Capítulo 71: Batalla I.

—¡Nos volvemos a ver después de tanto tiempo, Evelyn! —exclamó Maicol con la emoción de alguien que acaba de reencontrarse con su deuda más grande.
—¿Ahora esta estupidez? ¡Dejen de hablar y peleen de una vez! —grité desde las gradas, sintiéndome el público más impaciente del estadio.

—Esto me trae viejos recuerdos —añadió Evelyn, con la nostalgia de quien encuentra un ex, pero sigue odiándolo en secreto.
¡Maldita sea, y esta es mi única pelea mágica que veo en directo! De mi hermana, pensé mientras apretaba los puños de pura frustración y se ponen a conversar.

—Eres el orgullo de todos los magos tipo arma. No he visto una estudiante con tanto talento como tú —dijo Maicol, sonriendo como si estuviera haciendo campaña para las próximas elecciones de "mejor rival".
“¿Y cuáles serán los verdaderos poderes mágicos de mi hermana? “, me pregunté, con la curiosidad de alguien que teme que todo esto termine en memes familiares.

—Tú no te quedas atrás en cuanto a habilidad mágica se refiere —respondió Evelyn, con el tono de quien cumple con su cuota de halagos antes de la carnicería.
“¿Cuáles serán las habilidades mágicas de Maicol para ser tan fuerte? “, me seguía cuestionando, mientras tragaba palomitas más rápido de lo que podía pensar.

—He perdido dos veces seguidas contra ti, pero esta vez no pienso perder por tercera vez —dijo Maicol, con la energía de alguien que está harto de ser el meme oficial del grupo de WhatsApp.
A lo mejor dará lo mejor de sí solo para no pasar vergüenza otra vez delante de todo este público. ¡Esto está a casa llena!, reflexioné, mientras veía a las cámaras enfocarlos cada vez más.

—Pobre Maicol, tus sueños de ganarme nunca se hará realidad. Mi hermano es mi única debilidad en esta vida —empezó Evelyn, con un discurso tan motivador que casi pensé que estaba en un comercial de películas épicas. —Después de que murieron mis padres, él es lo único que me anima a seguir con vida. Y es la primera vez que me ve luchar en vivo. No puedo perder. ¡Debo dedicarle esta victoria a él! —continuó, mientras el estadio entero contenía la respiración.
¡Demonios! ¡Ese hermano soy yo!, me di cuenta, justo cuando las cámaras me enfocaron y mi cara apareció en la pantalla gigante. ¡Qué vergüenza! Ahora no solo soy el hermano de la protagonista, ¡también soy el meme del día!

—Tu hermano parece un mago muy talentoso. Es una lástima que lo primero que verá en vivo sea tu derrota —dijo Maicol, con la confianza de quien se olvidó de la parte en la que siempre pierde. —¡Espero que luego de vencerte pueda agradarle a Berek esta lucha y se dé cuenta de que soy el único digno para su nieta! —añadió con descaro, revelando su verdadera agenda: robarse a Yolanda como si fuera un trofeo mágico.
¡Maldición! ¡Su plan es conquistar al abuelo desgraciado y así quedarse con Yolanda! grité internamente, mientras sentía cómo mi rabia iba cargando un hechizo de nivel emocional 99.

—¡Mejor olvídate de Yolanda! ¡Nunca será tuya, al igual que esta pelea! —gritó Evelyn, apuntando hacia Maicol con tanta intensidad que el estadio entero quedó en silencio.

Y así, entre promesas, dramas familiares y una pelea mágica que parecía más una telenovela, la batalla estaba por comenzar... aunque yo seguía rogando de que por fin dejaran de hablar y empezaran a lanzarse hechizos de verdad.

Observo a mi hermana hacer aparecer una espada como si fuera una maga profesional en un show de Las Vegas. ¡No lo puedo creer! ¡Es una maga tipo arma! Y, claro, su arma es una espada. Porque, si vas a ser dramático, al menos elige algo con estilo.

La espada aparece mágicamente en su funda, como si tuviera su propio lugar VIP. Pero justo cuando la saca, el filo desaparece. ¡Puf! Adiós al glamour metálico. Ahora solo tiene la empuñadura, como si fuera un mango de escoba mágico de lujo.

"Genial", pienso. "¿Y con eso va a pelear? ¿Va a golpearlo con la empuñadura o qué?" Pero entonces, el metal que desaparece empieza a hacer lo suyo. Primero, se transforma en lo que parece una serpiente... aunque, con esas dos pequeñas aletas, parece más un pez que salió a dar un paseo.

—Eso no puede ser un pez, está fuera del agua —murmuro, tratando de entender la lógica de este caos mágico.

La criatura, larga y de un blanco reluciente, tiene un ojo negro que brilla en su cara como si hubiera salido de un casting para una película de villanos. Pero ahí no termina el show. De la otra mitad de la espada aparece otra serpiente, igualita a la primera, pero versión oscura: negra, con un ojo blanco que parece decir "te estoy observando... y juzgando".

Ambas serpientes comienzan a girar alrededor de mi hermana, como si estuvieran practicando un baile coreografiado. Antes de que me dé cuenta, están formando nada más y nada menos que el símbolo del Yin y el Yang. ¡Por supuesto que lo hacen! Porque cuando eres una maga tipo arma, al parecer, también tienes que ser filosófica.

—¿Te acuerdas de mis dos mascotas, Maicol? —pregunta mi hermana con una sonrisa.

¿Que si me acuerdo? ¡Claro que no me acuerdo! ¿Cómo olvidar algo que nunca me dijiste? Aunque, viendo esas cosas, no sé si llamarlas mascotas o personajes secundarios de una serie de fantasía, aunque no fue a mi que me hicieron la pregunta.

Y ahí estoy yo, preguntándome si estas serpientes-pez-Yin-Yang tienen nombre y, más importante, si alguna vez han mordido a alguien por accidente.

En ese momento, noto algo extraño en mi hermana: su ojo izquierdo comienza a cambiar. La parte cristalina se torna de un verde intenso, como si estuviera activando algún modo "ultra maga". Pero lo más llamativo es que en el fondo de su ojo aparece... ¡un pentágono! Sí, un pentágono, como si su pupila estuviera compitiendo en un concurso de geometría avanzada.

Mientras sigo procesando que ahora tengo una hermana con ojos mágicos y un amor por las figuras geométricas, cambio mi vista hacia Maicol. Ahí está él, invocando con uno de sus sellos mágicos. Y, ¡bam!, aparece un mono.