Blinding Love

Capítulo 11: Miedo

Gangster Vol.1

 

Capítulo 11: Miedo

 

Todos tenemos dos elecciones: estar llenos de miedo o llenos de amor.

  • Albert Einstein

 

Jamás me imagine que una chica de vente años me tuviera aquí con unos guantes de boxeo a punto de pelear. Estoy nervioso, porque la realidad es que no quiero hacerle daño a Jazmín, al contrario, me encantaría a que ella me hiciera daño, me destruyera por completo. Estará encanto de que ella me rompiera el alma. Con esto, acaba de demostrarme que ella es una mujer de tomar decisiones de ir por lo quiere, una mujer con toda las de ley. Me encontrada fascinado ante tal mujer. Pero no, no le daré tregua si ella quería pelear, eso tendrá pelea.

 

  • Nada de golpes con rodillas, pierna ni cabeza, será una puta pelea limpia – dijo Marcus tan preocupado como yo, el sabía que si me enojaba perdería el control.
  • Ya, ya lo sé me tienes mareada con lo mismo – dijo ella poniendo los ojos en blanco. La campana sonó y los dos nos pusimos en posición. Jazmín comenzó a lanzar golpes de manera rápida pero no logro golpearme puesto que me cubrí lo suficiente, esquive el siguiente golpe que me lazo y le di uno en las costillas, cosa que aprovecho, porque la muy cabrona me dio uno en la cara con tanta fuerza que me mareo. ¿Pero que tiene esta mujer en la mano?
  • Uy, señor Al capone lo maree – se burló – mis disculpas – dijo logrando que todos se burlaran de mí. Cosa que me hizo enfurecer de lo peor, odiaba a que se burlaran de mí y más cuando yo soy su jefe, aquello me hizo enojar tanto que olvidé que Jazmín era una mujer y comencé a lanzarle puños tanto en la cara como en las costillas. Ella no se intimido y me respondió de la misma manera tanto que Marcus tuvo que separarnos.

 

Ella se fue a una esquina y note como uno de los chicos le lanzo piropos mientras le daba una botella de agua. ¿Por qué todos tenían que coquetearle? No me gusta que la observen de esa manera. ¿Además por qué a ella le dan agua y a mí no? Volvimos a la misma posición y le lance un golpe en la cara justamente en el ojo para ser precisos aquello la dejo aturdida y eso me hizo sentir de lo peor cuando amaneciera ese ojo estaría negro. Me desconcentré tanto que no me percate de la patada horrorosa que Jazmín me acaba de dar, aquello me dejo sin aire, mareado tanto que caí al suelo. Jazmín se subió en mi regazo y comenzó a golpearme en la cara tanto que sentí el sabor metálico en mis labios, ni siquiera entendí por que los golpes habían parado. Entonces note que Marcus la tenía aguantada desde la cintura, esperando que diera alguna instrucción respecto a ella.

 

  • No le hagan nada, cúrenla – murmure - ¿Estamos en paz Jazmín?

 

  • Si – murmuro ella sonriendo. Era una completa maldita, aquella mujer eso no evito que sonriera incrédulo una mujer de menor estatura y complexión acaba de patearme el trasero. – Me alegro Jazmín – murmure antes de perder el conocimiento.

 

*^*

 

Siento un dolor horrible tanto en mi cara como en mis costillas. Ni siquiera puedo caminar con facilidad. La piel se me eriza y el dolor aumenta cuando siento como Connor cura mis heridas mientras Paolo me pasa una bolsa de hielo.

 

  • Jamás me imagine que volvería a estar en esta posición – murmuro Connor con sus ojos llenos de lágrimas – odio ver cómo te golpean cariño.

 

  • Saber porque lo hacía – respondo sonriendo.

 

  • Y me odio por ello – respondió – siempre odie ser tan débil.

 

  • Jamás fuiste débil Connor.
  • Claro que si – respondió el alterado – peleabas para darnos de comer a todos los del orfanato.
  • Al igual en que tú, robabas para lo mismo – respondo.
  • No es lo mismo y lo sabes Jazz.
  • Vale lo sé, pero viste como le patee el trasero ambos – digo riéndome, Connor también estallo en risas mientras que Paolo se limitaba en darme un vaso de agua junto a unos medicamentos para el dolor. – Si, fue genial verte pelear de nuevo. Jazmín tengo que irme, quieres regresar conmigo y Héctor, el entenderá – comienza a decir, pero lo detengo.
  • No puedo tengo trabajo que hacer, estaré bien bebe – digo y el asiente para así darme un beso en la frente para irse. – te amo.
  • Yo más – respondo viendo cómo se va. Me pongo de pie y camino hacia mi habitación tengo que salir, necesito tomarme unos buenos tragos para relajarme y fumarme un buen porro.




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