-¿¡POR QUÉ YO!? ¡TE HE DADO TODO!-le grito a la cara, siento la adrenalina en mi cuerpo pero a la vez estoy vulnerable- dime, ¿es algo que hice? ¿fue algo que dije?- pregunto calmada.
Él parece estar perdido en sus pensamientos, su cara no demuestra ninguna expresión.
-¡RESPONDEME!- insisto- ¿DÓNDE ESTÁN TUS PROMESAS? ¿DÓNDE ESTÁ EL DARIO QUE CONOCÍ?- suspiro, me paso la mano en la cara quitando las lágrimas que han empezado a salir- veo que el silencio es tu forma de huir ante mis preguntas- digo viendo a los dos pares de ojos
-Creo que más bien el silencio significa que no le importas, y nunca le has importado- dice Jane con una sonrisa maliciosa- ¿verdad mi amor?- pregunta, abrazándolo por el cuello.
-Sí- pronuncia él, haciendo que mi corazón se parta en mil pedazos
-Sí es así...- digo mirando al suelo- no tengo nada más que hacer aquí- levanto la mirada encontrándome con sus ojos- adiós- digo por último, paso a su lado caminando con la cara en alto y salgo.
Al escuchar la puerta cerrarse, camino unos pasos más al jardín, siento como las demás lágrimas retenidas, ahora son liberadas.
Todos los recuerdos se desvanecen, dando todo por la persona equivocada, ahora me encuentro en mi propio final.
Editado: 19.11.2019