mierda.

—En definitiva, la odias —Sora sentenció.

—Si la conocieras como es en realidad, créeme que también la odiarías tanto como yo. —Se mordió el labio.

—Sí, sí, lo sé, te creo Hana. Eres la presidenta del club de haters de Bae Haewon. —Mencionó con ironía.




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