Besties Perfectas

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JENNIFER

Han pasado días y sin dejar pasar ni uno es que en mi jardín trasero aparecen rosas, al verlos instintivamente quiero pensar que son de él y lo imagino lanzando un beso al aire como aquella vez, las he terminado sembrando en mi jardín para que no se mueran, bueno yo lo hago por las hermosas rosas, no tiene nada que ver que sea porque pienso que son de ÉL

—Hoy tampoco planeas salir ¿Cierto? —Miro a mi hermano que me lo dice con mucho pensar, a lo que yo digo que si moviendo mi mentón una y otra vez, sé que él piensa que es por ella, pero no es eso exactamente, es que es el tercer día que no salgo de casa, tengo miedo seguramente solo quiero burlarse de mí, todos son iguales, mi ex también llegaba con flores y yo de tonta agradecía ilusionada porque la final solo fuera una burla para él.

—Tú ve tranquilo y atrapa muchos maleantes, hermanito — Le doy un beso en la mejilla mientras oigo que lo llaman por la radio, mi corazón se acelera como tonto, es Justin. ¡Dios mío, estoy loca! No debería sentirme así por un hombre, por más que parezca un chocolatín digno de ¡Basta, Jennifer! Tengo que tranquilizarme no debo pensar de esa manera, cualquiera pensaría que ando urgida y eso no es verdad, dicen que cuando tienes sexo una vez luego lo necesitas, pero yo nunca he necesitado del sexo porque realmente me trae recuerdos no muy bonitos, así que eso que dicen las revistas no van conmigo en absoluto “¿Y tu consolador color rosa”? Bueno, sí tengo uno, pero fue para experimentar y no me gustó. Solo intenté usarlo una vez y lo dejé de lado, no se sintió bien después de todo. ¿Seré frígida? No creo si cuando me daba duchas solía tocarme y sentirme extraña como si una carga de energía se descargara de mi centro, TÚ TIENES LA CULPA JUSTIN porque eres demasiado guapo como para ignorarte como quisiera y dejar de pensar en ti y relacionarte con la palabra sexo.

Me la pase en la mañana horneando algunas cosas unas tartaletas de fresa y durazno a mi hermano leo fascinaban cuando las hacía mamá y aún conservo sus recetas además de hacer el almuerzo un estofado de pollo estilo mamá, tomo mi teléfono nuevo cuando regrese de la ciudad esto fue lo primero que hice camíbar de número y dejar mis redes sociales, para el mundo yo no existo y espero que no venga el mundo por mí a recordarme mi pasado.

—Sí, hermanito, no me he movido de casa, ¡ya, Owen! Deja de regañarme con niña pequeña —Insiste en que salga de casa, si supiera— Si eso hice, ¿Quieres que vaya a la estación? Pero, Owen, no seas así, eres el jefe de policías; si quisieras, podías venir a casa y comer, está bien.

Lo menos que quería es ir a esa estación. ¿Y si Justin está ahí? No quiero ni pensarlo, pero vamos Jennifer no seas cobarde, si esta le voy a poner las cosas claras no necesito sus estúpidas flores “Tan estúpidas que algunas de ellas las tienes en un jarrón con agua en tu habitación” Esta consciencia mía de inoportuna ¿Dónde estaba cuando mi novio me engañaba con quien creía mi amiga? No quiero ni recordar esa escena, sus gemidos y cómo se reían a mis espaldas de mí, todo eso me hace ver lo estúpida que siempre he sido para el mundo exterior.

Finalmente, treinta minutos después estoy aquí parada frente a la estación de policías del pueblo, no sé qué me dio que hasta me arregle, es que no voy a andar por la calle como andrajosa, me puse una falta con volado color negro y cinturón de cuero del mismo color, seguido de camiseta de los Rolling Stones y una pañoleta cruzado al frente sobre mi cabello que está atado, me pinte un poco los labios y ahí me detuvo es que no me di cuenta de que ya parecía a punto de salir a un desfile como en esa época

Todos los oficiales que pasan por mi lado se quitan las gorras y me saludan con una leve inclinación de sus cabezas, yo solo sonreí. Parece que aquí fuera la estación policial de Mister Universo. ¿Dónde están los oficiales con vientre prominente? ¿Esos con donas y café en la mano? Aquí veo más bien un casting para strippers de despedida de soltera.

—Disculpe que lo moleste oficial, pero ¿dónde puede encontrar al Comisario Reynolds? Es que le traje su almuerzo— Tiene bonitos ojos color verde y una piel muy blanca, es casi tan alto como mi hermano, pero no tan guapo como, tengo que esfumar esos pensamientos de mi cabeza.

—Qué suerte tiene el jefe en tener una novia tan bonita como usted, que le trae el almuerzo — Lo que tiene de guapo lo tiene e impertinente, pero me voy a encargar de que se le borre esa sonrisa tonta de la cara.

—No creo que A MI HERMANO le guste oírlo hablar así de mí — Cuando digo la palabra hermano el color de su rostro se va y ahora parece un fantasma de lo pálido, me pide mil disculpas y me indica donde encuentro a mi hermano, yo solo sonreí parece que muchos le tienen demasiado respeto a mi hermano, eso debo recalcarle a Justin si le veo que se deje de juegos con la hermana de su jefe.

Finalmente, pude encontrarlo todos están absortos y no se fija de mi presencia, al fondo veo una puerta con el nombre de mi hermano grabado ahí, me da tanto orgullo ver OWEN REYNOLDS ahí donde está, siempre supe que mi hermano llegaría alto, solo espero que su vida nunca corra un peligro real, si algo le pasara me muero con él. De pronto mis ojos chocan con los de él y se le dibujó una sonrisa y yo solo me pongo roja como un tomate. Me tocó una mejilla con la mano derecha, parece que me hubiera dado fiebre. Él se levanta en dirección a mí y yo siento que tiemblo, hasta que siento un alivio cuando se abre la puerta y de esta sale mi hermano que conversa con alguien revisando unos papeles, me siento como salvada por la campaña, yo corro hacia mi hermano y rodeo mis brazos a su cuello, ya que se había levantado para despedir a esa persona.



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En el texto hay: secretos, amor

Editado: 28.09.2024

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