Black Ghost

Capítulo 64: Cita.

Al terminar de abrazarme, Devora lleva un vestido tan revelador que sus pechos asoman como si estuvieran buscando aire fresco. ¡Ay, madre! No sé hacia dónde mirar; Estoy en televisión y en alguna parte del Coliseo, Yolanda seguro que me está lanzando una mirada que perfora corazones... y también costillas.

Pienso con todas mis fuerzas: "¡Yolanda, entiende, por favor! Tú eres la única chica con la que quiero estar. ¡Palabrita del niño Alberto!

—Alberto, en serio, por un momento pensé que te iba a dejar como rama seca. Te tenía dominado desde el inicio con su magia oscura —dice Devora, sonriendo como si el combate hubiera sido una telenovela y no una batalla a vida o muerte.

—Sí, bueno… —me rasco la nuca, incómodo—. La verdad es que hasta yo pensé que estaba frito. Digamos que esta vez tuve… suerte.

Claro que no puedo decir la verdad: que un ser misterioso me echó una mano. Porque, ¿cómo explico eso sin sonar como un loco o un mentiroso profesional?

—Eres tan lindo, me encanta verte pelear —me dice, poniendo ojitos de película romántica de bajo presupuesto.

De reojo, veo a Yolanda acercarse entre la multitud, con una cara de pocos amigos que parece gritar: "¡A alguien aquí le van a caer un par de trompadas!”. Y para colmo, está apretando los puños como si quisiera demostrar que no necesita magia para partirle la cara a alguien.

Devora, por supuesto, se da cuenta. Y con una sonrisa diabólica, se aferra aún más fuerte a mí, como quien dice: "¡Este pastel es mío!”. La situación está a punto de explotar en alta definición. Necesito un plan para despegarme de Devora antes de que Yolanda le dé un golpe que salga en todos los memes de mañana.

En ese momento, unos reporteros deciden añadirse al caos:

—Alberto, dinos, ¿es tu novia? —grita uno, con un micrófono que casi me perfora un ojo.

—¡No soy su novia! Pero somos… amigos muy especiales —responde Devora, sonriendo como quien suelta una bomba en un salón lleno de porcelanas.

¿Amigos muy especiales? ¿Eso qué significa? ¿Compañeros de Monopoly o algo así?

—Lo siento, chicos, otra vez será. ¡Me tengo que ir! —digo mientras huyo despavorido, porque si no me largo ahora, Yolanda va a desatar la Tercera Guerra Mundial.

Entre la multitud, la veo alejarse con paso firme y furioso. Esto pinta mal. Muy mal. Decido seguirla, rezando porque no invoque a un demonio en el camino.

—¡Yolanda! ¡Espera!

Pero ella ni me voltea a ver. Sigue caminando como si yo fuera un mosquito molesto al que ignora por deporte.

—Olvídate de mí, no quiero escuchar una sola palabra que salga de tu boca —me suelta sin siquiera mirarme, mientras acelera el paso.

Y entonces, ¡puf! Se teletransporta mágicamente. ¡Por un demonio! Literalmente. ¿Cómo voy a explicarle mi versión si no me deja abrir la boca?

El pasillo está vacío, y me quedo ahí, parado como un tonto. Sé que llamarla es inútil: si está molesta, me bloquea; Si intento buscarla, su abuelo, el abominable Berek, probablemente me lanza al espacio con una patada.

Así que solo me queda lo más difícil: esperar a que se le pase el enojo. Y, bueno, tal vez rezar para que mañana todavía tenga cabeza en su lugar.

—¡Alberto! Te estaba buscando. ¿Por qué te fuiste como si te hubieran gritado "fuego" en un cine? ¿Y a dónde ibas dejando a los reporteros y a mí solos, cuales personajes secundarios olvidados?
Ah, es cierto. Los dejé ahí plantados como ficus. Todo por culpa de Yolanda. Seguro ahora piensan que soy un grosero de categoría olímpica.

—Fui detrás de Yolanda, pero nada. No quiso ni mirarme, como si fuera un vendedor de seguros. Peor aún, cuando se pone así, ¡puede dejarme de hablar por siglos!

—¿Sigues con ella? Alberto, en serio, esa mujer te va a dar más dolores de cabeza que una resaca en lunes. Yolanda es más inmadura que un plátano verde, y su forma de ser… ¡Me desespera!

—Lo sé, lo sé. Estoy molesto. No entiendo por qué actúa así conmigo. Solo quería hablarle, ¿es mucho pedir? Pero claro, se aprovecha porque sabe que estoy más enamorado de ella que ella de mí. Y lo peor de todo, ¡no tengo ni idea de cuánto tiempo va a durar su berrinche esta vez!

—Mira, no quiero meterme mucho, pero yo sí soy una chica confiable. No he dicho ni pío sobre lo tuyo con Yolanda. Ahora bien, si me permites un consejo práctico: olvídate de ella un rato. ¡Vámonos a la capital! Sé dónde venden las mejores bebidas, y yo invito. ¡Un trago lo cura todo!

—No sé, Devora… Tengo miedo de empeorar las cosas.

—¿Miedo? ¿Yolanda? ¡Por favor, Alberto! Eres un hombre. Puedes hacer lo que te plazca. Ella tiene que entender que no puede controlarte como si fueras su personaje de videojuego.

— ¿Controlarme? ¿Tú crees que es eso?

—¡Claro! Es como el abuelo Berek, que quiere controlar todo lo que respira en este mundo. Las personas como él tratan a todos como piezas de ajedrez… Y odio admitirlo, pero Yolanda se parece un poco.

—¡No! Yolanda no es así… ¿o sí? ¡No puede ser como Berek! Ella siempre ha sido dulce conmigo, desde el día que nos conocimos.

—Ajá, dulce, sí. Para otros tal vez, pero contigo… contigo quiere mover los hilos. Tú tienes que demostrar quién manda aquí. Eres el hombre, Alberto. Toma tus decisiones, y si ella no está de acuerdo, pues que lo anote en su diario.

—Hmm… Ahora que lo dice, Devora, todo empieza a encajar. ¡Ni siquiera sé desde cuándo Yolanda me está manejando como un títere con hilos invisibles!

—¡Exacto! Ahora, deja de pensar tanto. Vamos a divertirnos un rato. ¿Qué podría salir mal?

—Tienes razón. ¡Vamos! Un par de copas no me van a matar… creo.

Y ahí estábamos, saliendo de Herel hacia la capital. Nada de metro, que eso es para gente con horarios. Nos fuimos en un taxi que parecía salido de una película vieja.

Cuando llegamos al bar que Devora me había recomendado, pedimos unos tragos, y ahí, entre risas, comenzamos a charlar. Yo con mis problemas con Yolanda, y Dévora siendo la amiga leal que sabe que a veces el mejor consejo viene con un buen cóctel en la mano.



#1848 en Fantasía
#325 en Magia
#279 en Ciencia ficción

En el texto hay: fatasia, cienciaficion, amordehermanos

Editado: 18.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.