XIX

AARON.

Al llegar a mi casa estacionó la camioneta y entró pero antes de subir las escaleras una voz ronca hace que me detenga.

—Aaron—entonces me volteó y veo ahí votado en el piso a mi tío junto a una botella. Se ve de la mierda. Entonces lo ignoro y subo un escalón pero su voz me vuelve a interrumpir—¿Sabes que te quiero no?.

Entonces camino hacia él, ahí tirado en el piso, lo miro con superioridad.

—Es tu último patético intento—el niega.

—Soy una mierda—Intenta levantarse pero esta tan hasta el culo que se cae.

—Es lo primero que dices que me interesa.

—La había encontrado y soy tanta mierda que la perdí—comienza a llorar—y también se que fui una mierda contigo.

—Si eres una mierda, pero deberías ir a ser una mierda a tu cuarto vas a manchar la alfombra si te vomitas—después de eso lo dejo y voy a mi habitación.

No me importa si se siente mal, es más ni siquiera creí que su pequeño show de hace unos minutos fuera cierto, o tal vez si me a metido tanto que ya no se que es verdad y que no y para ser sincero pero importa una mierda.

Justo ahora lo único que mi mente piensa es en Alinet, en sus ojos, su boca, su pelo, toda ella es perfecta.

¿Qué estará haciendo ahora?

[...]
 

Ala mañana cuando me levanto me siento extraño es la primera vez en meses que duermo toda la noche, se que esta mal no dormir todas las horas pero me gusta ver a Alinet por las noches. Solo que ayer decidimos que teníamos que descansar.
 

Al bajar al comedor puedo ver a felix o bueno mi tío sentado en la mesa es un hombre de 37 años, cuando mi custodia pasó a él solo tenía 27 años, físicamente nos parecemos mucho pero de algo estoy seguro yo nunca sería como él. 
 

—Veo que te levantaste—su voz volvió ser normal no la de un pobre hombre borracho llorando. 
 

—Y yo veo que no te ahogaste con tu vomito, lastima—me siento en la silla y el me mira. 
 

—Hablaba enserió anoche. 
 

—No me digas, hasta no ver no creer—tomo una uva de el enorme plato de ensalada—¿Quien será esa mujer que te hizo darte cuenta de la gran basura que eres?. 
 

—En cuanto cumplas años te daré todo—intenta cambiar de tema. 
 

—Te repito hasta no ver, no creer.