SEGUNDA PARTE

TODO PASA POR ALGO, TANTO LO BUENO COMO LO MALO

PROLOGO

Hay una vieja canción que dice «año nuevo, vida nueva, más alegres los días serán», la cual se hace muy popular en ese último y tan esperado mes del año, diciembre. Pero déjenme decirles que eso es falso, solo poesía y nada más. El año nuevo llega con los mismos pesares y misma vida, nada cambia a menos que tú mismo hagas el esfuerzo por lograrlo.

En la mía si hubo varios cambios, cosas buenas y malas por igual: pasé el examen de ingreso y entré a la universidad a estudiar lo que tanto quise: literatura. Además, convencí a mis padres de que me inscribiesen en esa academia de magia para poder canalizar toda mi energía. Un poco tarde, ya que por lo general y según escuché, esas clases las empiezan a tomar a partir de los 15 años. ¿Cuál era el misterio y por qué no debía saberlo?

Al iniciar esta nueva atapa de mi vida, fui con todas las ganas del mundo esperando poder disfrutarlas al máximo. Quería hacer cosas que antes no hice, por uno u otro motivo no me sentía bien para hacerlas, como abrirme a las personas. Sí, tanto incidente creó en mí cierto temor de que sucediera de nuevo, especialmente con las personas fuera de mi círculo familiar. Sin embargo, eso provocaba que pasara con mayor facilidad al guardarme todo lo que sentía. Es por ello que el cambio que quería hacer, requería de esfuerzo y voluntad.

Así fue como conocí personas maravillosas, quienes poco a poco fueron ganando un lugar especial en mí corazón como mis nuevos amigos. Personas que alegrarían mis días y, por desgracia, otras que me motivarían a rendirme. Hace parte de la vida, ¿no? Superar los obstáculos que se interponga en nuestro camino, apartar el lastre que no nos permita seguir adelante siendo muchas veces manifestado como aquel que te critica hasta por existir.

Y no, para nada me iba a dejar vencer tan fácilmente porque sé que hay personas a mi alrededor que me quieren ver brillar, como mi familia y mi novio, Ben. Ellos siempre están allí para alentarme y apoyarme, asi como yo lo estoy para ellos.

Sin embargo, una de mis peores pesadillas se hizo realidad, y todo gracias a una sola persona: Brad Benson, mi profesor de historia de la magia, el responsable de todas mis desgracias y otras cosas más.