Han trascurrido dos semanas, y continuo sin avanzar en la investigación, Edwin no ha vuelto a parecer y sin èl me es mucho más difícil continuar, quizás la señora Blanca me puede ayudar, pero si acudo a ella tendré que contarle muchos detalles, mejor seguir sola, Kevin ha venido a mi casa, dice que necesita hablar conmigo, estaba muy extraño más de lo normal, sin decirme nada, sea cerco y me beso
-¡idiota! – le di una fuerte cachetada
-lo siento, pero tú me gustas
-pero somos amigos, Rosalía y tú lo son
-lo siento- volví a repetir- quizás me sentido confundido por tu forma de ser conmigo en el hospital
Kevin es mi mejor amigo, no puedo sentir nada diferente a eso, además desde que apareció Edwin no he sentido admiración por ningún otro chico, sé que suena raro, pero esto me está confundiendo, tengo que hacerme a la idea de que èl no tiene vida, y que solo necesita de mi ayuda para encontrar la paz eterna
-hablando de eso, ¿Cómo se encuentra tu amigo?- quise saber
-la próxima semana le realizan el examen
-espero que todo salga bien
-lo mismo espero, lo siento por venir a esto
-no te preocupes, todo bien
En cuanto Kevin se marchó, decidió buscar el video incluso lo he descargado, necesito analizarlo, verlo una y otra vez pero no logro entenderlo, aunque pensándolo bien, aquél chico tiene un parecido a Edwin, ¿acaso será su hijo?, mientras veía el video por décima vez sonó el timbre
-¿podemos hablar?- era Kevin otra vez
-sí, ¿Qué necesitas?- dije algo molesta
-mi amigo, ¡ah despertado!
-¡genial!, me alegro machismo- le abrace
Es otro caso más, que cuando la familia quiere desconectarlos estos despiertan, que alegría que este también haya sido el caso de Mitchel, en dos semanas más será dado de alta, no sé cómo le hare para que me cuente sobre su experiencia, aunque quizás no lo recuerde, tendré que hablar con Kevin, para que el que me ayude.
-¿hablar con mi amigo?
-si, por favor solo ayúdame sin hacer preguntas
-está bien, pero tendrás que contármelo todo
-así lo hare, te lo prometo
Kevin se fue directamente al hospital, dejare pasar unos días antes de ir a visitarle, tengo la acorazada de que es el mismo chico que se encontraba hablando frente la sepultura de Edwin.
Un día más de frustración, fui al cementerio nuevamente, tengo la esperanza de que Edwin me escuche y regrese, sin èl a mi lado, todo me sale mal , llevo muchos días ya perdidos, sin lograr encontrar el final de esto, he tratado de ubicar a Mitchel pero todo ha sido inútil, èl era una solución, pero ahora no sé cómo encontrarlo, hare todo lo posible aunque esto aún más meses de los que ya llevo, faltaba poco para llegar a la sepultura de Edwin, cuando lo veo sentado sobre el césped con sus piernas cruzadas
-¡Edwin! Haz regresado –apresure aún más el paso
-¿nos conocemos?- me pregunto el chico extrañado
-¿Quién eres tú?- me quede perpleja
-es lo mismo que quiero saber yo
El chico se levantó, era igual al de la fotografía, que había conseguido de Edwin, de cabello castaño oscuro, ojos café caramelo, tez blanca, excepto algo, él tenía pecas y mi Edwin no, no sabía que decirle, pero por suerte fue èl quien hablo primero
-mi nombre es Mitchel, ¿cuál es el tuyo?- quiso saber
-Miley Bennigton- dije un poco tímida
-¿Por qué me has llamado Edwin?
-te e confundido por èl – dije sin pensar
-Edwin, Edwin está muerto- me miro raro
No sabía que decirle, èl me miraba esperando algo, era imposible que yo lo haya conocido, si incluso creo que soy menor que Mitchel, pero él no dejaba de mirarme, ¿qué le diría?, he conocido a Edwin porque busco de mi ayuda, claro que no podría decirle eso
-vi su fotografía por internet- dije finalmente
- ¿la tienes? ¿Me la podrías mostrar?
-claro, la tengo en mi billetera
Una señora se acercó hacia nosotros, e imprudentemente pidió que le entregara la fotografía, le dijo al chico que no creyera en mis palabras ya que de seguro era una caza recompensas,
-no soy nada de eso señora- me enfade
-entrégame la fotografía- intento arrebatármela
pero una brisa se la llevo, cayendo en una rendija de otra sepultura, de pronto tuve una visión, hace micho tiempo que eso no sucedía, por primera vez fue clara, abrí los ojos y el chico me sostuvo, la señora furiosa le ordeno que se marchara ya, pero èl no quería hacerlo
-debo irme, pero dame tu numero- dijo el chico
- ¿para qué?- fue un poco tonta la pregunta
-solo dámelo, te llamare después
Le di mi número y él se marchó, aquella visión es un gran paso, la persona oculta es quien detona un arma, claramente sé quién es, solo resta saber cuál fue el motivo.