Besties Perfectas

33

BRITANY

No sé en qué momento acepté, mi orgullo, ese tono de altivez que aún conservo, me hizo decirle que, sí, para demostrarle que estaba equivocado, pero, en cambio, ahora estoy temblando de solo pensar una cita con él.

—Toc, toc la tierra llamando a Britany — era Justin quien sorprendía que estuviera aquí sin que Jennifer anduviera cerca.

—Hola, Justin, Jennifer no está aquí— A veces se me escapa llamarla, así como cuando éramos niñas.

—Si lo sé, venía a hablar contigo. Como te lo digo, sabes que amo mucho a Jennifer. ¿Cierto? — Me empieza a dar miedo por dónde va esa conversación. He visto, no lo niego, este tipo de películas donde el novio de la protagonista empieza a querer andar con alguna de las amigas, aunque ella y yo no somos precisamente amigas.

—Claro, y ella te ama, se nota kilómetros, no hay que ser ciego para darse cuenta —. Sí, muy bien, Britany hazle ver que tú sabes que ella está loca por él.

—No sé cómo decirte esto.

— Entonces no lo digas —es lo primero que le digo por qué no quiere que sea lo que estoy pensando, no es que Justin no me parezca guapo, solo que más lo es. ¡Sal de mi cabeza, Owen!

— Bueno lo haré, no sé cómo soy capaz de abatir un delincuente, pero no hacer este tipo de preguntas, es la mujer de mi vida, con la que quiero pasar el resto de mis días, quiero pedirle matrimonio y no tengo idea de anillos, ¿Me puedes ayudar con eso? — Sentí un alivio que no sabía cómo describir, decidí no darle vuelta y tenía idea que tipo de anillo querría ella, uno sencillo además no creo que él tenga presupuesto para algo mayor.

Luego de unos quince minutos encontró el anillo perfecto, aún me parece raro que sea partícipe de algo como eso, si alguien me hubiera dicho hace tres meses, que iba a ayudar a escoger el anillo para su boda me hubiera desmayado, pero del disgusto, sien embargo, como la vida es una perra vengativa da vueltas no me molesta para nada, tengo que reconocer que me agrada ser parte algo tan importante, así como también me toca admitir que le hice mucho daño en el pasado por mi altanería algún día quien sabe y le diga la raíz de todo lo que sucedió para que dejemos de ser amigas.

—Hable con dos amigas y aceptaron venir a apoyarme, están muy molestas con mi agente por algún motivo que desconozco todo salió a la luz y nadie quiere trabajar con ella mucho menos las marcas — Que raro eso, para qué me voy a mentir a mí misma, yo tuve mucho que ver ese pequeño filtro de información, cuando recibí su apoyo y discutió con su hermano por mi culpa, decidí que tenía que hacer algo, a ella le falta la malicia que ese mundo reclama así que de manera anónima esparcí esa historia y tuvo los resultados esperados.

—¿En serio? Pero bueno, soy prueba fiel de que el Karma existe, tal vez sea eso — Y ruedo los ojos como tratando de no darle importancia, cuando ella se posiciona delante de mí y me cierra el paso.

—¿Tú no tendrás algo que ver con eso? — Su mirada es acusatoria, como que ya sabe la respuesta y su pregunta solo es para así asegurarla.

—Bueno, me atrapaste, es que creía que ellos necesitaban un escarmiento y para ser sincera pensé que tú no serías capaz de hacer algo como eso, ya que seguiste con tu vida y estás enamorada y todo eso. —Trate de no darle importancia a mi comentario, porque podría tomarse, por otro lado.

—Gracias Britany, no pensé decirlo, pero gracias y si tienes razón no hubiera sido capaz de hacerlo, sin embargo, soy consciente que ellos se lo merecían, yo dejé mi pasado atrás y ellos son parte de eso de mi pasado — Me mostró una sonrisa que puedo reconocer como sincera, pero mi pregunta es cómo le digo que voy a tener una cita con su hermano menor, el cuatro ojos Reynolds.

Después de esa cena que terminó con Jennifer en un hospital, es increíble cómo puedes reaccionar a algo que no esperas. Las hermanas de Justin se asustaron y la hermana menor terminó hasta llorando al ver que su travesura terminó con Jennifer en un hospital. Ahora su hermano está firmando su alta, ya se encuentra mejor y aceptó entre lágrimas el anillo que él le dio, ni ella misma se cree aún que se casara, dice que para eso van a tardar un tiempo, puesto que quieren que la hermana mayor se case primero, que ya falta poco. Resultó que es novia de un veterinario igual que ella y se mudará a la gran manzana.

—Creo, Deluxe que me debes una cita —la voz de Owen, hablándome cerca de mi nuca, hizo que todos mis bellos se erizaran. ¡Carajo! Cuando estoy cerca de él, mi cuerpo no me obedece y empieza a temblar por completo, si él supiera que ya acepté muy a mi pesar que me gusta el condenado, sus facciones duras y rudas, su tono de voz grabe, esa sonrisa que aparece cuando se trata de su hermana o la que acaba de hacer cuando ve y se da cuenta de que me he puesto nerviosa, porque mis palabras salen atropelladas una tras otra.

—Es, en bueno, más que una cita, es un reto para demostrarte que me das igual, Reynolds.

—Por lo menos ya no soy cuatro ojos, Reynolds — Y su sonrisa de superioridad desapareció como por arte de magia. Supongo que él también me debe tener aún rencor, aunque específicamente nunca me metí con el que yo recuerde.

—Deberías dejar de portarte como un mocoso y dejar esa mirada de rencor, tu hermana me perdono todo lo que me hice, en cambio, tú, parece que nunca lo vas a olvidar — Decido no decir nada más y me marcho por puerta de emergencia del hospital, mi corazón está alterado tal vez no debí ser tan dura, porque yo sé lo que le hice a Jennifer, pero con él es diferente es como si yo le hubiera hecho algo, pero no tengo idea de qué...



#1151 en Novela romántica
#400 en Chick lit
#384 en Otros
#142 en Humor

En el texto hay: secretos, amor

Editado: 28.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.