Blaker: El despertar de la princesa

Desordenando todo

Zar y Blake se encuentran bajo un grande y frondoso árbol, siendo este el mismo donde se conocieron hace quince años. Después de entrenar les gusta salir a conversar en ese lugar que consideran un símbolo de su amistad, por la mañana Blake salió de su hogar antes de que todos comenzaran sus deberes para reunirse con su amigo. La compañía de Zar le ayuda a mantenerse tranquilo, sobrellevar todo lo que le ha sucedido es muy complicado; sin embargo, contar con el apoyo de Zar lo vuelve más llevadero.

– ¿Qué tal estuvo la fiesta de la princesa?–cuestiona Zar con una sonrisa.

–Horrible, me colocaron la soga al cuello frente a todos los presentes, por si fuera poco ella es realmente molesta, no puedo creer que me dejaras solo, realmente necesitaba tu compañía–reclama Blake mientras Zar se ríe de su travesura.

–Sabes bien que detesto a la señorita arrogancia Takura, no puedo ser hipócrita como los demás y recuerda que te dije que no olvidaras que me abandonaste por mucho tiempo durante la fiesta de Aria, me aburrí.

–Y eso que soy tu amigo–comenta divertido ante la gran venganza de su mejor amigo.

–Deberías agradecer ser mi mejor amigo, de otra manera mi venganza seria implacable–replica con cinismo riendo divertido–. Dejando de lado que te privé de mi increíble presencia, me pregunto, ¿Que hizo Skylar para molestar al príncipe?

–Basta, Zar, no me molestes más.

–De acuerdo, no te molestare más pero con la condición de que me digas lo que te hizo.

–Es una malcriada, humilló a Logan frente a todos aunque desconozco que fue lo que le dijo en ese momento porque yo estaba ocupado–expresa Blake sonriendo de manera misteriosa.

–Esto se torna interesante–comenta Zar con mayor curiosidad–. Tienes esa mirada.

– ¿Qué mirada?–cuestiona el joven confundido.

–La de tonto que pones cada vez que piensas en ella–replica Zar refiriéndose al amor secreto y platónico de Blake, en realidad, Zar se siente bastante preocupado por su amigo respecto a ese tema pues su intuición le advierte que no resultará nada bien–. No quiero arruinar tu felicidad, Blake, pero esa joven en tu vida es un sueño mientras que Skylar es tu realidad, será mejor para ti aceptarlo y no comenzar a jugar con fuego.

–Lo mejor ahora mismo, será que vuelva a casa, se hace tarde y tengo una cita–responde Blake evadiendo responder a las palabras de su amigo.

–Blake, toma mi consejo, terminaras lastimándola y lastimándote a ti mismo si se te ocurre sobre pasar los limites.

– ¿Piensas que no lo sé, Zar? No lo entiendes, no puedo alejarme de ella, le pertenezco y ella a mí, no importa lo que suceda nunca me alejaré de ella, sé que terminaré haciéndonos daño pero no soy capaz de dejarla, lo he intentado pero lo que siento es más intenso que mi voluntad, ahora mismo iré donde ella aunque me siento realmente mal por el compromiso que tengo con Skylar Takura pero dime, amigo, ¿Qué puedo hacer? Mi corazón grita sin parar que ella es mi destino.

–De acuerdo, no te alteres, puedes ir, hablaremos más adelante.

–No me juzgues, Zar, si la conocieras sabrías que no miento pero no puedo presentártela, es demasiado maravillosa, tu muy encantador y yo muy egoísta, no puedo compartir con nadie su amor.

–Admito que despiertas mi curiosidad, amigo, pero te comprendo y te respeto como siempre he hecho.

–Gracias, debo irme ahora.

Zar se limita a mover su cabeza de manera de manera afirmativa, Blake desaparece ante sus ojos mientras él permanece en aquel sitio, sabe perfectamente bien que es mala idea lo que hace su amigo; sin embargo, aunque quisiera él no puede decidir por Blake. Nadie experimenta en cabeza ajena y eso Zar lo tiene más que claro, además que su amigo es sumamente obstinado y cuando una idea se apodera de su cabeza es imposible convencerlo de lo contrario.

Ker Edin es una joven de cabello de color negro, lacio, que llega a la altura de sus hombros, sus ojos son de color azul y los oculta detrás de unas gafas, su cuerpo es estilizado, dentro de los estándares de belleza es perfecto para su edad aunque usualmente lo oculta al usar ropa sumamente holgada, no es una joven deportista, sino mas bien intelectual. Es un día común en su vida, la clase de arte ha terminado, siendo la última clase, la joven sale del salón, camina por el pasillo con paso rápido para poder llegar a su casillero y poder guardar sus cosas. Abrazando sus libros llega hasta este, lo abre y comienza a guardar lo que no necesitara para su tarea, al terminar cierra la puerta para después dirigirse a la salida del instituto y de ahí al estacionamiento. Se encuentra por llegar al lugar donde se encuentra el automóvil de su hermano cuando le derriban sus pertenencias. 

No resulta algo inusual para la joven, se encuentra acostumbrada a ser molestada por los amigos de su hermano. Sin molestarse recoge sus libros y los coloca en su bolso de la escuela. Revisando con cuidado que su trabajo de la clase de arte no se haya dañado, al ver que se encuentra en perfecto estado se relaja, no tendrá tiempo para rehacerlo y es algo de suma importancia para ella.

–Pero miren que gran trabajo de la artista–comenta uno de los jóvenes tomando el trabajo de la joven–, ¿Quién es?

–Seguramente un producto de la imaginación de ella, mírenlo, dudo mucho que sea un retrato, es demasiado perfecto, no es posible que exista y si existiese, ella jamás lo conocería–replica una de las jóvenes burlándose.

–Ker, confiesa, ¿De quién se trata? ¿Es real?

–Es real y es mi novio–responde quitándoles su trabajo.

– ¡Pobrecita!–exclaman burlándose.

– Chase, deberías decirle tus padres que internen a tu hermana en un psiquiátrico, se ha vuelto mitómana y tiene novios imaginarios, se mas realista, Ker, si alguien como el individuo de este dibujo existiera a la última persona que miraría seria a ti–indica burlona Harper.




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