Beloved

Capítulo 12

— ¡Marcha para que no haya prueba! 

Que linda manera de comenzar mi relato sobre el día en que volvemos a clases después de un dieciocho de Septiembre, gracias Camilo...

— Da Vinci una más y afuera terminarás — Advierte Yoda.

Volviendo a la realidad, la guerra de los clones ya fue superada, todo se debe al fracaso musical frente a todo el liceo. Resumiendo esa larga y trágica historia, el profe obligó a los alumnos de tres cursos a aprenderse una cueca y a presentarse en el acto, entre esos seleccionados el Segundo Medio B salió seleccionado.

El punto es, el día de la presentación no todos salieron, las cantantes desafinaron de forma fatal, los instrumentos sonaron horrible, lo peor de todo fue que el profe los sacó de clases y los hizo ensayar innumerables veces, tanto esfuerzo para nada.

 — ¡Da Vinci afuera! — Ahora el profe está encabronado y no hay nada que se pueda hacer para mejorar la situación.

Para nuestra desgracia justo nos toca consejo de curso en el último bloque, lo que resulta algo terrible considerando que el profesor de música/ Yoda es nuestro profesor jefe.

Dejo mi cabeza sobre mi mesa mientras observo el exterior. Los pájaros surcan el cielo, los profesores e inspectores caminan por los pasillos mientras conversan, algunos alumnos trotan en el patio y a lo lejos puedo divisar al profe de educación física corriendo — ¡¿Qué?! — Me levanto exaltada y salgo de la sala corriendo con los Jedi detrás mío para apoyarme en la baranda metálica de seguridad — Esto es un mal presagio.

Todos nos arrodillamos mientras agarramos nuestra cabeza con las manos — ¡Señor por favor perdona nuestros pecados! — Exclama la Victoria al dramatizar.

— ¿Qué les pa... ¡Conchasumadre! — Todos quedamos impactados, el profe acaba de gritar un garabato fuera de la sala. Les juro que la mayoría queda como Pikachu con la boca abierta — ¡Víctor deja de trotar! — Está bien, ahora tengo miedo. 

El profe Yoda acaba de salir corriendo detrás del otro profesor, quien al mirar hacia atrás y notar que lo persiguen, huye a toda velocidad — ¡ESTÁS DESTRUYENDO EL BALANCE UNIVERSAL! 

Con la Victoria y la Alex nos abrazamos aterradas — Neo tengo miedo — La cara de mis amigas muestra su preocupación, pero yo estoy peor.

— Victoria, dime que todo va a estar bien — Miro a mi amiga a los ojos y le acaricio la mejilla, para exagerar un poco más me dejo caer haciendo que ella me sostenga en sus brazos — Abrázame Vic — Agarro su hombro y hago quejidos falsos — Está oscureciendo — Hago la cabeza hacia un lado y finjo tener tos — Dile a la Profesora de Biología que dejé la maqueta bajo mi puesto — Todos nos rodean, estoy a un ápice de terminar mi cordura y atacarme de la risa.

— Una escena de la máscara ¿Es en serio? 

Escucho de parte de cierto mala leche, evidentemente el líder de los Sith está muy amargado como decir eso. Por algo no se puede tomar las cosas con humor.

— Dile al da Vinci que la chupe — Vuelvo a imitar los quejidos, pero esta vez toso en su cara — Lo siento — Finalmente me hago la muerta y luego de dos segundos de silencios todos estallamos a carcajadas.

— Que erí — Me enderezo y me río — ¿Volvamos a la sala? — Recobrando la cordura que perdí hace unos segundos miro a mi amiga y le digo que sí...

Solo pasan diez minutos y terminan las clases, el timbre suena indicando que somos libres de irnos a nuestras casas 

— ¿Y el profe Yoda? 

La pregunta de un Sith viene acompañada de un silencio momentáneo, sin embargo, gran parte del curso se encoge de hombros y van por sus cosas para abandonar el liceo — Mejor vámonos — Interviene otra compañera señalando a los profes que siguen corriendo, esto jamás lo podré superar.

— ¡UPS! 

 Mi teléfono está vibrando, lo que me obliga a sacarlo del bolsillo de mi polerón. La pantalla muestra el nombre de quien me llama y una sonrisa se forma en mis labios — Adiós chiquillos, los dejo — Con un gesto de mano me despido y me retiro del lugar.

Deslizando mi dedo sobre el celular, lo desbloqueo y acepto la vídeo llamada — Hola muyaya — Su carismática y amable son algo que ya se ha hecho parte de mi día a día, me he acostumbrado a su presencia. Saludo de vuelta y comenzamos a platicar...

Ya van tres meses que llevamos hablando y las cosas han ido bien, a veces nos picamos por cosas triviales. Cada conversión tiene una anécdota diferente, cada risa una motivación dulce y un gesto de amistad pura; tener a Evan como amiga a sido toda una aventura.

Me río tan sólo al recordar nuestras partidas de videojuegos online, las veces que lo molesté con el acento español como si fuera un niño rata. Nuestras conversaciones a veces son absurdas y no nos llevaban a ninguna parte. También adoro ver sus pucheros cuando le digo que no puedo seguir hablando.

— ¡Neo! — La voz de una de mis amigas me hace cortar la llamada rápido y voltear — ¿No me esperas esposa mía? — Alzo una ceja y esbozo una sonrisa.

Estando parada a mitad de la calle, soy la presa perfecta para la Victoria. Viene caminando sobre la vereda de cemento que se encuentra frente a algunas casas, detrás de ella puedo ver a nuestro grupo con una sonrisa en sus labios.

— No — Puedo oír claramente cómo se queja, pero cuando me dispongo a huir los chiquillos bloquean toda ruta posible para mi escape — Puedo verlo en sus ojos, quieren salir a comer — Con un poco de insistencia hacen todo lo posible para convencerme, pero yo no cedo hasta dejar en claro que no voy a ningún lado con el uniforme del liceo. 

Por suerte todos aceptan la idea de ir con ropa normal a las tiendas, así que en menos de treinta minutos todos corremos hacia nuestras casas y nos cambiamos de vestuario para ir al mall. Ya ahí caminamos por los extensos corredores Ripley y recorremos cada tienda que nos llama la atención.

Pasado los minutos subimos de piso para ir al patio de comidas. En lo que unos pocos van a pedir nuestra comida, los demás nos vamos a apartar unas cuantas mesas para que todos nos podamos sentar juntos. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.