Black Ghost

Capítulo 68: Descubiertos.

—¡Pero Yolanda, por todos los pelos de Gandalf, ¿qué haces aquí?! —Tenemos que sacar una excusa más rápido que un meme viral antes de que Evelyn sospeche algo.

—Alberto, creo que es hora de contarle la verdad a tu hermana. —dice Yolanda.

—¿Qué? ¿La verdad? —pregunto con cara de preocupado pues no sé porque ¿No prefiere una mentirilla piadosa? No sé, tengo un mal presentimiento, como si esto fuera a explotar peor que un horno con pastel.

— ¿De qué verdad están hablando? ¡Díganmelo ya antes de que mi imaginación arme una telenovela! —exige Evelyn, con esa mirada que te hace querer confesar hasta lo que no hiciste.

—Hermana… Yolanda y yo… estamos saliendo. —Me escondo detrás de Yolanda como un ratón detrás de un oso, esperando que me proteja del tsunami Evelyn.

—¡¿QUÉÉÉÉÉ?! ¿Pero qué clase de locura estás diciendo, Alberto? Yolanda no tiene novio, soy su mejor amiga. Yo tendría el radar prendido, ¿eh? ¡Esto no cuadra!

—Es cierto, Evelyn. Estoy enamorada del tonto de tu hermano —contesta Yolanda.

—¿Tonto? ¡Oye, oye! Lo de tonto estuvo de más —pero me callo porque no quiero arriesgar mi vida aquí.

— ¿Cómo que están saliendo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Y por qué nadie me mandó una invitación al chisme? ¿Esto es una broma? —Evelyn parece confundida, como si le hubieran dicho que los gatos ladran.

—Alberto, creo que es hora de besarme, para que Evelyn nos crea.

—¿Qué? ¿Besar? ¿Aquí, delante de ella? —Si hago eso, Evelyn me mata. Literalmente.

—¡A ver, a ver, tranquilos! No necesitan hacer una escena de teatro, ya les creo. Estoy sorprendida.

—Evelyn… yo tenía miedo de decírtelo porque eres mi única amiga y no quería que dejaras de hablarme si te enterabas de que estaba saliendo con… bueno, tu hermano.

—¿Eso era todo? ¡Ay, Yolanda, por favor! Mejor así te tengo cerca y puedo vigilar a este zoquete. Para ser honesta, pensé que estabas enamorada de Maicol. Sí, Maicol, el chico del gimnasio de las cuales todas están locas por él. En cambio, esto es inesperado, pero… está bien.

—¿Maicol? ¡¿Qué tiene que ver Maicol aquí?! —grito, con ganas de ponerle una queja al universo por traerlo a la conversación. —Y ¿qué tiene Maicol mejor que yo? ¡Hablan de él como si fuera el mesías de los abdominales! —Resoplo con los brazos cruzados, intentando parecer digno. Claro, solo es más guapo que yo… pero yo tengo más dinero. Y eso cuenta, ¿verdad?

—Alberto, por favor. Evelyn, ¿ves lo que pasa cada vez que se menciona a Maicol? Se pone más verde que Hulk. —Yolanda sonríe, como si esto fuera un programa de comedia.

—¿¡Celoso yo!? ¡Por favor! ¡Ni en un millón de años estaría celoso de ese… calvo de gimnasio! —Ok, no está calvo, pero déjame sentirme superior por un segundo.

—Oh, claro que no estás celoso, hermanito. Solo gruñes cada vez que escuchas su nombre y empiezas a hablar como si fueras un villano de telenovela. Muy convincente. —Evelyn suelta una carcajada que me hace querer desaparecer.

—No estoy celoso. Lo que pasa es que ahora es tu mejor amigo, y claro, ¿cómo voy a estar tranquilo con esa situación? —Digo, tratando de mantener mi dignidad. Lo que realmente me incomoda es que el galán de Maicol parece haber puesto sus ojos en Yolanda. ¡El descarado ese!

—Mira, Yolanda, no le hagas caso a mi hermano. Es un tonto, sí, pero dentro de todo es un buen chico. No hiciste una mala elección al elegirlo a él y no a Maicol. — ¿Qué fue eso? ¿Un cumplido o me están calificando como premio de consolación?

—Aunque, bueno, Maicol no se ve nada mal… —responde Yolanda, como si estuviera hablando de un helado que quiere probar.

—¿¡Qué!? ¿Qué se supone que significa eso? ¿Ahora tengo que disculparme por no ser tan hermoso como el maldito Maicol? —La indignación me atraviesa como un rayo. ¡Esto ya es bullying emocional!

—Y viste lo atractivo que se vio ayer en su última práctica mágica, ¿no? —agrega Evelyn, como si me estuvieran apuñalando con cuchillos invisibles.

—¡¿Práctica mágica?! ¡Por favor! Seguro hizo un truco barato, como un conejo saliendo de un sombrero. Yo podría hacer eso… si quisiera.

Mientras ellas se ríen a mi costa, yo solo puedo pensar: Esto es injusto. Yo soy gracioso, inteligente y rico… ¿por qué siento que sigo perdiendo contra ese maldito Maicol?

Golpeo con la palma de mi mano en la encimera de la cocina, como si estuviera firmando mi renuncia al club de los pacientes.

—¡Me largo de aquí! ¡Ahí se quedan ustedes dos, fans oficiales de Maicol! —exclamo, señalándolas como si fueran culpables de traición. —Ya era suficiente aguantar a Yolanda, pero ahora soportarlas a las dos juntas hablando del gran Maicol, ¡no puedo más! — Maldita sea mi suerte, estar en la sombra del bastardo Maicol hasta en mi propia casa.

—¡Ay, mi niño, no te pongas celosito, cariñito! ¿Quieres un besito para que se te pase? —dice Yolanda, y de pronto me siento como un bebé regañado por su niñera.

—¡Suéltame, Yolanda! —trato de zafarme de su abrazo, aunque me aferra como si estuviera protegiéndome del apocalipsis—. Déjame ir, ¡no te soporto cuando te pones así!

—No te vayas, Alberto. Prometo no mencionar más a ese que te pone tan celoso. —Evelyn suelta una risa maliciosa que me hierve la sangre. Otra vez con el mismo tema. Es que lo hace a propósito, ¡lo sé!

—¡MALDICIÓN, por una vez en tu vida ESCÚCHAME! —exploto, y las dos se quedan mirándome como si acabara de declarar que la Tierra es plana—. ¡No estoy celoso! ¿Qué quieres? ¿Qué me convierta en Maicol? ¿Qué camine como Maicol? ¿Qué me duerma como Maicol? ¿Qué me vea cómo Maicol? ¡Estoy hasta el límite de esta comparación absurda! —Y ahí está: ambas empiezan a reírse como si yo fuera el comediante de la noche. Esto ya es un circo y yo soy el payaso principal.

—Evelyn, vamos a dejar de molestarlo un rato. Ven, ayúdame a cocinar. —Yolanda, con esa sonrisa de "todo está bien", se acerca a mí como si fuera una terapeuta. —Buen trabajo, Alberto. Nos ha convencido de que todo lo de Maicol es imaginación nuestra. Perdónanos por dudar.



#1902 en Fantasía
#331 en Magia
#280 en Ciencia ficción

En el texto hay: fatasia, cienciaficion, amordehermanos

Editado: 18.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.