Bloodline

Capitulo 4: A pasos de tortuga

Al volver a entrar en la habitación me doy cuenta que solo quedan el Sargento Petter y Brais. No logro desprenderme de él.

Voy hacia el pequeño armario para coger los tipos de sangre que tenemos y me acerco a Max para buscar la información en su collarín. A+. Perfecto.

Le coloco la vía en el antebrazo y lo cuelgo del mismo sitio donde hay el suero, que cambio por uno nuevo.

Durante todas estas acciones siento la mirada de Brais en mi nuca. Como se que es de Brais? Por el simple hecho de que tengo a Petter justo delante mío mirandome con curiosidad.

- Pensé que te desmaiarías- Comenta el Sargento en tono de burla- Eres mas dura de pelar de lo que pareces.

- No te ha parecido ridículo el numerito que he montado para cortarle el brazo? Tendía que haber sido capaz de hacerlo sin parpadear.

- No, al contrario, me parece que has demostrado que tienes los ovarios en su sitio. Primero me has gritado un seguido de obscenidades de puerta a puerta y luego te has enfrentado a mi cuando te he obligado a cortarle el brazo a mi cadete. Así que me pareces mucho mas valiente que muchos de mis militares.

Miro al Sargento Petter con una ceja alzada y una sonrisa burlona en la boca.

- Señorita... que no se le suba en la cabeza. Mañana, cuando Max se despierte, nada de esto habré pasado y yo seguiré gritandote y dándote ordenes como si fuera el primer día.

- Claro Petter- respondí con sarcasmo.

Viendo mi mirada burlona se fue de allí maldiciendome y culpándose por haber sido un blandengue.

Cuando el sargento se ha ido, Brais ocupa su lugar mientra yo me dedico a controlar los signos vitales de Max y cambiar los puntos de la herida.

- Vas a ignorarme por mucho mas rato?

- Vete Brais.... aqui solo molestas. No te das cuenta?- pregunto seria mientras levanto mi cabeza y lo miro por primera vez a los ojos.

Él sube la ceja izquierda en plan chulo mientras de la vuelta a la camilla para posicionarse a mi espalda.

- Estas muy tensa? Te incomodo?- me pregunta mientras me masajes los hombros.

Un gemido involuntario se me escapa e intento esconderlo con una tos estúpida.

- No. No ves que lo unico que me das es alergia?- cuestiono mientras a la tos le añado dos estornudos falsos.

- Ya quisieras tu bonita- responde en plan xulo.

- Pero tu de que vas?- le pregunto girándome- Osea, apareces aquí, después de dos años sin dar señales de vida, y tienes los santos cojones de venir a tocarme los ovarios. Déjame trabajar tranquila! Nadie ha pedido tu compañía y menos yo!- le grito ya cabreada mientras dejo los utensilios de sutura en la mesito y me voy hechando humo por las orejas.

- Puedes autoconvencerte de que no te provoco nada amor! Pero yo seguiré dando por culo hasta que caigas! Y algun dia de estos lo vas a hacer!

Sin poder creer su chulería se me escapa una sonrisa mientras me muerdo el labio intentando ocultarla.

- De qué te ries?

Salto del susto al mirar hacia la voz y encontrarme con Juno.

- Jefa, que hay? Necesitas que corte otro brazo?

- No lo se... Quieres cortar el de Brais?

- Por que lo dices?- pregunto confusa sin saber hacia donde quiere ir.

- Que os he visto. Como te acariciaba y te daba masajes en los hombros...como gemías...

- Jefa por dios! Controlese! Que ya no está en edad de decir estas obscenidades.

- Niña repelente ! Yo aún estoy en la flor de la vida!- espeta dándome un meco en la nuca.

La abrazo sin poder remediarlo. Desde que mi madre murió ella ha sido la figura paterna que necesitaba e yo he sido la hija que ella siempre ha querido.

- Sabes que puedes contarme lo que quieras y cuando quieras verdad? A la hora del día que lo sientas necesario.

- Si si lo sé. - respondí riendo mientras entrábamos en el comedor común.

Ahora que habían llegado los militares de la Base de mas al Sud, el comedor había quedado saturado y los cocineros no daban a basto.

Viendo que tardarían mucho en atenderme y que no iba a encontrar sitio para sentarme ( y que aún tenia un nudo en el estomago a causa de la amputación de Max) preferí ir hacia los baños y darme una ducha tranuquila sin nadie que te mirara.

Me desnudé dejando mi ropa doblada encima de la banca y cogí la toalla  y los jabones de mi casillero para entrar a la ducha. No habí empezado a enjabonarme cuando oí que la puerta de los baños se abría. Oí como esa persona se desnudaba, cogía sus cosas y se metía en la ducha contigua a la mía. No había mas duchas en el p* baño ?



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En el texto hay: militares, zombis, amor

Editado: 06.09.2018

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