Brilthor

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Me llamo Alexis Davis. Tengo veintiséis años y me hice periodista por el simple hecho de que me gusta estar siempre en el ojo del huracán y metiéndome donde no me llaman. A mi madre le gusta bromear sobre mi elección de carrera debido a que yo nací el día en el que los vecinos tuvieron una enorme pelea que terminó en disparos y una situación de rehenes, mamá siempre dice que yo adelanté mi fecha de nacimiento solo para salir de su vientre y echar un vistazo a la situación.

—Los periodistas tienen la maldición de desaparecer, ¿Por qué escogerías esa carrera teniendo en cuenta el peligro? —. preguntó Gerald Goudwing, alias, Sr G. analizándome con la mirada, su sonrisa fácil me hizo saber que la simple pregunta era más una forma de romper el hielo que una pregunta seria.

Gerald Goudwing, dueño del bufete de abogados G&T, la G es por su nombre, obviamente, debería tener a su socio Thomas London con él, pero misteriosamente un día el señor London vendió su parte a Gerald, y nadie sabe porque, luego de eso desapareció del ojo público.

—Sinceramente me gusta enterarme de las cosas, estar en el ojo de la tormenta y esas cosas —dije, y me encogí de hombros—el peligro a desaparecer no me preocupa, como mujer, es algo con lo que vengo lidiando desde el nacimiento.

—Me gustaría pensar que solo es una exageración tuya —dijo, y bebió un sorbo de su té helado. — pero a través de los años me di cuenta de que nunca es una exageración, me hice más consciente de eso una vez que mi esposa dio a luz a nuestras hijas.

No me sorprende, muchos hombres cambian su manera de pensar cuando en sus brazos tienen por primera vez a su propia hija, ahí es cuando se dan cuenta del peligro real.

—Señor Goudwing, usted me citó aquí por un tema muy específico, el asesinato Barton, ahora me pregunto ¿por qué le interesaría dicho caso a usted? — dije, tomé un sorbo de mi café y arrugué el rostro una vez el sabor amargo tocó mi lengua, se me olvidó ponerle azúcar — según tengo entendido, su bufet no se vio involucrado en dicho caso.

—Eso es cierto, digamos que esto es más un poco personal que otra cosa — dijo, su mano derecha se estiró para alcanzarme uno de los pequeños sobres de azúcar. — resulta que fui un buen amigo de Barton, estudiamos juntos durante algunos años antes de que él decidiera dejar el mundo de las leyes y estudiar artes.

Un dato interesante, de la vida de Barton no se sabía más allá de lo que se mostraba, no había un pasado para mostrarle al público para ser empático respecto a su muerte, las personas pensaban que era una tragedia y que ese hombre merecía justicia, pero nadie lloraba por él, solo era un millonario muerto. —Imagino que la noticia de su muerte lo impacto mucho, lo lamento por su perdida — esa frase de consuelo siempre la consideré tan vacía, pero hasta el sol de hoy no se han inventado una nueva frase que funcioné tan bien como esa.

—Gracias, — dijo, luego tomó un largo trago de su café y suspiró pensativo — la muerte es algo esperable, pero nunca en mi mente pasó la idea de un asesinato que terminara con su vida.

Nadie espera una muerte de esa manera, se le puede preguntar a cada miembro de una familia que haya sido víctima de una desgracia parecida y todo decían lo mismo, de todas las personas, nunca esperaron que ese familiar o persona amada terminaría de ese modo.

—¿Puede decirme qué es eso tan personal que necesita que revise el caso de Barton? — dije, no me gusta el quedarme a medias en una conversación, una vez inician una idea de conversación conmigo y en esa conversación hay una pregunta, indagaré todo el tiempo que sea necesario para obtener la respuesta.

—Quiero saber por qué — dijo, y yo no necesité más para tomar la decisión de aceptar.

—Veré que tanto puedo encontrar

Goudwing asintió, metió su mano dentro de su saco y me tendió un sobre blanco sellado, no lo tomé, por lo tanto, él solo lo dejó sobre la mesa a un lado de mi taza de café.

—¿No lo tomarás?

—¿Qué es eso? No tomo cosas en sobres, suelen contener cosas malas

—Solo es el pago inicial de todo esto, con cada información nueva que me entregues, te daré un sobre con el doble de la cantidad inicial

—No sabía que debía entregarle la información a usted. — dije — soy periodista, no detective privado

—No era mi intención que mal interpretara mis intenciones, solo pensé que, si usted va a revolver sobre los escombros del caso por mi petición, debería tener algún tipo de ganancia

—Demostrar que hay más en el caso de Barton es mi ganancia, eso y demostrar la incompetencia policial

Goudwing resopló conteniendo una sonrisa

—Entonces no va a querer el sobre

—No

Goudwing recogió el sobre y lo guardó, sacó su teléfono y tecleó rápido algo antes de volverlo a guardar, en menos de unos segundos mi teléfono reprodujo su tono de mensaje entrante, Goudwing solo tomaba sorbos de su café escondiendo detrás de la taza la pequeña sonrisa en sus labios, ni siquiera tuve que revisar el teléfono.

 

—Me acaba de transferir el dinero — dije, no era una pregunta, era un hecho que solo quería corroborar en voz alta.




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