Besties Perfectas

29

BRITANY

Cuando desperté en un lugar extraño, estaba incrédula. No tenía idea de dónde me encontraba hasta que lo reconocí por las fotografías en la pared, pero ¿cómo? ¿En qué momento? Luego una linda perrita empezó a ladrar y mis ojos ardían, creo que lloré demasiado.

—¿Te sientes mejor? — Es lo primero que me dice cuando aparece en la habitación, esa es una frase que no oigo hacía mucho tiempo, es como un interruptor que me hace hablar y más como me dice como me encontré y recordé como ese tipo me lanzo a la calle como si yo fuera menos que la nada, luego menciono a mi padre y eso me derrumbo por completo. Como si todas mis defensas terminaran en el suelo, no sé cómo o en qué momento exacto empecé a sacar casi todo lo que traía dentro, con nadie hable de mi madre, con nadie hable de como lo que tanto me costó construir se vino abajo, con nadie hable como me sentí de alguna manera traicionada por mi propio padre.

—Tal vez no podamos ser las mejores amigas como alguna vez lo fuimos de niñas, pero puedo darte una mano. Primero, sería lo más recomendable que te quedes aquí por tiempo que falta para cumplir los tres meses que te dio tu padre

Me sorprende su propuesta, no hay un tono de desdén en sus palabras, podría negarme y recurrir a mi orgullo aquel del cual me sentí tantas veces orgullosa, pero hoy sé que no sirve de nada, podría hacer una pataleta y mostrarme digna como siempre lo fui algo que herede de mi madre, pero no puedo, tengo que aceptar mi realidad, aquella donde debo tomar la mano de quien quiere ayudarme, ella no gana nada haciéndolo al contrario y aun así lo quiere hacer.

—En otra etapa de mi vida te diría un NO de manera rotunda, pero creo que no tengo salida y tu mano es la única que veo en este momento—. Creo que sonó algo engreído de mi parte, pero no puedo dejar de ser yo misma de la noche a la mañana.

—Como sea Deluxe, puedes tomarte el día libre mañana y pasado mañana vamos a la tienda para que me ayudes y, finalizando esos tres meses que te dieron, veremos qué podemos hacer.

Antes de irse, le pido que no diga nada de lo que le conté y espero que así sea. En estos momentos, lo que menos quero es lástima de alguien más o que me haga sentir incómoda hablando al respecto de algo que aún me está costando procesar como nadie se imagina.

Me quedé dormida, a penas, se marchó, pero unos ruidos me despiertan. De manera lenta y con mucho cuidado salgo de la cama y abro la puerta. Los gritos vienen de la primera planta, puedo reconocer que es ella y la otra persona es

—¡Basta, Owen! No te atrevas a golpearlo, lo que ha dicho es verdad. — La oigo gritarle a su hermano y el bajar el bate que tenía en las manos.

—Entonces este imbécil es tu novio —su cara de asombro es para tomarle una fotografía.

—Amo a tu hermana casi desde el momento en que la vi llegar contigo del brazo a la feria, no sabía cómo demostrárselo que no fuera dándote la cara y pidiendo perdón si te sientes decepcionado de mí, ella no tiene la culpa, yo insistí hasta que me aceptara.

No puede creer los pantalones que tuvo Justin para enfrentarse a un enfurecido Owen, por algún motivo bajo, y los detengo antes de que se le vaya encima como un animal.

—No hagas una tontería, Reynolds — Es como si hubiera calmado a la bestia con mis palabras, tanto Jennifer como él me quedan viendo como si me hubiera salido otra cabeza.

—No debiste bajar, Britany— Supongo que tiene razón, pero ya estoy aquí, así que lo siento, Jennifer, tengo esa manía de hacer lo contrario a lo que quisieran.

—Lo hice porque hacían mucha bulla y no podía dormir más, además no sé por qué tu hermano se porta de esta manera, después de todo, tú tienes derecho a elegir tu vida sin pedirle permiso a nadie.

—Mira, Deluxe podría decirte muchas cosas, pero me voy a callar. En lo que sí no me voy a permitir es que te metas en temas familiares donde los terceros salen sobrando. —Eso me pasa por meterme donde no me llaman, pero algo me dice que no me quede callada, que le haga entender que no está bien su posición, podría ser descarado de mi parte, siendo como soy yo, pero no puedo evitarlo, este hombre provoca en mí que mi parte de cerebro que debe razonar a la altura se vaya como el viento por la ventana.

—A ver Owen Reynolds, me entrometo porque quiero y puedo, yo he visto como este hombre se desvive por tu hermana, yo he visto cómo sus ojos brillan cuando están cerca uno del otro, tú no sabes por qué no sospechabas nada, pero como te iban a contar si mira cómo te pones cuando el cómo un caballero viene a darte la cara y decir sus intenciones con tu hermana, parezco una vieja patética con esto— Iba a seguir hablando, pero ahí fue que me di cuenta de que hable de más y me tapo la boca con la mano, él se da cuenta de mi metida de pata y su mirada es como de quien no entiende lo que está pasando.

—¿Qué carajo acabas de decir? Entonces ustedes viajaron juntos, eso sí que no te voy a permitir Justin a mi hermana la respetas — Tengo que volver a interponerme, pero tratando de ejercer fuerza que al final es inútil porque caigo de bruces sobre el sofá y veo como empieza una gresca entre ellos, Justin no se defiende solo trata de esquivarlo mientras que Jennifer grita desesperada, miro a mi alrededor viendo como detener todo este loquerío y de pronto veo el florero sobre una mesita cerca a la puerta, no me queda de otra, les lanzo su contenido con todo flores, ese segundo fue como si calmara a las bestias que se habían enfrascado en una lucha de poderes, él por demostrar su enojo de pensar en la honra de su hermano y el otro en hacerse el digno yo que él le hubiera devuelto un buen golpe por en vez de preguntar írsele encima como un animal, como una bestia sin razonamiento coherente.



#1151 en Novela romántica
#400 en Chick lit
#384 en Otros
#142 en Humor

En el texto hay: secretos, amor

Editado: 28.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.