Blaker: El despertar de la princesa

Sucesos inexplicables

El día siguiente al despertar Ker decide salir a correr aprovechando que el colegio ha terminado y no tiene pendiente ningún trámite para la universidad. Lo mejor de no tener que ir al colegio para Ker es que puede ser ella misma sin preocuparse de la opinión que tengan acerca de ella. Se viste de manera deportiva y sale de su habitación, únicamente ella se encuentra en casa, sus padres salieron a trabajar y Chase salió antes de que ella despertara. Ker desciende las escaleras con paso tranquilo, toma sus llaves, sale de la casa, se coloca los auriculares y  comienza con el calentamiento para evitar lesionarse.

A pesar de que no es una persona deportista correr por las mañanas es algo que realmente disfruta hacer, al terminar el calentamiento comienza a trotar por el sendero, llega al final sintiendo que la observan revisa a su alrededor, «Debe ser simple paranoia, tranquila.» se dice al no encontrar nada; sin embargo, siendo precavida decide volver a casa, hacer caso a la intuición la ha salvado en muchas ocasiones por lo que no suele ignorarla.

Una vez en su habitación enseguida avanza hasta la ducha, ingresa y se concentra únicamente en la caída del agua sobre su cuerpo, al salir seca su cabello y cuerpo para después prepararse para salir. Detesta quedarse en casa en absoluta soledad por lo que ha decidido ir al centro comercial más cercano para poder distraerse un poco. Una vez que se encuentra preparada toma sus cosas, sus lentes de sol y sale de su habitación, desciende las escaleras, llega hasta la puerta, sale de su casa cerrandola detrás de ella.

Ker avanza por el sendero, después de algún tiempo llega hasta donde se encuentra el pequeño centro comercial e ingresa. Deambula tranquilamente por este, de un lugar a otro observando con atención todo lo que se encuentra en los distintos locales que visita. Se encuentra sumamente concentrada observando que por un segundo deja de prestar atención a lo que hay frente a ella por lo que termina impactándose contra alguien, rápidamente quita de sus ojos los lentes de sol y observa a la persona con la que ha tropezado.

Se trata de un atractivo joven de veinticinco años aproximadamente, de un metro ochenta de estatura, viste como si fuera el típico chico malo del colegio, posee un cuerpo atlético y sus ojos son de color azul claro al igual que los ojos de Chase, esto se encuentran adornados por unas largas pestañas, su cabello es castaño, rizado y un poco largo, sus labios son de color rosa pálido, finos y de forma perfectamente definida.

–Lo siento mucho –se disculpa ella mirando al joven que la observa con una amplia sonrisa que a Ker le hace pensar que esconde algo o trama alguna cosa.

–No hay problema, ha sido también mi culpa, hermosa, ¿Cómo te llamas?

–Que amable, mi nombre es Ker, ¿Y el tuyo?

–Soy Sam, es un verdadero placer encontrarte, Ker – responde con tono seguro, extendiendo su mano para saludarla, ella sonríe tímidamente al tiempo que toma su mano–, ¿Puedo invitarte a tomar algo?

–No es necesario, gracias–declina la invitación con una amble sonrisa.

–Por favor acompáñame, mis amigos me dejaron esperando, me hace falta distraerme y estar solo no es muy divertido.

–De acuerdo–acede sonriendo con amabilidad.

Juntos avanzan por el pasillo en dirección a la cafetería que se encuentra ahí, ingresan, hacen su pedido y conversan animadamente. Ese joven es muy agradable y amable aunque Ker al ver sus ojos siente que algo oculta por lo que es cautelosa en lo que le dice. Cuando deben marcharse, él paga la cuenta y juntos salen del lugar mientras hablan tranquilamente.

–Me agradas mucho, Ker, realmente me hace feliz haber coincidido, eres muy linda y divertida, gracias por acompañarme he pasado un momento muy agradable.

–Gracias, Sam, también la he pasado muy bien–responde con tono tranquilo–. Ha sido realmente maravilloso conocerte, ahora debo marcharme, espero nos veamos en otro momento.

–Puedes estar segura de eso, linda– expresa el joven mientras sonríe, en un tono un poco raro.

–Adiós– se despide la joven.

Él se aproxima a ella para regalarle un beso en la mejilla, en el momento en el que sus suaves labios rosan la tersa piel de Ker un escalofrió recorre por completo el cuerpo de la joven y por alguna razón, su sexto sentido de indica que debe tener mucho cuidado con ese individuo y no confiar en él. Ker lo observa alejarse mientras camina con paso, seguro y relajado.

Sabiendo que es tarde y que probablemente su hermano ya ha llegado a casa decide volver a su hogar. Al llegar al bosque siente nuevamente como si la vigilaran por lo que decide avanzar tan rápido como le es posible para llegar pronto hasta la cabaña que habita. Estacionado en la entrada de la casa distingue el automóvil de Chase por lo que deduce que ha llegado y eso la tranquiliza, saber que no deberá estar sola en casa es un gran alivio a pesar de que su hermano no es una gran compañía.

Cuando se ubica cerca de su hogar se percata de que su hermano se encuentra en el suelo, corre de inmediato hacia él para saber que le ha ocurrido, al llegar se da cuenta de lo golpeado que está, pareciera que han intentado asesinarlo, Chase es muy bueno defendiéndose por lo que para Ker la única explicación  es que lo hayan atacado entre varias personas, la joven se inclina.

– ¡Chase, háblame por favor! Abre los ojos, hermano–le habla intentando hacer que reaccione.

–Entra en casa, Ker, dentro estarás segura–indica con gran dificultad en cuanto reacciona.

–Tranquilo, hermano, no hay nadie aquí, debo llevarte al hospital.

–No, Ker, ayúdame a entrar en la casa, esas cosas podrían regresar–indica el joven confundiendo a Ker.

Sin comprender la razón por la cual Chase se niega a ir al hospital y menos aun que ha querido decir el joven con la frase “esas cosas”, « ¿Qué o quién lo habrá atacado? Mi pobre hermano se ve realmente mal. » Piensa mientras que hace uso de todas sus fuerzas para poder ayudar a Chase tanto como le es posible. Una vez que se encuentran dentro de la casa la joven se encarga de asegurar la puerta. Con ayuda de Ker, Chase consigue acomodarse en el sofá, el intenso dolor invade el cuerpo del joven que aún se encuentra bastante consternado por lo sucedido. Ker se encuentra demasiado preocupada por su hermano por lo que decide insistir en llevarlo al hospital para que puedan atenderlo.




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