Capítulo 24

La presión que ha sido ejercida sobre él lo ha superado a tal grado que ha dejado escapar esa revelación sin el menor tacto y con toda la desesperación que lo carcome, causando una confusión absoluta en Zar, « ¿Si es verdad, por qué lastimar a Ker de esa manera? Es absurdo, peor aún, ¿Por qué Aria buscó a Blake y no a mi?» analiza frunciendo el ceño mientras trata de comprender la motivación de Aria para actuar de la manera en la que lo ha hecho y la razón por la cual Blake decidió ese proceder, no sabe que pensar o creer ante esa situación tan compleja, lo más lógico era que Aria lo buscara a él, como su hermano mayor y no a Blake.

– ¿Qué quieres decir con eso?–inquiere lleno de desconcierto.

– No te fallaría de esta manera jamás, sabes que Aria es como mi hermanita, Zar, le prometí a Aria que no diría nada pero no puedo más, ya perdí al amor de mi vida, no puedo perder a mi mejor amigo también en especial necesitando tu apoyo y comprensión, yo únicamente ayudaba a tu hermana en este asunto para protegerla–explica limpiando las lágrimas rebeldes que han escapado de sus ojos.

– ¿Por qué? No comprendo nada de esto–musita tomando asiento en una de las sillas frente al escritorio de Blake, lo dicho por Blake lo ha perturbado tanto que su ira se ha esfumado viéndose remplazada por el desconcierto absoluto.

– Te explicaré todo pero antes debes prometer que no le dirás nada a Aria ni le reclamaras y mucho menos te meterás en problemas–indica Blake tomando asiento en la otra silla mirando a su amigo.

– Habla de una vez, Blake, ya no importa nada de eso de igual manera te has casado con ella, todos piensan que esperan un hijo, ¿Qué puedo hacer?–expresa con amargura y seriedad.

– De acuerdo, el bebé que espera Aria es de Evan Riley, engañó a Aria y al enterarse de su estado se negó a responderle como debía, ella vino desesperada, me pidió ayuda y únicamente encontré esta manera para ayudarla–explica Blake recordando ese día no muy lejano.

Blake se encontraba en su oficina resolviendo algunos pendientes, todo era perfecto y no podía pedirle más a la vida, esperaba con ansias la fiesta de compromiso después de la reunión de líderes, en ese momento todos se enterarían de su compromiso con Ker, se sentía en un sueño increíble. De pronto, la puerta se abrió, de inmediato Blake elevó su mirada para saber quien había ingresado de esa manera y se llenó de desconcierto al ver a la joven entrar de manera presurosa y con evidente preocupación en su rostro.

– Blake, necesitó hablar contigo de manera urgente–indicó rápidamente llena de desesperación.

– ¿Qué haces aquí? Te pedí que no vinieras más.

–Lo sé pero no se qué hacer, necesito ayuda–respondió dejando escapar sus lagrimas y dejándose caer sobre sus rodillas, lleno de preocupación, Blake se puso de pie y ayudó a su inesperada visita a ponerse de pie, con calma trató de hacer que se tranquilizara–. Lamento mucho molestarte ahora pero no tengo a nadie más a quien recurrir, ayúdame por favor, mi padre y Zar me van a matar.

– No comprendo, ¿Qué es lo que te ocurre?– preguntó preocupado por las palabras de la joven.

– Me…me… yo… me deje engañar, Blake–balbuceó dejando escapar sus lágrimas de nuevo haciendo apenas entendibles sus palabras.

– Aria, tranquila, sea lo que sea, cuentas conmigo y te ayudaré a solucionarlo, verás que entre los dos conseguiremos encontrar la mejor opción, todo estará bien, no tienes nada que temer.

– ¿¡Cuál solución, Blake!? ¡No hay ninguna! ¡Soy una tonta! ¡He manchado el honor del clan Dixon!–exclamó completamente afectada sin poder controlar sus lágrimas.

– Aria, habla claramente porque no consigo entender nada, debes decirme lo que sucede para que pueda ayudarte–indicó Blake con seriedad, la actitud y tono de Aria consiguieron inquietarlo al máximo.

– ¡Estoy embarazada, Blake!–confesó con todas sus emociones revueltas.

– ¿¡Qué!?– preguntó lleno de sorpresa.

– Lo que escuchaste, estoy embarazada y no sé qué es lo que voy a hacer, ¿Cómo piensas ayudarme? Realmente me siento atrapada, no soy capaz de pensar en solución alguna–comentó caminando de un lado a otro intentando pensar.

– ¿Quién es el padre? Haré que te responda como es debido.

– No puedes, Blake, se trata de Evan Riley, llevo tratándolo algún tiempo parecía encantador, cuando me pediste que me alejara de ti, me sentí realmente muy triste, salí a caminar para poder pensar, sabes que el clan Dixon y el clan Riley están conectados, lo encontré por casualidad, comenzamos a conversar de manera casual, necesitaba hablar con alguien y me sentí bien al percatarme que alguien me escuchaba con tanta atención, me sedujo con sus palabras y agradable actitud hacia mí, y yo caí como una idiota, le dije que estoy embarazada, dijo que no se responsabilizaría, lo amenacé con decirle a Zar pero me respondió que contaba con la protección de la princesa y que Zar no podría hacerle absolutamente nada porque si lo hacía perdería la vida en manos de la princesa–explico Aria llena de angustia.

– ¡Ese desgraciado! Tranquila, Aria, es verdad que el clan Riley cuenta con la protección de la princesa pero ella jamás permitiría algo así, hablaré con Ker y ella lo solucionará–respondió Blake lleno de confianza, si había alguien que odiaba las injusticias esa era Ker y considerando que el clan Riley la reconoce como líder, todo era mucho más sencillo.

– ¡No, Blake! ¡No quiero que nadie más se entere! ¡Estoy muy avergonzada, mi padre jamás me lo perdonará! ¡Y si le digo a Zar no lo pensará e irá a buscarlo, causando que la princesa lo castigue, sí no es que le quita la vida!–expresó llena de inquietud.

– ¿Qué tonterías dices, Aria? Ker jamás lastimaría a Zar, por si no lo sabes, es su amiga y le tiene mucho aprecio; además, ella me ama, no haría nada que me lastime jamás, aún en su más terrible molestia, no lo haría, confía en mí, yo hablaré con Ker, Evan te responderá sin importar si quiere o no hacerlo.