Besties Perfectas

13

JENNIFER

Estoy que me lleva el diablo como diría mi padre, Britany me mandó un mensaje anoche que recién pude ver hoy “Me debes una Reynolds, solo quiero hablar a solas contigo” Dios la detesto tanto, pero en algo tiene razón le debo una no sé cómo Justin se atrevió a decir algo así delante de mi hermano, lo contuve para que dejara eso en paz diciéndole que no lo tome personal que yo jamás me fijaría en Justin, se lo dije lo más segura posible, pero por dentro lo dudaba no lo puedo negar, es demasiado guapo, esos ojos celestes que hacen contrate tan extraño con su tono oscuro de piel, esa sonrisa que me da cuando nadie lo ve, me pone nerviosa como si el espacio se encogiera, trato de despejar la mente, aunque no quiera tengo que hacerlo, solo hablaré con ella y sé dónde citarla, es el lugar perfecto así todos nos ven y así ver su rostro palidecer y ver cuando aguanta, porque seguramente pondría su cara de horror cuando leyó el mensaje...

Ya son las dos de la tarde, se supone que no tarda en llegar, no puedo creer que está vestida de esa manera. ¡Dios santo! ¿Es Britany Deluxe? Yo quiero reír hasta hacerme pis encima, todas la ven raro, es que trae una camiseta blanca, tres tallas más grandes y unos pantaloncillos cortos, pero que parecen recién cortados. No queda nada de la Britany citadina, supongo que está desesperada de verdad.

—Cuando no Britany Deluxe siendo el centro de atención, si observas verás a tus admiradores babeando por ti — Espero que mi tono sarcástico se entienda a la perfección.

—Si tú lo dices, sabes bien que mi presencia nunca pasa desapercibida —su rostro es serio, hasta molesto. Quien no lo estaría en su estado, creo que lleva unos días aquí y su cabello luce desmejorado, algunas ojeras se asoma en su rostro, mmm creo que no la está pasando bien. ¿Me importa? No soy exactamente vengativa nunca lo he sido, pero desde que paso lo que paso con mi ex, siento un poco de placer al ver que el karma actúa sin yo mover un dedo y Britany el karma es una perra contigo y te lo mereces, siempre fuiste la que disfrutaba de las desgracias ajenas, siempre sintiéndote mejor cuando pisoteabas a los que creías inferior a ti y ahora mírate.

—Vamos al grano, ¿qué quieres conmigo? Porque si mal no recuerdo tus últimas palabras hacia mí fueron “Espero, no, estoy segura de que nunca más veré tu horrible rostro cerca de mí y eso es lo mejor de la graduación, yo seré alguien de éxito y tú lo que siempre has sido un simple don nadie” ¿Qué trae a la estrella del firmamento a querer hablar con un don nadie? — Se lo digo presionando la servilleta que tengo en mi mano, es recordar esa época y como se reía de mí, y sus ojos destilaban satisfacción, recordar esa época hace que esos sentimientos de sentirme un ser minúsculo sin valor regresen y es horrible que alguien disfrute del dolor ajeno, me hizo tanto daño y verla aquí pidiendo hablar conmigo como si no existiera el pasado me llena de rabia, de ira y tengo ganas de ahorcarla con mis propias manos, me hiciste mucho daño Britany demasiado, pero sea lo que te esté pasando seguramente te lo buscaste y te lo merecías.

—No seas rencorosa Reynolds y olvida el pasado, quiero hablar de negocios contigo — Lo dice como si nada, viendo como todos la observan, será porque estoy vestida como una Diosa y ella bueno ya lo mencioné antes, o será porque es un sitio de comida rápida, donde solo vende comida con tanta grasa que solo el pan es todos los carbohidratos que ella come en un año.

—¿Te sucede algo, Deluxe? ¿Te molesta algo? — La estoy presionando, quiero que explote, que haga un espectáculo y sienta lo que es ser el centro del ridículo, lo que es lo que sudar de la vergüenza. Yo la traje aquí especialmente por un motivo.

—¿Molesta yo? Para nada ¿No pudiste escoger otro lugar? — Mientras me traían una superarchi mega jugosa hamburguesa de doble carne, con dos rodajas de tomate, lechuga, queso y tocino, huele deliciosa, no es que como cosas así todos los días, pero me doy estos placeres de vez en cuando para luego hacer ejercicios focalizados, esas caderas no se mantienen solas y mis brazos no están hechos un desastre gracias a las pesas de 5 kilos que uso de manera diaria, me gusta mi figura, pero me encanta más que ciertos aspectos de esta resaltan más que otras, mis caderas y mi busto.

—Es mi ambiente natural. ¿Recuerdas? Además, creo que la interesada en hablar conmigo eres tú por lo cual yo puedo decidir, cuando y donde reunirme contigo— Me siento tan poderosa, por primera vez yo decido cuando dónde y cómo se hacen las cosas, por fin puedo mirarla a la cara y no sentirme menos en su presencia, por fin puedo estar en un lugar con ella sin sentir ese miedo de que algo pase, ahora la que se tiene que adaptar a lo que yo quiera es ella, no puedo dejar de observar la cara de horror que pone cuando devoro mi hamburguesa y no le hablo hasta terminarla y termino hasta chupándome los dedos delante de ella, que tiene cara de que en cualquier momento se va a desmayar, bebo mi soda de manera lenta y juego algo en mi móvil.

—Ya podemos hablar de manera seria, he tenido mucha paciencia hasta ahora, se supone que los años te hacen madurar, quiero hablar de negocios, uno que te conviene y te hará ganar muy bien — Yo me rio hasta casi escupir la soda, me seco la boca y la blusa, mientras trato de calmar la carcajada, ante tan ridículas palabras.

—Mira, muñequita de plástico, primero que nada, bájate de esa nube Britany, Hace mucho tiempo dejaste de ser el centro del universo, el planeta no gira a tu alrededor. Segundo, aquí la que decide soy yo, por lo que veo que tú eres la que necesitas de mí con suma urgencia. Ahora, si habla, ¿qué quieres?



#1151 en Novela romántica
#400 en Chick lit
#384 en Otros
#142 en Humor

En el texto hay: secretos, amor

Editado: 28.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.