CAPÍTULO 53: Baldorpharma

Narrador omnisciente.

30 de mayo; Halton Hills, Canadá.

Hora 9:06 a.m.

Tres furgonetas entraban a las instalaciones de Baldorpharma con los estudiantes universitarios que venían de la capital a disfrutarían de un recorrido educativo en la industria más importante de Canadá.

Los estudiantes fascinados, ansiosos y hambrientos de conocimientos atravesaban la industria con la esperanza de algún día ser parte de los equipos de Baldorpharma. Empezaron con la primera planta, pero cada uno de ellos tenían un gran propósito y era poder hablar con las mentes brillantes, los Keyne McLean.

Toda la Baldorpharma se encontraba en función.

Hora 10:14 a.m.

Ha esa misma hora los operarios de Baldorpharma detectaron una fuga de gas menor y dieron aviso, así que, el operador de la sala de control, Sebastián Moran, recibió el aviso por lo que fue a comprobarlo de forma inmediata dirigiéndose a la zona de almacenaje en donde se almacenaba los materiales más inflamables de la industria bajo una gruesa capa de hormigón.

En el almacén yacía isocianato de metilo un compuesto orgánico con el principal uso industrial de fabricar pesticidas, un compuesto bastante peligroso y tóxico por lo que su tratamiento debía ser de mucha cautela y nada podía salir mal.

Moran comprobó que sí se trataba de una fuga, pero era una fuga lenta, por lo que no se alarmó ya que los escapes de gas menores eran bastante regulares, Sebastián había comprobado la presión y la temperatura por lo que determinó que todo iba bien y que no podía hacer más, así que, se quedó hablando con los demás en la sala de control.

Y las demás plantas de Baldorpharma seguían funcionando de forma normal y los estudiantes continuaban su recorrido.

Hora 10:52 a.m.

Media hora después los operarios de la fábrica volvieron a llamar. Moran regreso al medidor para revisar la temperatura y la presión, y repentinamente la aguja del medidor había dado la vuelta y en cuestión de minutos la presión en los depósitos de almacenaje químicos se disparó,

Sebastián con un grupo de personas se dirigieron a deposito de almacenaje en donde se percató que todo estaba mal, hacía demasiado calor, el hormigón vibraba y había un sonido fuerte como el de una máquina de vapor, mientras el grupo volvía a la sala de control el gas penetra las tuberías de Baldorpharma.

Mientras que nadie de la compañía tenía conocimiento de ello y continuaban con sus labores.

Hora 11:01 a.m. 

Sebastián activó los mecanismos de emergencia para neutralizar el gas, mientras esté atravesaba una columna limpiadora depuradora de gas del respiradero, pero no tuvo ningún efecto, posteriormente el gas atravesaba las torres de depuración de gases diseñada para quemar cualquier escape de gas, pero de nuevo, no obtuvo ningún efecto.

Bajo una gran presión el gas se precipitaba por toda la red de conductos de Bladorpharma hasta llegar a una de las chimeneas de ventilación y de ahí el gas se liberó en la atmósfera.

Por la cabeza de Sebastián pasaban todo tipo de miedos, había comprendido que sería un desastre y que no había podido hacer nada para que el gas tóxico no llegara al exterior, por unos minutos se mantuvo absortó, en shock y no sabía qué hacer.

A Sebastián jamás se le pasó por la cabeza que este tipo de desastres podía pasarle y menos bajo su cuidado. Pues no solo estaban en peligro todos los empleados que laboraban en la industria sino también toda la población de Halton Hills.

Cuando reacción comunicó que había una gran fuga en la zona de almacenaje para que procedieran a evacuar las instalaciones de la industria, activando la alarma de emergencias. Colocando a toda la industria en alerta y volviéndose un caos total.

Todos dejaban sus labores y buscaban explicación de lo que estaba sucediendo, algunos pensaron que se trataba de un simulacro por lo que hicieron caso omiso a la alarma, mientras que otros salían corriendo hacia las salidas de emergencia. Y los estudiantes se quedaron congelados sin saber qué debían hacer.

Pero pronto todos se empezaron a sentir sin aire y con dificultades para respirar.

Hora 11:27 a.m.

La nube de gas se expandía por toda la población envolviendo la ciudad en veneno, a medida que iban pasando los minutos las calles empezaron a inundarse de gente en busca de respirar aire fresco con una confusión. 

La gente corría por las calles de Halton Hills, los invadía una tos imparable, vomitaban, mientras otras se caían y morían de forma instantánea. Huían en estampida y muchos de ellos asfixiándose en el camino. Los hospitales y clínicas cada vez se saturaban de pacientes con los mismos síntomas y muchos esperaban por ser atendidos.

Hora 11:40 a.m.

Mientras tanto en la industria trataba de hacer uso de los mecanismos para neutralizar el gas, pero nada daba resultado, incluso trataban de disolver el gas con mangueras de emergencia. Pasando media hora se dieron cuenta que el flujo de gas no desaceleró, mientras a cada minuto la capa de gas se expandía cubriendo una zona de 16 kilómetros de diámetro.

Hora 3:00 p.m.

A las tres de la tarde el gas cubría por completo a todo Ontario y se había llevado alrededor de 13 mil víctimas de Halton Hills. La mayoría de trabajadores había muerto y los que no habían salido de la ciudad, rápidamente Baldopharma se había convertido en noticia mundial como una de las catástrofes industriales más grandes.

Al día siguiente del desastre el gobierno de Canadá hizo acto de presencia en la industria en busca de explicaciones de cómo era posible tal catástrofe si el isocianato de metilo se almacenaba cuidadosamente en forma líquida en depósitos subterráneos, los trabajadores terminaron afirmando que el depósito estaba al 75% de capacidad, sobrepasando el 50% que estaba permitido, por lo cual 32 toneladas del compuesto habían evaporado y escapado. Pero eso no era todo, porque en el otro depósito yacía de 50 a 55 toneladas del mismo isocianato de metilo.