A la mañana siguiente, Ker se despierta de sobresalto al escuchar lo fuertes e insistentes golpes en su puerta, « ¿Cuál será el problema ahora?» se cuestiona sin ánimos de enfrentar un nuevo problema. Pretende ignorar a quien sea que este llamando a su puerta tan temprano pero vuelven a llamar.
– ¿Quién es?–cuestiona adormilada.
–Ker, soy yo, baja rápido, tu padre se encuentra furioso, se enteró de nuestra visita al clan Dixon, Zar esta aquí, tu padre nos matara–indica Madeleine ingresando en la habitación de la joven.
–Relájate, Madeleine, yo tomaré toda la responsabilidad, no te preocupes por nada, yo me encargo de papá, solo déjame darme una ducha.
–Está bien pero date prisa, Zar dice que no se irá hasta que no hable contigo.
–No tardo–responde la joven poniéndose de pie y encaminándose al cuarto de aseo.
Madeleine se encamina de inmediato a retomar sus deberes, lo que menos desea es provocar más la molestia de Demian Takura. La joven sale de la ducha y se prepara rápidamente, seca su cabello y lo ata en una coleta alta para acto seguido avanzar hacia la puerta. Se encuentra por salir cuando la detienen tomándola del brazo haciéndola girar.
– ¿Qué haces aquí tan temprano?– cuestiona en un tono que denota molestia.
–Quiero que hagamos algo juntos, ¿Vamos?–responde el intruso intentando sujetar su mano pero ella la retira.
–No puedo, tu querido amigo ha venido a visitarme, es un verdadero idiota–indica con un mohín haciendo evidente la razón de su molestia, « Zar es así, impredecible.» piensa Blake con una sonrisa burlona.
–Simplemente te devuelve la visita que le has hecho, ¿Quieres que me lo lleve?–pregunta divertido tomando el rostro de la joven entre sus manos mirándola con ternura.
–Yo me encargo, debo saber qué es lo que desea.
–De acuerdo, te estaré esperando en el bosque, en ese árbol en el que te encontré con Logan, ¿Recuerdas?–indica el joven, Ker se limita a mover su cabeza de manera afirmativa–. Te veo en ese lugar cuando termines de hablar con tu invitado.
Blake desaparece, tratando de mantenerse tranquilo; sin embargo, conoce perfectamente a Zar y sabe que si se ha presentado en el clan Takura para ver a Ker es porque ella ha despertado el interés del joven, Blake toma asiento bajo el árbol. Mientras tanto esperando pacientemente en uno de los sofás de la mansión Takura se encuentra Zar Dixon, el joven es totalmente consciente que su presencia ahí no resulta bienvenida pero correr a un heredero de los clanes es imposible por lo que se divierte viendo como tratar de sonreír Demian para mostrarse amable ante él.
–Me han dicho que me buscan–indica la joven llegando a la sala, Zar de inmediato dirige su mirada hacia ella sonriendo, «Es más hermosa de lo que logre apreciarla.» se dice observándola detenidamente.
–Ven aquí, Ker, el joven Dixon dice que son amigos y ha venido para visitarte– explica Demian, la joven lo mira directamente a los ojos.
–Ayer cuando recibí tu agradable visita, no tuvimos la oportunidad de hablar como me hubiese gustado, es por ello que decidí venir–comenta mientras un brillo travieso llega a sus ojos.
–Bienvenido, Zar–lo saluda Ker con una sonrisa dulce–. Padre, nos dejarías hablar.
–Cuando finalicen su conversación, te espero en mi oficina, Ker– indica Demian poniéndose de pie, la joven se percata de inmediato de la molestia del hombre pero lo deja pasar.
– ¿A qué has venido, Zar?–cuestiona Ker tomando asiento al lado del joven.
–Me has dejado impresionado por eso he venido, Blake jamás mencionó que pudieses usar la teletransportación, me tomaste por sorpresa, mencionó la barrera, la telequinesis así como la levitación, realmente no esperaba que desaparecieras de la nada, menos aun acompañada, a Blake le tomó mucho tiempo controlarla para poder usarla con alguien más.
–Tengo talento pero nadie lo sabe así que guarda silencio, ¿Tú que puedes hacer?
–Yo soy capaz de paralizar a cualquiera e infringir gran dolor solo con pensarlo o bien, quitarles la vida, dependerá de mi estado de ánimo.
– ¡Eso suena increíble!–exclama emocionada–. Ahora entiendo.
– ¿Qué entiendes, linda?
–La razón de que todos te teman.
–Esa no es la razón del respeto que me he ganado, linda, es porque soy cruel y despiadado, me divierto con el sufrimiento ajeno y entre más sufren más feliz me siento, por ello dicen que soy frío, calculador y no sé qué otras cosas más, me esfuerzo por mantener mi fama–explica con una sonrisa arrogante.
–De acuerdo, ¿Qué es lo que quieres de mí? Me dijiste lo que yo necesitaba saber y tú querías algo a cambio, no puedes llevarte a mi mejor amiga.
–No he venido por nada ni nadie, solo quiero conocerte, ayer cuando te vi entendí porque tienes a Blake a tus pies, hay algo en ti que me agrada, me atrae y quiero descubrir de lo que se trata.
– ¿Quieres ser mi amigo acaso? De ser así, está bien, podemos ser amigos puedes visitarme o yo a ti, no encuentro ningún problema.
–Yo sí–responde con tono pensativo.
– ¿Cuál?–cuestiona confundida.
–Blake.
– ¿Blake?
–Si Blake, ya te dije que él te ama, es alguien muy celoso y yo no oculto para nada lo que me nace, no quiero perder su amistad pero soy algo impulsivo, nunca se sabe cómo puedo llegar a reaccionar, tal vez un día diga que te amo, al otro diré que te odio, así de impredecible soy.
–Recuerdo haberte dicho que él se casara con mi hermana.
–Y yo recuerdo haber mencionado que él únicamente lo hace para complacerte, tú tienes un capricho, él quiere hacerte feliz cumpliéndolo; a pesar, de la tristeza que eso le produzca pero ese no es problema mío, cada quien toma las decisiones que considera mejor.
–Tienes razón, ese no es tu asunto, Zar.
–Claro, de igual manera me interesa conocerte, si se molesta o no, será su problema, ahora debo irme, hasta luego, linda–se despide poniéndose de pie y avanzando hacia la salida sin esperar respuesta.