CAPITULO # 17

Me despierto por un dolor un poco agudo que hace que me asusté y abra los ojos rápidamente, me encuentro en un cuarto de hospital donde he estado haciendo mis revisiones para la salud de mis bebés, y es que la verdad no comprendo la razón del dolor.

Miro a mi alrededor y veo a Camilo que está sentado a mi lado, pero no sé a percatado de que ya estoy despierta, tiene la mirada inmersa en la pared y cada poco parpadea.

_ Camilo - lo llamo con mi voz apenas audible, pero al parecer si me escucho y voltea rápidamente.

_ ¿estás bien? ¿Cómo te sientes? - me dice muy preocupado.

_ la verdad me anda doliendo el vientre, ¿Los bebés están bien? - pregunto también preocupada.

_ estábamos esperando que despertarás, ya pudieron estabilizarlos, pero al parecer hay que hacer cesárea ya que estás algo débil y ya que los pequeños están algo grandes y no tienen el suficiente espacio ya quieren salir.

_ está bien, lo único que quiero es que ellos estén bien.

_ vale, entonces llamaré para que tengan todo preparado para la cesárea y te pongan la epidural.

_ está bien.

Es lo único que le digo mientras lo veo hacer unas llamadas para tener todo preparado, el como pues también es doctor y es claro que tiene las llamadas conecciones, el voltea a verme y es cuando me doy cuenta de que pronto conoceré a mis bebés, realmente espero que todo salga bien.

Ya me pusieron la epidural y estoy acostada en la camilla y me están preparando para hacer la cesárea, al momento llega una enfermera para preguntar a quien dejan pasar para que me acompañe a lo que sin dudar le respondo que llame al padre de mis hijos, es lo mejor que puedo hacer por el momento después de no haberle dicho nada de ellos.

Lo veo llegar con unas de aquellas batas que da el hospital con un gorro cubriendo su cabeza.

_ empecemos - dice el doctor que está acompañando a la hermana de Camilo, y además me dice algunas otras cosas de cómo me voy a sentir mientras van haciendo todo el procedimiento del nacimiento de los bebés.