Capítulo 75: Batalla V.

Todo parece indicar que Evelyn está activando su última transformación, y desde aquí, puedo sentir cómo la tensión en el estadio aumenta. "Esto se va a poner interesante", pienso mientras no aparto la mirada.

Lo primero que noto es que su escudo comienza a desintegrarse. Poco a poco, el sólido símbolo del Yin y el Yang que la había protegido durante toda la batalla se convierte en polvo, desapareciendo por completo.

Al mismo tiempo, su espada sufre un cambio impresionante. En su filo, ahora aparecen ambas serpientes: la blanca y la negra, unidas en un solo diseño elegante y poderoso. La espada adopta un estilo completamente nuevo, con una apariencia más majestuosa, como si dijera: "Ahora sí, prepárense para lo que viene".

Cuando el escudo termina de desaparecer, dos esferas mágicas surgen en su lugar. Una esfera blanca flota a su derecha, mientras que una negra lo hace a su izquierda, ambas girando lentamente como si fueran planetas en órbita. Desde mi asiento, pienso: "¿Escudo por bolas flotantes? No sé si eso es un cambio justo, pero seguro será espectacular".

Con su espada renovada, ahora decorada con los dos tatuajes de sus serpientes, y las dos esferas mágicas girando a su alrededor, Evelyn finalmente termina su tercera transformación.

No puedo evitar sentir que estoy presenciando algo monumental. "Esto ya no es solo una pelea, es un espectáculo épico digno de un final de película", pienso, mientras Evelyn se prepara para enfrentar a Maicol con su máximo poder.

Pero claro, Maicol no se queda atrás. No va a dejar que Evelyn tenga toda la atención en el momento culminante. Sin perder tiempo, comienza a realizar su tercera transformación, claramente decidido a enfrentarse a Evelyn con todo su poder.

El aura mágica en forma de mono que lo rodea comienza a cambiar. Se expande rápidamente, volviéndose más grande, más imponente y, sobre todo, más brillante, mientras su color original marrón-verde se transforma en un resplandeciente blanco puro .

Lo impresionante no es solo el tamaño de su aura, sino que ahora tiene el mismo aspecto que el mono que Maicol había invocado al principio de esta batalla. Es como si su espíritu mágico se hubiera materializado por completo, envolviéndolo con una energía que parece casi tangible.

Para añadir aún más dramatismo, destellos de electricidad comienzan a chisporrotear a su alrededor, disparándose en todas direcciones como pequeños rayos descontrolados. "Bueno, ahora sí parece que alguien enchufó al mono en un generador gigante".

Con esta nueva transformación, Maicol se ve más poderoso que nunca, su aura de mono blanco electrificado vibrando con una intensidad que llena todo el estadio. Claramente, esta batalla no está ni cerca de terminar, y ambos están listos para desatar su máximo poder.

Desde mi asiento, no puedo evitar emocionarme: "Esto es como el final épico de una película de acción mágica, y yo tengo el mejor asiento".

Evelyn, con sus dos esferas girando a su alrededor, corre hacia Maicol con determinación, lista para enfrentarlo con toda la fuerza de su tercera transformación. Pero Maicol, en su nueva forma de mono blanco electrificado, se mueve como un rayo, su velocidad dejando un rastro luminoso que muestra lo poderosa que es su nueva transformación.

Justo antes del choque, una de las esferas de Evelyn, la de color negro, se adelanta como si tuviera vida propia. La esfera, envuelta en fuego negro, se lanza hacia Maicol con la intención de impactarlo directamente. Pero Maicol, con la calma de quien sabe que tiene el poder de su lado, golpea la bola negra con un puño electrificado. La fuerza del golpe volando manda la esfera cubierta de fuego negro muy lejos, fuera del alcance inmediato de la batalla.

En cuestión de milésimas de segundo, Maicol se aparece mágicamente frente a Evelyn, lanzando un puño directo a su rostro. Sin embargo, la esfera blanca de Evelyn reacciona justo a tiempo, colocándose como un escudo entre Maicol y su objetivo. El puño electrificado de Maicol impacta contra la bola blanca, creando una onda de choque que hace vibrar el aire a su alrededor.

Evelyn, aprovechando el momento en que Maicol está ocupado con la esfera blanca, lanza un corte con su espada, buscando aprovechar la apertura. Pero Maicol, con su velocidad extrema, se desaparece justo un tiempo, dejando a Evelyn golpeando solo el aire.

Sin embargo, incluso cuando su ataque falla, la espada de Evelyn no desperdicia el movimiento. Desde su filo, emana una ráfaga de fuego negro y blanco, una mezcla de energías opuestas que se combinan en un espectáculo visual impresionante.

"Esto no es solo una batalla mágica; esto es arte en movimiento". La intensidad de ambos combatientes está alcanzando niveles que nunca antes había imaginado, y la pelea sigue siendo tan impredecible como emocionante.

Maicol, demostrando su dominio absoluto de su tercera transformación, aparece en lo alto sobre Evelyn, flotando con una gracia que no combina del todo con su agresiva aura de mono electrificado. Con ambas manos, empieza a cargar dos enormes bolas de electricidad, que chisporrotean con una intensidad casi cegadora.

Sin perder tiempo, lanza las dos bolas directamente hacia Evelyn, como si estuviera decidido a terminar la pelea con un golpe final. Pero Evelyn no se deja intimidar. Su esfera blanca actúa de inmediato, colocándose frente a ella y creando un enorme muro de hielo que bloquea el paso de las poderosas bolas eléctricas de Maicol.

El choque es espectacular. Las bolas de electricidad impactan contra el muro de hielo, y la fuerza del impacto genera una explosión monumental, que envuelve la escena en destellos de luz y ráfagas de viento helado. El muro de hielo se rompe en pedazos al instante, pero no sin antes haber hecho su trabajo, protegiendo a Evelyn de un daño mayor.

"Bueno, si esto no es magia defensiva de alto nivel, no sé qué lo es".

Mientras los fragmentos de hielo caen como copos gigantes, Maicol desciende lentamente desde el aire, envuelto en su poderosa aura mágica de mono blanco, despidiendo electricidad por todos lados. Cada chispa parece resaltar su fuerza y ​​determinación, como si dijera: "Todavía no he terminado".