Capítulo 73: Batalla III.

Maicol comienza a correr hacia Evelyn, pero a un ritmo tan lento que parece estar haciendo una entrada dramática a propósito. Desde las gradas, pienso: "¿Está calentando o simplemente quiere ser teatral?".

Cuando finalmente llega a su destino, lanza una patada directa al rostro de Evelyn, pero ella, con esa rapidez característica, mueve su cabeza hacia un lado como si estuviera esquivando una mosca molesta.

Evelyn, sin perder tiempo, decide responder al ataque. Con una velocidad increíble, saca su espada de la funda e intenta cortar el pecho de Maicol con un ataque vertical. Sin embargo, Maicol, demostrando que también tiene reflejos de campeonato, mueve su cuerpo hacia la izquierda. La espada de Evelyn corta únicamente el aire, emitiendo un silbido dramático. Sin pensarlo dos veces, Evelyn guarda de inmediato su espada en la funda, con la precisión de alguien que ha hecho esto miles de veces.

Maicol, probablemente pensando "ahora es mi turno", lanza un puño directo al rostro de Evelyn. Pero justo cuando parece que va a conectar, el ojo izquierdo de Evelyn comienza a brillar, y el pentágono en el centro de su ojo empieza a girar. Como si alguien hubiera presionado el botón de "ralentizar", todo se vuelve lento.

Desde las gradas, observo cómo Maicol, atrapado en el efecto mágico, parece estar lanzando su puño a velocidad de tortuga ninja cansada. Evelyn, tranquila como si estuviera viendo un tutorial en cámara lenta, detiene el puño de Maicol con su mano derecha.

En cuanto el pentágono de su ojo deja de girar, el tiempo vuelve a la normalidad. Ahora, Evelyn está ahí, firme, sosteniendo el puño derecho de Maicol con su mano derecha, mientras con la otra mano sigue sujetando la funda de su espada, como si no quisiera soltar su accesorio favorito.

Desde las gradas, pienso: "Evelyn acaba de demostrar que no solo tiene magia impresionante, sino también un sentido del drama que rivaliza con el de cualquier héroe de acción".

Evelyn, sin perder tiempo, levanta su pierna izquierda y le lanza una patada que obliga a Maicol a retroceder. No de cualquier manera, sino dando vueltas hacia atrás como si estuviera en una rutina de gimnasia acrobática. Gira una y otra vez hasta que, finalmente, logra detenerse a una distancia prudente.

Pero Evelyn no piensa darle un respiro. Se acerca rápidamente, y con un movimiento decidido, saca su espada de la funda con la intención de clavársela directamente en la cara. Maicol, demostrando reflejos impresionantes, detiene la espada con las dos palmas de sus manos, como si estuviera a punto de dar un aplauso al filo mortal de la espada.

Desde las gradas, pienso: "¿Acaba de aplaudir una espada? Esto es otro nivel de magia".

Evelyn, al ver que su ataque fue bloqueado con estilo, retira la espada y la guarda nuevamente en su funda. "Si no es con espada, será con mis piernas", parece pensar, mientras lanza otra patada directa a la cara de Maicol con su pierna izquierda. Maicol se cubre rápidamente con las manos, deteniendo el impacto, pero Evelyn no ha terminado.

Apenas baja la pierna izquierda, levanta la derecha con una fuerza que podría romper muros. El ataque va directo al rostro de Maicol, pero esta vez él decide agacharse rápidamente, porque si intentaba cubrirse con las manos, la presión del golpe probablemente habría hecho que su cara terminara en otro código postal.

El movimiento es tan rápido que Evelyn falla inevitablemente, pero no se desanima. Inmediatamente, intenta conectar un puñetazo directo al pecho de Maicol, y esta vez la velocidad está de su lado. Maicol no puede reaccionar a tiempo, y el puño de Evelyn impacta con fuerza, enviándolo hacia atrás como si hubiera sido golpeado por un tren mágico.

Maicol se desliza por el suelo, sus zapatos dejando un rastro visible mientras trata desesperadamente de detenerse. Finalmente, logra frenar, pero queda jadeando, claramente pensando: "Esto no está siendo mi mejor día".

Desde las gradas, no puedo evitar sonreír. Evelyn está demostrando no solo poder, sino también una creatividad inagotable para atacar. Esto es mejor que cualquier torneo que haya visto antes.

—Vamos, Maicol, deja el juego y haz tu primera transformación —dice Evelyn con una sonrisa desafiante, como si estuviera en un concurso de "quién se transforma primero".

Yo, desde las gradas, pienso: "¡Qué emoción! Por fin algo más interesante" .

Pero Maicol, siempre con su toque dramático, responde:
—Mi querida amiga Evelyn, la que debe dejar el orgullo eres tú. Haz tu primera transformación, porque quiero que digan que te obligué primero a transformarte cuando te derrote al final de este combate.

Yo pongo los ojos en blanco. "¿En serio? Ahora están discutiendo por ver quién transforma primero. Esto ya parece una pelea de egos mágicos".

Evelyn no se queda atrás:
—No imagines cosas que nunca van a pasar, como tú derrotándome al final de esta pelea. Pero bueno, para darle algo de ritmo a esta lucha, voy a realizar mi primera transformación.

Y ahí está. Evelyn saca su espada, y lo que sucede a continuación es... increíble. Su funda comienza a desvanecerse lentamente, como si estuviera siendo absorbida por la magia de mi hermana. Poco a poco, la funda se transforma en un pequeño escudo en su mano izquierda.

El diseño del escudo es impresionante: en su centro están dibujadas las dos serpientes en forma de pez, girando en círculos y formando el símbolo del Yin y el Yang. Desde mi asiento, pienso: "Esto parece salido de un museo mágico".

La espada de Evelyn, por su parte, no cambia de forma, pero en todo el filo aparece un tatuaje mágico. Es una representación de la serpiente negra, esa misma que el mono y Maicol habían derrotado.

El contraste es espectacular. El escudo muestra ambas serpientes juntas, como guardianes del bien y el mal, mientras que la espada lleva únicamente el tatuaje de la serpiente negra Yin, con su característico color negro y un ojo blanco que parece observarlo todo.