Nuestros labios estaban hinchados después de aquella guerra apasionada de besos.
-Estoy perdido en ti...- susurra contra mis labios con esa sonrisa seductora que me hace sonreír igual.
Sus dedos mapean mi cintura y me acerca más a él, mi falda negra alzándose un poco más con cada intento de acercamiento, el escritorio es cómodo.
Río bajo cuando siento sus besos en mi cuello.
-Me permitiré besarte si dices que me amas a mi no...- su mirada fulminante detiene mis palabras, muerdo mi labio inferior.
-Ya te dije que a la única que deseo eres tu, Gyuri- Ruedo mis ojos- mírame a los ojos y permíteme decirte y mostrarte lo mucho que te deseo...
Antes de añadir un "pero" me quedo sin objeción cuando quita su chaqueta y comienza a desabotonar su camisa. Trago saliva cuando también se quita el reloj.
-Dime eso que dijiste aquel día- alzo mi ceja confundida- romper- hago una "o" en mis labios comprendiendo.
La camisa manga largas deja su cuerpo dejando notable cuan empeño le pone al gimnasio y oh por Dios, ¿Este hombre es legal tan siquiera?.
-Rompe con tu novia- susurro tocando su corbata aun ahí alrededor de su cuello.
Su rostro se acerca al mío.
-Repitelo mi hermosa secretaria...
Que tramposo es usando su voz ronca que sabe que claramente adoro.
-Rompe con tu novia.