Besties Perfectas

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JENNIFER

—No debí tratarte de esa manera, pero Justin es como si fuera un padre para mí y lo admito. Me sentí desplazada, pero no quería que nada malo te pasara de verdad, solo pensé que te dormirías, no que acabarías aquí —entonces no me desvanecí de la emoción sino porque le puso algo a mi cena

—Yo amo a tu hermano de eso no lo dudes, si estuviera en tu lugar lo que quisiera es que mi hermana esté con la persona que ame y lo haga feliz, no está bien lo que hiciste, porque no sabes si soy alérgica a lo que se te hubiera ocurrido ponerme en la cena y las cosas podrían haber terminado mucho peor, yo tratare de olvidar lo que paso si me das la oportunidad de demostrarme que si él se casa conmigo no pierdes nada al contrario ganas una amiga — Ella me abraza y vuelve a pedir disculpas para luego ver como entra Justin que se sorprende por la escena mientras le digo al oído a Patty que no diré nada al respecto.

—Me voy los dejo solos y otra vez gracias Jennifer por hacer feliz a mi hermano — Le da un beso en la mejilla a mi prometido, bueno casi porque no tuve tiempo no contestarle, podría tener miedo de algo tan rápido, podría negarme justificándome con el poco tiempo que llevamos juntos, pero no quiero perder tiempo, cuando es el amor de tu vida no tienes nada que dudar. Puedes permanecer años a lado de alguien y nunca estar segura de tomar este paso, pero también puedes estar con alguien menos de un mes y darte cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida a lado de esa persona y eso es lo que me pasa cuando estoy con él, no es su físico o su hermosa sonrisa, es su manera de ser, de cuidarme, de hacerme ver lo valiosa que soy, la manera en que me trata me hace sentir afortunada porque no todas pueden tener un hombre así a su lado, un hombre que lucho contras los prejuicios, contra su familia y mi hermano para estar a mi lado.

—Cuando logré sostenerte antes que caigas al piso, sentí mi mundo caerse contigo, no entendía qué pasaba, pero está aquí despierta y mirándome de la manera en que solo tú puedes y sabes cómo mirarme— Mientras toma mi mano y trae el anillo dentro de la otra mano que la tenía hecha un puño.

—Eso ya no importa, pero dime, ¿no tienes algo que preguntarme? — Tal vez debía esperar que él me lo dijera, pero las ansias me van a provocar un colapso nervioso si no me vuelve a preguntar eso que tanto quiero gritar que “Sí”.

—¿Quieres cenar? — Mi cara lo debe decir nada, porque él empieza a reírse. Sabe que es lo que quiero, por eso se ríe. No es justo, no debe jugar con mis sentimientos así.

—¿Es en broma? Pero yo no me estoy riendo —. Ahora pongo cara de molesta, es un tema serio, no puedo tomarlo a la ligera.

—Solo estoy tratando de que te relajes, pero creo que es el efecto contrario. Bueno, me pondré serio porque esto lo amerita. Jennifer Reynolds Salvatore, me haría el honor de ser mi esposa y compartir la vida eterna juntos. — Y me entrega el hermoso anillo tan sencillo, pero radiante a la vez, es tan perfecto que me sale un SI en un tono muy agudo que parezco una niña pequeña seguramente, me lo pone en mi dedo y lo abrazo emocionada, me voy a casar con el amor de mi vida, porque para mí eso es Justin el amor de mi vida, luego toma de mis mejillas y me besa, el primer beso con mi prometido debió ser en un mejor lugar que no sea un hospital y yo vestida con una bata blanca, pero mientras sean sus labios los que se posan sobre los míos, nada más debe importar.

Ahora estamos sobre la cama del cuarto del hospital esperando que mi hermano firme los papeles del alta, ya les informe que la boda será luego que se case su hermana mayor, estamos entretenidos hablando de la boda, se siente también que se interese en esto, que se quiera involucrar porque al final se supone que es el día más importante de nuestras vidas.

—En cuatro meses podremos casarnos, ¿alcanzará con ese tiempo? No sé mucho de esas cosas, por eso te pregunto. — Es tan dulce y amable, es como si mis padres lo hubieran mandado especialmente para mí. Me siento tan afortunada, encontrar alguien que te amé por cómo eres y te impulse a ser una mejor versión de ti no es fácil, pero yo lo tengo a mi lado.

—Te amo chocolatito — Y él me besa y pega su frente a la mía y suspira cerrando los ojos.

—Yo te amo tanto que al principio me asuste, de experimentar tantos sentimientos, embobaba tu sonrisa, tu dulzura, desde el instante en que te vi quede flechado como si de verdad cupido existiera y hubiera lanzado esas benditas flechas — Una enorme sonrisa se dibuja en su rostro, pero es detenida por una llamada telefónica, veo en la pantalla JEFE-CUÑADO yo sonreí, pero a la vez me da mala espina

—¿Todo bien? — Le digo con mucho temor.

—Ha habido un problema en la estación, tengo que acompañarlo —. Mientras se despide de mí con un casto beso, yo tengo el corazón en la boca con mucho miedo de que algo le pueda pasar.

A los minutos entra Britany por la puerta, la veo algo cabizbaja, no puedo preguntarle nada, porque ahorita mi cabeza está en otro lado.

—Jennifer, estás muy pensativa. ¿Ocurre algo? — Cuando me llama de esa manera, recuerdo a la niña pequeña que yo empujaba del columpio.

—No estoy bien, siento una opresión en el pecho es que Justin y mi hermano se fueron de emergencia a la estación porque algo paso y tengo miedo — Yo que decía que no iba a decir nada, es que ella tiene ese efecto en mí algo raro, que cuando esta ceca es como si le quisiera contar todo lo que me pasa, pero lo que me deja aún más pensativa es la cara de sorpresa que tiene.



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En el texto hay: secretos, amor

Editado: 28.09.2024

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