Capítulo 11

La tarde ha llegado, Zar se encuentra preparado para salir, desciende tranquilamente las escaleras,  Aria se encuentra entrenando arduamente, a pesar de ser un individuo brillante, siempre se esmera mucho por mejorar. Adam Dixon se encuentra en la sala, su día no ha sido tan ocupado y ha podido relajarse.

–Señor, ha llegado esto–informa Isabella entregándole a Adam un sobre de color negro y morado, con solo ver el elegante diseño se puede percatar de su procedencia, con tedio lo abre y lo lee, al terminar de leer deja escapar una sonora carcajada.

– ¿Qué será eso que te pone de tan buen humor, padre?–inquiere Zar aproximándose al sofá.

– ¿Qué más sería? La mimada esa que se hace llamar la princesa–expresa lleno de desprecio haciendo sentir molesto a Zar, ocultando su sentir se mantiene en silencio escuchando a su padre–. Ha enviado una notificación para una reunión de líderes mañana a las diez de la mañana, lo más gracioso es que pone “obligatoria”, ¿Te das cuenta? Es una engreída.

–Comprendo, entonces deberás ir–comenta Zar de manera casual ignorando el tono despreciativo de su padre.

– ¿Ir? Por favor, Zar, no tengo tiempo para perder en las niñerías de esa caprichosa; además, el clan Dixon jamás la reconocerá como líder.

–Pero, papá, es la princesa, ella es realmente fuerte y si la provocamos podría traer graves consecuencias al clan Dixon.

– Tanta fuerza y habilidad debilitó tu cerebro, es una pena, deberías aprender a tu hermana, hábil, hermosa y sumamente inteligente, tú en cambio, no eres más que una decepción absoluta, he dicho que no iré, no tengo tiempo y aunque lo tenga, esa niña no puede ni dirigir su vida menos aun los clanes, sin importar cuán hábil sea no puede enfrentarse al clan completo.

–De acuerdo–responde sin molestarse en defenderse del agravio en su contra ni hacer evidente su desacuerdo ante las palabras de su padre, después de todo, él conoce a Ker y su padre no, de pronto, una idea surge y se arraiga en su cabeza–. Déjame ir en tu representación entonces así conocerás lo que se diga, no te comprometerás como líder y no provocaras a la princesa.

– Puedes hacerlo si quieres–indica sin mostrar emoción alguna a pesar del asombro que le genera el interés de Zar por el clan, nunca antes le ha importado tratar algo relacionado con el clan y para Adam es un gran avance que deseé presentarse en una reunión de líderes aunque sea con esa mimada y ante sus ojos sea algo irrelevante, significa que poco a poco su hijo puede comenzar a interesarse–. Pero recuerda, sea lo que sea, la respuesta es no, el clan Dixon no la apoyara, no la respaldara y mucho menos la reconocerá como princesa, deberías hablar con tu amigo para que tampoco lo haga.

–Blake no es persuasible, padre, él siempre hace lo que quiere.

–Tienes razón, es por eso mismo que pienso que no la apoyara y siendo el clan más fuerte, eso me tranquiliza.

–Claro, ahora debo irme.

Zar detesta discutir con su padre, sabe que el hombre se encuentra totalmente equivocado, desconoce la capacidad real de la princesa, incluso él mismo la desconoce, jamás ha tenido la oportunidad de verla en acción a excepción del día anterior cuando la vio saltar desde la parte superior de la mansión Takura, cuando su clan fue atacado y cuando escapo en compañía de su hermana y amiga, todo eso fue impresionante pero también dejo claro que es sólo el comienzo de su potencial. En ese momento lo que le importa es que tendrá la oportunidad de verla nuevamente, seguramente Blake estará ahí y no podrá molestarse ni él preocuparse por buscar una explicación para justificar su presencia en el clan Takura.

La reunión de líderes ha llegado, Ker se encuentra en la recepción de la mansión Takura completamente preparada para darles la bienvenida a los líderes de los clanes, se encuentra sumamente nerviosa, no sabe que es lo que le espera, de todos esos personajes únicamente conoce a Blake. Bryson se encuentra en la sala de reuniones, en compañía de Tiana y Keira terminando de preparar todo para que sea tal cual Ker lo ha solicitado, el más mínimo error, resultaría catastrófico. La joven respira de manera profunda buscando tranquilizarse, pensar en todas las posibilidades la hace sentir sumamente estresada por lo que sujeta sus manos de manera nerviosa, sin percatarse de la presencia inesperada del primer invitado. Se trata de Blake, quien decidió presentarse antes de la hora pactada para hablar con Ker, usó la teletrasportación y llegó al recibidor de la mansión Takura, en cuanto abre sus intensos ojos azules, se encuentra con la dulce niña asustadiza del bosque y no con la mujer fuerte capaz de eliminar a cualquiera con un solo movimiento, ella se encuentra sujetando sus manos de manera nerviosa y ese simple gesto cautiva nuevamente el corazón de Blake.

– Tranquila– musita llamando la atención de la joven que de manera inmediata eleva la mirada y sonríe ligeramente.

– Bienvenido, Blake–lo recibe aproximándose para saludarlo con un beso en la mejilla pero él la sorprende al girarse y besar los labios de la joven que se aparta rápidamente–. Aquí no, Blake, mi clan se encuentra molesto conmigo por permitir tus visitas, ahora imagina si nos ven besándonos.

– Entiendo, no quiero causarte problemas.

– Eres el primero en llegar, entra y toma asiento en tu lugar–indica señalando la sala de reuniones.

– Gracias, Ker, por cierto, relájate, lo harás muy bien–expresa con seguridad, Ker mueve su cabeza de manera afirmativa y sonríe, Blake observa cuidadosamente alrededor y al encontrarse seguro que no hay nadie cerca, rápidamente besa a Ker nuevamente–. Confía en ti, debes mostrarte tranquila y segura ante los lideres, de otra manera se sentirán inseguros.

– De acuerdo– replica con seriedad, Blake asiente y se aleja hacia la sala de reuniones, « ¿Qué pretende besándome cada que lo desea? Pero es mi culpa, le permito que haga lo que desea siempre.» se regaña sintiéndose realmente molesta por su actuar.