Blanco y todos los colores

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Shanti

Por que justo ahora me reprendía mentalmente, de volver a tener un ataque de pánico y terrores nocturnos no los he tenido desde hace más de un año o dos posiblemente

Hice trabajar a mi cabeza efusivamente para encontrar la causa, la cual volvió a desatar estos terrores nocturnos y ataques de pánico, sin embargo la única razón que podía ser, era debido al accidente y por el estrés de esta situación, no había otra explicación pensé innumerables veces

Me disculpe con Paulina, pues era un lado vergonzoso e insólito que nadie me había visto tener,
No si quiera sabían que sufría de esto, ya que siempre lo oculté

Paulina lo único que hizo fue abrazarme sin hacerme preguntas incómodas, como normalmente les hacen a las personas que tienen estas aflicciones, solo se limitó ha avisarme que iba hacerme la cena dejándome un momento sola

La cena transcurrió de lo más normal, estábamos viendo la TV en el cuarto y ella estaba alado mío en una silla también comiendo y viendo la serie que pusimos, una parte de mi agradeció el gesto que tuvo Paulina hacia mi, pues el limitarse a preguntarme o insinuar algo relacionado con lo que sucedió fue muy sensato y respetuoso de su parte

Terminamos de cenar y se fue a lavar los trastes en ese instante surgió lo que tanto había temido desde que salí del hospital y era que quería ir al maldito baño, tomé las muletas para levantarme, sin embargo no me pude levantar por mi maldito hombro que estaba dislocado, maldije mi suerte internamente hasta que llego Paulina y vio lo que intentaba hacer

¿Que haces? - pregunto llegando a mi lado -
Yo necesito ir al baño - respondí un poco incómoda -
¿Y porque no llamaste? - pregunto alzando su ceja -
Bueno esto es un poco vergonzoso - respondí apenada - ¿Podrías solo llevarme hasta el baño? por favor - pedí casi en forma de súplica -
Y como piensas bajarte los pantalones si tu hombro está dislocado - me recordó - ademas no puedes pararte bien - miro mis piernas - venga te llevo - me aviso mientras me llevaba la silla de ruedas que estaba en la esquina de la habitación -

Me paso a la silla y me llevo hasta el baño el cual era ridículamente grande, en el baño me levanto de la silla y me puso en frente del retrete y estaba a punto de bajarme los pantalones

Espera, espera, yo haré el resto - la detuve muy avergonzada -
Cerrare los ojos - hablo mientras cerraba sus ojos - veo que te avergüenzas muy rápido - hablo con sus ojos cerrados - no debes sentir pena yo soy doctora y he visto a muchas personas desnudas - me dijo para tenerle confianza -
Para ti es fácil porque eres Doctora - me defendí - pero no para mi - argumente -
Por eso mis ojos ya están cerrados - me apunto con su dedo hacia su rostro para que la mirase -
Gracias - agradecí su comprensión -

Después de batallar en el baño volví a la cama mientras Paulina sacaba muchas pijamas que quedaron esparcidas por la cama

Elige la que te guste - me pidio - me di cuenta, que no sacamos tus cosas de tu hotel - me recordó - aunque en mi defensa no se donde te hospedabas, así que podrías decirme donde te hospedabas para ir por tus cosas - pidió amablemente -
¡Oh! cierto lo olvide, bueno todo lo que traje está en esa mochila - apunte a la mochila que estaba con polvo por el accidente encima de la mesita -

¿Acaso no tienes ropa? - pregunto sorprendida -
Claro que si - afirme y ella comenzó a buscar en mi mochila -
Enserio una camisa y un pantalón - saco las dos prendas alzándolas sin darse cuenta de lo que había hecho - lo siento - se disculpo avergonzada devolviendo mis cosas a la mochila -

Está bien - la tranquilice dándole una sonrisa - igual yo no podía alcanzar mi mochila, aunque no debiste comprarme nada, eso me compete a mi, aún así agradezco el gesto y también agradezco que no sacaras mi ropa interior - hable burlándome de ella -
Tu ropa in.... - se quedó callada muy roja - que pena contigo - se dio la vuelta tapándose la cara con sus manos y dándome la espalda -

Quería seguir burlándome de ella, porque vamos seamos sinceros es lo mínimo que le puedo hacer por haberme atropellado pensé maliciosamente

Me gusta la blanca - apunte con mi dedo y volteo quitando sus manos de su cara-
Esta bien entonces la blanca será - hablo dejando en la cama la pijama mientras recogía el resto para guardarlas - me llevaré estas, ahora vuelvo para cambiarte - dijo yéndose con la ropa -
¿Disculpa cambiarme? - pregunte desconcertada -

Si, ¿Porque tienes algún problema con eso? - pregunto terminando de guardar las pijamadas en un cajón -
Puedo hacerlo sola - respondí con obviedad - aún tengo un brazo bien - avisé -
Creí que ustedes los latinos eran muy - se quedó pensando - espontáneos - finalmente dijo -
Acaso intentaste decir otra palabra - la mire para obtener una respuesta -
Bueno si porque siendo sincera les encanta exhibirse - comentó -
Acaso ¿Nos llamaste exhibicionistas? - la mire sorprendida -
Primero dije espontáneos - se defendió -

Pueda que algunos lo sean pero yo no soy así - dije ofendida -
Está bien no discutiré - alzo sus manos en forma de rendición -
¿Porque tienen ese concepto de nosotros? No somos unos gigolos todos - decía ofendida -
Enserio - respondió incrédula viéndome -
Dije que no todos somos así - me defendí haciéndola reír -

Está bien latina diferente - se burló - cerrare mis ojos - aviso cerrándolos -
Puedo hacerlo - suspire cansada - si no puedo hacerlo te pediré ayuda, lo prometo - le avisé -

Estaba sentada al filo de la cama quitándome mis pantalones y ropa interior para dejarla en la cesta que Paulina dejó a mi lado, me saque la ropa lo más rápido y cuidadosamente posible que pude, para colocarme la pijama, sin embargo cuando tocó colocarme la blusa no pude ponérmela, me dolía mucho el hombro y no tuve más opción que pedir ayuda a Paulina




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