Blaker: El despertar de la princesa

Un gran error

Ubicando de inmediato a Skylar, la joven le dirige una mirada llena de molestia, ver al hombre que ama salir de la habitación del enemigo la enloquece. Blake trata de mantenerse tranquilo, lo que menos desea es crear un lío después del día tan increíble que ha tenido.

–No puedo, es tarde y debo hablar con tu padre antes de volver a mi hogar–replica con formalidad.

–No te pregunte, he dicho que vengas aquí en este preciso momento o le contaré todo al clon–amenaza la joven provocando la ira de Blake, controlándose tanto como le es posible avanza en dirección a la habitación de Skylar e ingresa cerrando la puerta detrás de él.

– ¡¿Con que derecho me ordenas algo?! ¡¿En qué momento llegaste al punto de pensar que puedes obligar a Blake Ellerbee a hacer algo?! ¡¿Acaso se te ha olvidado quien soy y lo que soy capaz de hacer?!–inquiere lleno de molestia.

– ¡Guarda silencio, Blake! ¡¿Dónde estabas?! ¡¿Por qué recién has salido de la habitación de ella?! ¡¿Qué hacías con ella?!–lo enfrenta furiosa empujando al joven provocando aún más la molestia de Blake.

–Es suficiente, Skylar, me conoces bien, no te daré ninguna explicación, no quiero lastimarte, así que no sobre pases los limites–indica conteniendo su ira tanto como le es posible.

– ¡No lo entiendes, Blake, me están consumiendo los celos!

–Mi compromiso es con ella, no contigo, por favor acéptalo–responde girando dispuesto a marcharse pero Skylar lo detiene.

–No lo aceptare jamás, yo te amo.

Skylar lo besa sin darle tiempo a reaccionar para evitarlo, sin corresponderle la aleja con toda la suavidad que le es posible para evitar lastimarla; sin embargo, ella vuelve a besarlo. Los besos de la joven se vuelven más intensos despertando los instintos primitivos de Blake y nublando por completo su razón. El joven no se reconoce,  sintiéndose incapaz de pensar de manera adecuada únicamente se deja llevar por esas sensaciones que lo invaden. Sus intensos ojos azules se abren dejando ver su pupila dilatada, viendo ante él a Ker y no a Skylar, «Ker, mi princesa, mi dulce amor, cuanto te amo.» piensa sonriendo dejándose invadir por sus sentimientos hacia Ker.

– ¡Esto no debió suceder!–exclama una vez que su razón ha regresado y se percata de la idiotez que ha cometido, sujeta su cabeza con frustración sintiéndose el ser más ruin del universo–. No puedes decir a nadie lo que sucedió, Skylar, a nadie o tendremos demasiados problemas.

–No quiero causarte problemas, Blake, no se lo diré a nadie, será un secreto mas entre tú y yo, ahora estoy más convencida que nunca de tus sentimientos por mí, no te fallare.

–Debo irme–responde con frialdad.

Vestido por completo se pone de pie y avanza hacia la salida, una vez en el exterior marcha por el pasillo, « ¿Qué es lo que acabo de hacer? Realmente Ker jamás me perdonará al enterarse de esto, ¿Cómo pude ser tan idiota? Si ella se entera la destrozará, aunque Skylar dijo que no diría nada no puedo confiar en ella.» medita al cruzar por la puerta de la habitación de Ker.  Sin detenerse se encamina rapidamente a las escaleras para poder hablar con Demian.

– ¡Hasta que por fin apareces! ¡¿Dónde está mi hija?!–pregunta con evidente molestia.

–Se encuentra en su habitación, sana y salva, no debe preocuparse–responde con aparente calma.

– ¡¿Quién diablos crees que eres para llevártela por tanto tiempo?! ¡¿Por qué la has traído tan tarde?! Confié en ti, Blake, pero esta no es una hora adecuada para que una jovencita como Ker se encuentre fuera de su casa menos aun con su prometido, se presta para mal interpretaciones, ¿Cómo te atreves a hacer algo así? ¿Conque derecho? Eso es desafiar mi autoridad y no lo dejaré pasar, eres un insolente atrevido.

– ¡Recuerde sus límites, señor Takura, Ker está bien en su habitación, se encuentra más segura conmigo que en cualquier otro lugar!– refuta sumamente molesto.

El joven tiene tantos temas en su mente en ese momento que lidiar con un problema más le resulta abrumador. Todo se ha acumulado, comprende la molestia de Demian; sin embargo, no por ello permitirá que le hable de manera inadecuada, no está de humor para tolerar sus reclamos.

– ¿Qué quieres decir con eso?

–Sabe bien lo que quiero decir, señor, yo no le doy explicaciones ni a mi padre, menos se las daré a usted, Ker es mía, tengo todo el derecho a llevarla a cualquier lugar que yo desee sin preocuparme por si lo permite o no, incluso puedo llevarla al clan Ellerbee y que viva conmigo sin que usted pueda hacer absolutamente nada para evitarlo.

–Eres un joven demasiado insolente, Blake, cuida tus palabras y recuerda que no hablas de cualquier integrante de algún clan, hablas de nuestra líder, la princesa.

–Princesa o no, está unida a mí y eso no lo puede cambiar absolutamente nadie.

– Vete de aquí–ordena Demian controlando su molestia lo que menos desea es provocar a ese caótico joven cuando se encuentra bastante alterado.

– ¿Le molesta la verdad, señor Takura?–cuestiona con tono insolente con una sonrisa torcida en su rostro.

– ¡He dicho que te vayas!–exclama Demian furioso.

–Me iré pero no porque me eche de aquí, lo haré porque me encuentro demasiado alterado y no quiero tener algo más de que arrepentirme esta noche.

–Por lo que sea, Blake, vete de aquí, no quiero verte más.

Haciendo uso de la teletransportación regresa a su hogar dejando a Demian consternado, « ¿Qué habrá sucedido para que se encuentre tan fuera de si?» se pregunta el hombre sin comprender esa actitud que ha tomado Blake quien siempre se comporta de manera extra correcta. Una vez en su habitación, Blake se deja caer sobre su cama, «Cuando Ker se entere de la idiotez que cometí no será capaz de perdonarme a pesar de su gran corazón, si lo sabe se sentirá traicionada y con toda la razón, esto podría destrozarla» piensa mirando al techo pensando en lo que puede hacer. 




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